Capítulo 136: Cambios de Humor

1.9K 272 29
                                    

Jun observó el panorama y lo surrealista que era todo. Ya había cumplido siete meses de embarazo y afortunadamente la atmósfera seguía sumergida en una buena serenidad.

Su mejor amigo estaba sentado a su lado y Ambrose se encontraba dentro de la residencia asistiendo a algunos invitados—ya que su Alfa tenía una reunión de negocios en su estudio. Al parecer la visita de Nolan no era simplemente cordialidad o placer, sino también negocios y se encontraba acompañándolo.

Había una extraña tensión en el aire ese día y Jun sabía que probablemente se debía a los problemas que había experimentado la empresa últimamente. Algo que inició desde hace meses, cuando fue acusado de la filtración.

"¿Crees que haya pasado algo más?"

"¿Hm?" Kayden lo miró confundido.

"Con la empresa. Luego del escándalo donde se habló de los negocios ilícitos... y todos esos artículos—se siente como si hubiese una persona tratando de perjudicar a Brendan."

Su amigo se quedó en silencio por varios segundos, pensativo. "Una familia como los Russeau debe tener muchos enemigos."

"... Cierto." Jun miró nuevamente el escrito hablando de Brendan y los cuestionamientos a su persona y la legitimidad de sus negocios. "Pero esto parece ser personal."

"¿Estás preocupado?"

Jun no podía mentirle, sabía que Kayden vería a través de su fachada. "Sí." Suspiró. "No me gusta verlo enfadado. Y siento que empeorará las cosas si termina manejando la situación como realmente quiere. Brendan es un tanto impulsivo, hace las cosas a veces sin importarle las consecuencias y no quiero que se meta en problemas."

"Cierto. Pude notarlo luego de tu huida... sus amenazas eran sumamente bizarras."

Jun lo miró un tanto avergonzado. "¿Qué te hizo?"

Kayden sonrió sutilmente. "Nada. Creo que solo quería asustarme, se rindió cuando entendió que no diría nada." Acarició su cabello suavemente. "Nunca traicionaría a mis amigos."

"Lo sé." Apretó la mano de su amigo con firmeza. "... nunca lo perdonaría si te hace daño."

"Tal vez por eso no lo hizo."

"Quizás." Jun suspiró.

Kayden miró en la distancia, a medida que la seguridad en el lugar transitaba. Estaba compuesta mayormente por Alfas, y conversaban casualmente—riéndose de los comentarios del otro.

"... No confío en los Alfas." Comentó, sin alejar su vista de los fornidos hombres. "Pero puedo ver cómo él te mira y quiero creer que estarás bien. Ahora, si te hace algo—"

"Serás el primero en saberlo si algo sucede." Jun sonrió cálidamente. "Sin embargo, tengo la confianza de que estaré bien. Él es diferente ahora."

"Entiendo." Kayden se mantuvo callado por varios largos momentos. "Espero que tengas razón."

Jun se acomodó en su asiento, tocó su panza y sonrió al sentir a los bebés agitarse.

"Se están moviendo." Celebró y miró a su amigo con una tierna sonrisa. "¿Quieres sentirlos?"

"¿Yo?" Kayden pareció titubear por un momento, por lo que Jun tomó su mano, y la colocó suavemente sobre su vientre.

Los chiquillos patearon su interior con entusiasmo y ambos se rieron. Su amigo tenía los ojos aguados al observarlo, y movía su mano con mucha delicadeza—como si cualquier movimiento erróneo le haría daño.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora