Capítulo 109: Aliados

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Los días pasaron con una continua tranquilidad, y extrañamente, su humor había mejorado. Al igual que sus malestares, los cuales se habían calmado de forma significativa y eso lo aliviaba a pesar de sus circunstancias.

"Recuerda que no puedes comer demasiado tiramisú, y si lo haces, asegúrate de que los ingredientes sean pasteurizados." Dijo su amigo en el teléfono, llamando su atención y sacándolo de sus pensamientos. El Omega se había pasado desde que inició la llamada, dándole consejos para una dieta adecuada, luego de Jun confesar sus antojos.

"Lo sé, solo comí una pequeña porción."

"Bien." Kayden estuvo callado por breves momentos. "¿Qué hay del Alfa? ¿Te trata bien? No te ha hecho nada, ¿verdad?"

Extrañamente, su amigo nunca volvió a tocar directamente el tema de su posible huida o de los planes que había mencionado, luego de que Brendan lo había encontrado—y se preguntaba por qué. Era como si no quisiera hablarlo por teléfono.

"No ha pasado nada malo. Solo... no me deja salir de la mansión."

"Alfas." Kayden chasqueó su lengua. "Eso es un problema."

"Sí."

"Oye... Si te hace algo debes decirme inmediatamente, ¿está bien?"

"¿Algo como qué? ¿Agredirme?" Su amigo se mantuvo en silencio, lo cual confirmó su sospecha. "No creo que me haga daño, él—"

"No digas eso. Los Alfas son buenos manipuladores y su humor cambia tan rápido que te tomaría desprevenido." Exasperó. "No te confíes tanto, Junnie. A caso, ¿ya te rendiste?"

"No, claro que no." Respondió genuinamente. "... Kay, ¿está todo bien?" Algo le decía que el comentario estaba relacionado con algo más.

Kayden suspiró con evidente cansancio. "Lo siento por hablarte así. He estado un poco estresado estos días,"

"Lo entiendo. Pero dime, ¿por qué no respondías ninguno de mis mensajes o llamadas? Estuve preocupado," Su amigo desapareció completamente por más de una semana y se sintió frustrado por no tener otra forma de verificar cómo estaba. 

"Solo tuve que solucionar algo, pero ya todo está bien."

Su respuesta le recordó a lo que había sucedido una vez salieron de la escuela y su amigo se fue del país. No lo vio durante años, y por alguna razón estaba muy misterioso acerca de lo que hacía en Francia—residencia que ahora también dudaba que existiera, no sabía si realmente estuvo allí. Kayden le confesó hace unos años que pudo evadir un matrimonio arreglado por su familia, sin embargo, algo le decía que había otros detalles importantes que desconocía.

"No entiendo por qué me ocultas tantas cosas. Por casualidad, ¿no confías en mí?"

"Por supuesto que confío en ti. Ese no es el problema,"

"¿Entonces qué sucede? ¿Qué no me estás contando?"

"Prometo que te diré todo cuando nos volvamos a ver." Explicó en un suave tono de voz. "En persona."

Jun estuvo pensativo por breves momentos, era la segunda vez que le daba esa excusa. "... Okay."

"Dime, ¿Jonathan no te ha contactado?" Su cambio de tema era obvio, pero no le reprochó.

"Me envió varios mensajes, pero no respondí."

"Está preocupado, me llamó para comprobar que estuvieras bien. ¿Por qué no le contestas?"

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora