Laureles y Peonías

Capítulo 19: Perdidos en el Placer

Jun se acercó a la oficina y tocó suavemente en la puerta.

"Pasa." Dijo una voz profunda y varonil. 

Entró ignorando la mirada del guardaespaldas, quien lo observaba curioso. Estaba seguro de que era uno de los que estaban en casa del Alfa aquella vez.

Cerrando la puerta detrás de él, pudo ver al Alfa parado sirviéndose un trago, su chaqueta estaba en un costado de su silla y su corbata desatada le colgaba del cuello.

Se dirigió al sillón frente a su escritorio con un trago de whisky en su mano, y se sentó elegantemente. No dijo nada, pero era obvio que esperaba que Jun hiciera lo mismo—así que se sentó frente a él en el sofá, puso el informe en la mesa y luego colocó sus manos en su regazo, un tanto nervioso.

"¿Cómo te fue con el concurso?" Preguntó, mientras lo miraba de pies a cabeza.

"Hmm... hubo un problema."

Brendan quien iba a dar un trago de su exquisito licor, se paró de inmediato, y lo colocó en la pequeña mesa que tenía en frente.

"Hubo un problema..." Repitió el Alfa mirándolo intensamente.

Jun estaba sudando frío, su cuerpo siempre reaccionaba al estar cerca de él, no obstante su sensibilidad en ese momento era diferente. Se sentía intimidado y el aire se sentía pesado.

"Sí," Se encogió de hombros, haciéndose más pequeño. "No pudimos llegar a un acuerdo en cuanto a los concursantes."

Por alguna razón sentía que si hablaba de Evandro eso haría enojar aún más al Alfa, así que decidió obviarlo. Pensó que sería mejor si se lo contaba luego.

"¿Por qué?" Inquirió, sin quitarle los ojos de encima. "¿No le gustó ninguno a Pierre?"

"Más bien fue Charles quien... estuvo en desacuerdo."

".... ¿Charles?" Enunció, como si no reconociera el nombre. "¿Y desde cuándo su opinión se ha vuelto tan importante, que se debe atrasar el lanzamiento de la campaña aún más porque el está en desacuerdo?"

Jun lo miró porque a pesar de que no aumentó el tono de su voz, se podía escuchar lo irritado que estaba.

"Llegamos a la conclusión de que sería mejor hablar con usted, ya que no pudimos llegar a un acuerdo."

"... Ya veo."

Brendan no le quitaba los ojos de encima, miraba sus labios, luego su cuello y sus caderas. El Alfa miró su reloj por un momento y sonrió levemente. "Aún hay tiempo, así que... ven aquí."

En el sofá no había suficiente espacio para que otra persona pudiera usarlo, así que era obvio que el Alfa quería que se sentara en sus piernas.

No respondió verbalmente, pero se paró de su asiento y se acercó sin pensarlo dos veces. Parado frente a él, se perdió en esos ojos dorados que brillaban como gemas, pero su intensidad parecía que quemarían como el sol.

Brendan se removió la corbata y la colocó a su lado. Agarró la muñeca de Jun y empezó a acariciarla haciendo movimientos circulares en ella, haciendo que se estremeciera.

"Hm..."

Posteriormente, acarició su antebrazo, y lo agarró de sus caderas.