Capítulo 28: ¿Cita?

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Jun llegó al Bar donde se encontraría con Mikhail. Había pasado por su apartamento a darse un baño primero, ya que quería refrescarse. Últimamente, no se sentía muy bien y pensó que un baño frío lo ayudaría a recargarse.

El Bar no estaba tan repleto. Era un tanto bohemio y al aire libre, decorado con plantas y flores. Las mesas eran de madera antigua, la mayoría de los utensilios esparcidos por el lugar parecían ser vintage. Se veía muy artístico y supuso que debido a ello el Alfa había sugerido el lugar.

Sentando en una mesa cerca de la barra se encontraba Mikhail leyendo el menú. Llevaba unos jeans, chaqueta negra y una camiseta rojo vino que resaltaba su piel. Se veía muy apuesto, atrayendo las miradas de muchos.

"¿Encontraste algo de tu gusto?" Preguntó Jun cuando se acercó a su mesa.

Mikhail sonrió ampliamente, y levantó su cara.

"Así es," dijo mirándolo fijamente a los ojos.

"¿Me—me puedo sentar?" Preguntó luego de unos segundos—sonrojado. Sabía que el comentario tenía doble sentido, pero decidió ignorarlo. El Alfa tendía a ser juguetón.

"Por supuesto," respondió y acomodó una silla para él.

"¿Tenías mucho rato esperándome?"

"No, quizás algunos diez minutos." Dijo sonriendo. "¿Quieres que pidamos algo de beber desde ya?"

"Si, la verdad es que necesito un trago."

"¿Larga jornada?"

"Entre otras cosas,"

"Entiendo," dijo Mikhail después llamar al mesero.

Ordenó un Martini seco para él y un Manhattan para Jun.

Mikhail lo miró por unos largos segundos, le atraía mucho su apariencia y personalidad. La verdad era que le gustaba bastante el chico, pero no había tenido la oportunidad de coquetear con él. Esa era apenas la tercera vez que se veían.

"Entonces, cuéntame..." dijo Mikhail mientras preparaban los tragos. "¿Cómo van los dibujos?"

Jun se sonrojó, no esperaba aquella pregunta y se percató de que tenía semanas sin agarrar un pincel.

"La verdad es que no he vuelto a dibujar desde el día que nos encontramos en el parque."

"Wow, ¿en serio?" Preguntó Mikhail sorprendido. "¿Tan ocupado has estado?"

"Sí..." dijo e inmediatamente recordó las intimidades con Brendan. Se sonrojó y tomó un sorbo de su trago. "Han sido unas semanas muy ajetreadas."

"Lo entiendo, las mías fueron parecidas. Tampoco pude dedicarle mucho tiempo a mis proyectos personales."

"... Que mal," respondió Jun simpatizando. "Quizás deberíamos—olvídalo, suena ridículo."

"No, no... cuéntame," Tomó su mano. "¿Qué ibas a decir?"

Jun se exaltó un poco ante el movimiento, no se sentía asqueado pero tampoco completamente cómodo.

"Por un momento pensé que sería buena idea juntarnos cada cierto tiempo y dedicárselo a nuestro arte." Dijo sonriendo, tomando la oportunidad para agarrar su trago y así alejar su mano del Alfa. "Los fines de semana, por ejemplo. Podríamos tomar un día,"

"Eso suena genial, deberíamos hacerlo." Sonrió brillantemente. "Empecemos mañana."

"¿Eh?"

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora