Brendan miró su cara que se encontraba enrojecida y, sus ojos azules, intensos y brillantes—desbordados de lujuria.
Sacó su miembro lentamente solo dejando la punta en su entrada y, observó las expresiones en su cara a medida que lo entraba completamente y se perdía dentro de él.
"¡Hmm...!"
El Alfa se retiró un poco, y posteriormente lo enterró de golpe otra vez, haciendo que gritara de placer.
"AHH..."
Sonrió maliciosamente y, empezó a moverse más rápido con cada estocada, sin darle tiempo a que procesara lo que estaba sucediendo.
Sus gemidos se volvieron más y más escandalosos. Sentía dolor y placer al mismo tiempo cada vez que lo penetraba con tanta fuerza—esa sensación lo volvía loco.
"Más—despacio, por favor...ah."
"Dices eso, pero continúas moviéndote como una puta en celo."
"Uhh no, Brendan...ahhh, espera."
El Alfa metió tres de sus dedos en su boca y Jun no dudó en lamerlos gustosamente mientras gemía, líneas de saliva salían de las esquinas de su boca ante su ofuscación. Con sus sentidos perdidos en algún lugar, estaba en un trance, sus labios decían una cosa pero su cuerpo hacia otra.
"Hng, hmm..." El Beta sollozó.
"No te preocupes," Expresó en un tono de burla. "Pronto tendrás en tu boca algo aún más delicioso."
Tembló al entender lo que insinuaba. El hombre sacó sus dedos, y Jun se acercó a él, aferrándose a su cuerpo mientras lloriqueaba. Mientras el Alfa solo continuaba embistiéndolo sin piedad.
Brendan recorrió su hombro con su boca, seguido de su lengua y luego con sus caninos. Tembló al sentir esos dientes afilados.
El Alfa mordió con fuerza justo donde empezaba su cuello—pudo sentirlo tensarse, y seguidamente escuchó un fuerte y ahogado gemido salir de sus sensuales labios.
Su cuerpo comenzó a vibrar con un inmenso orgasmo que subió por la planta de sus pies hasta su miembro, pero no salió nada.
El Alfa se percató de que el Beta había tenido un orgasmo seco.
"¡Ahhh! Qué está—¿qué está pasando? Tengo miedo...." Sollozó, su voz estaba ronca y temblorosa.
"Cálmate, y solo disfruta." Susurró en su oído.
Aún se encontraba aturdido, mientras el Alfa lo recostaba completamente en la cama—colocando una de sus piernas sobre su hombro para llegar más profundo. Observando cómo el placer lo consumía, movía sus caderas—una y otra vez—sin pausa.
"Hng, ah... Ahh."
Su libido estaba por las nubes y aunque quisiera no podría detenerse. Era como si se hubiese despertado una bestia latente, que incluso él no reconocía.
Tenía mordidas en diferentes lugares de su cuerpo, lo cual sorprendió a Brendan porque no acostumbraba a dejar marcas en sus juguetes. Y en un Beta no tendría sentido—quien en ese momento lo miró con ojos llorosos y enrojecidos. Sus labios temblaban, de su boca solo salían gemidos, y palabras inaudibles.
Jun acercó su cara al brazo del Alfa, el cual estaba a su costado y restregó su mejilla como si fuera un pequeño y bonito gatito buscando desesperadamente un poco de calor.
Brendan solo lo miró, sus ojos llenos de interés en ese Beta, que solo continuaba sorprendiéndolo.
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Laureles y Peonías
RomantikDespués de prácticamente ser ignorado por su familia por ser Beta, Junne se muda a otra ciudad para comenzar una nueva vida lejos de ellos. Pero al tratar de vivir tranquilamente, llama la atención de un Alfa dominante que está más que dispuesto en...