Laureles y Peonías

Capítulo 6: El Chico del Traje Gris

Ya había pasado una semana, la fiesta estaba en boca de todos, ya que los tabloides se desbordaron escribiendo historias del evento, y un montón de fotografías fueron publicadas.

Jun fue el tema de conversación en muchas de ellas, querían saber quién era debido a que se pasó la noche entera al lado de Brendan, se preguntaban cuál era la relación entre ellos.

El cautivante chico del traje gris. Le llamaban.

Jun se sentía un poco incómodo debido a las miradas que recibía en la oficina, pero decidió ignóralos, incluyendo las preguntas un tanto personales de algunos.

¿Qué demonios les hizo pensar que salgo con Brendan?

Pensó, no podía entender por qué había tal malentendido, no es como si hubiesen actuado como pareja—o como si fueran cercanos. Todo fue muy profesional.

Había un alboroto porque Brendan se iba a instalar en una de las oficinas de su piso, y eso los tenía un tanto nerviosos. Aparentemente, el edificio completo ahora le pertenecía a Russeau & Andriano y le estaban haciendo algunas remodelaciones al lugar, así como también el traslado de otras empresas y empleados del mismo conglomerado.

El edificio empezó a verse muy elegante y pulcro, Jun admitió. Brendan había llegado hace unas horas y se encontraba dentro de la oficina principal charlando con Rudolf, el previo CEO.

La puerta se abrió en ese momento y Rudolf salió de la oficina con Brendan detrás de él. Sacudieron sus manos en forma de despedida y Rudolf se retiró con una sonrisa de satisfacción en su cara.

Brendan miró a su alrededor y, Jun tuvo el sentimiento de que sus miradas se cruzaron por un momento. El Alfa se volteó y entró a su oficina cerrando la puerta detrás de él.

"No me canso de mirarlo, como puede ser así de guapo." Dijo una de sus compañeras.

"Si, pero debo admitir que su mirada da un poco de miedo," dijo alguien más.

"Dicen que él es uno de los mejores en cuanto al control de feromonas,"

"Él siempre huele muy bien,"

"Tienes razón."

"Es tan perfecto," dijo un Omega mientras miraba a Brendan que se encontraba en su oficina.

Las paredes eran de cristal, por lo que se podía ver claramente todo lo que pasaba dentro. En este caso, Brendan estaba parado detrás de su escritorio, de espaldas, mientras hacía una llamada.

Jun estaba a un lado preparándose una taza de té mientras escuchaba la conversación y ya se sentía un poco fuera de lugar. Los Alfas reciben mucha atención, pero nada se compara con la de un Alfa dominante. Los tratan como dioses.

Jun caminó hacia la pequeña oficina que compartía con Charles —el gerente general. Solo una pared los dividía. Al frente había un escritorio vacío donde se suponía que debía haber una secretaría.

Se sentó en su escritorio y empezó a trabajar en los documentos más importantes. Extrañamente, no encontró ningún trabajo extra asignado por Charles así que exhaló relajado.

Hubo un sonido en su teléfono al recibir un mensaje. Tomó su celular y se dio cuenta de que era su hermano mayor, con el que se mantenía en contacto de vez en cuando.

"Manon preguntó por ti hace unos días,"

Jun no pudo evitar reírse porque su hermano siempre iniciaba la conversación con un pretexto, como si el contactarlo no fuera una decisión que él haya tomado—o preferido.