Capítulo 106: Decisión

2.7K 392 101
                                    

Brendan entró al estudio y se encontró con los ansiosos ojos de dos Omegas. Los ignoró y se sentó de forma casual en un sofá.

La verdad era que no entendía a qué se debía la extraña intervención de su familia.

Su abuelo estaba sentado tranquilamente—bebiendo su café, mientras que Donatella se encontraba de pie y vibraba con intranquilidad.

"Entonces... lo encontraste." Habló Ambrose, rompiendo el silencio. "¿Junne... está bien?"

"¿Por qué? ¿Piensas que le haría daño?" Contestó en un tono audaz.

"Brendan." Su padre replicó, enviándole una advertencia. "La pregunta es válida después de todo lo que hiciste para encontrarlo."

"Por supuesto." Se mofó el Alfa de forma sarcástica, ante su esperada intervención.

"El chico está bien. Dejen de discutir," Dijo Salvatore esta vez, indiferentemente—acostumbrado a sus discusiones.

Brendan se acomodó elegantemente en su asiento, pero el movimiento lo hizo ver inquieto y llamó la atención de algunos en el lugar.

La realidad era que no quería estar allí, no podía dejar de pensar en Jun y prefería estar junto a él. A pesar de que ahora estaban en el mismo espacio—quería volver a la habitación y confirmar que lo esperaba donde lo había dejado.

Quizás sí debí traerlo a esta parte de la mansión después de todo.

Exclamó internamente, y nuevamente reflexionó en lo malhumorado que estaba el Omega, y que de alguna forma trataría de mejorar su ánimo—ya que parecía estar más sensible que de costumbre.

Extrañamente, sentía una extraña necesidad de cumplir con sus caprichos y protegerlo, algo que no le sucedió antes de que huyera—al menos no con tanto afán. Estaba seguro de que probablemente se debía al cambio en su aroma. A pesar de la irregularidad que presentaba, ahora era más intenso, cálido y seductor.

El Alfa le envió un mensaje a uno de sus hombres para que se aseguraran de que Jun obtuviera lo que quisiera, para así también ayudarlo a que pasara el tiempo distraídamente en el cuarto.

"¿No ven lo distraído que está con ese... Omega?" Intervino su abuela esta vez. "Si es que de verdad lo es."

"Oh... sí que lo es." Respondió con una pícara mirada haciendo que su abuela se abochornara.

"... Esto es ridículo." Espetó la mujer, desconcertada. Miró a Salvatore a la expectativa, pero no recibió apoyo. El contraste marital entre sus padres y abuelos era aparente.

"¿Puedo... visitarlo?"

Brendan se giró a ver al dueño de la voz con curiosidad, ya que Noah raramente estaba entre ellos. Usualmente, evadía interactuar en reuniones de ese tipo, donde asistía toda la familia.

"Claro." Guardó su teléfono luego de recibir confirmación de que habían entendido su orden. "... Podrán verlo a partir de mañana."

"¿Es en serio? ¿A caso piensas que alguien aquí le hará algo a ese Omega porque es Luna Llena?" Refiriéndose a los Alfas en la mansión. Esta vez su primo lo miraba de forma cómica, no obstante se notaba que estaba curioso por ver al motivo de todo el alboroto y qué reacción generaría en el Alfa. Era probable que deseara descubrir si Jun era su debilidad, para provocarlo y meterse debajo su piel.

"Sí. Tú no me das confianza." Respondió, casualmente.

"¿Qué... dices?" Raffaele titubeó, y miró a su abuelo de reojo, apurado. Una acusación de ese tipo era considerada una tremenda falta de respeto en su familia—nadie debía desear lo del otro. "Tienes mucha fe en su apariencia."

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora