Capítulo 45: El invitado

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A medida que Jun caminada junto a Brendan y lo veía saludar a sus conocidos—sentía como su fiebre aumentaba. Su garganta estaba seca y ningún trago calmaba su sed. Tocó el brazo del Alfa para así llamar su atención y este lo miró después de unos segundos.

"¿Qué sucede?" Preguntó inclinándose.

"... No me siento bien."

Brendan lo observó—enfocándose en su cara—y Jun pensó que probablemente se veía un tanto extraño. El Alfa se volteó hacia sus conocidos y sonrió.

"Nick, Felix. Fue un placer hablar con ustedes, pero ya debo retirarme. Espero volver a verlos pronto,"

"El placer es nuestro. Te voy a enviar los detalles del chico que mencioné, que te va a gustar."

"Lo esperaré."

El hombre había tratado de presentarle uno de sus modelos durante toda la conversación,
diciendo que tenía mucho talento para la actuación y no paró de resaltar su apariencia.

Brendan caminó hacia la salida y le hizo una seña a alguien en la multitud. Jun miró y pudo ver a Aris acompañado de Caín mientras sé acercaban, a su lado había varios chicos y una hermosa chica de ojos oscuros como el chocolate—con un hermoso cabello largo y rubio. Todos parecían ser Omegas.

Continuaron avanzando y no se detuvieron hasta que salieron del lugar. Había grandes grupos de personas tratando de entrar al evento, y otros salían de autos caros y lujosos, ya que a penas acababan de llegar.

Brendan llamaba la atención de todos mientras pasaba, muchos probablemente buscando la manera de acercarse y hablarle. Sus amigos también eran parte del espectáculo, siendo Aris el único que devolvía las miradas y sonrisas que le lanzaban algunos.

A medida que pasaban los minutos, Jun se sentía despistado y solo quería llegar a una suave y limpia cama para así descansar—sus síntomas empeoraban y empezaba a sentir un cosquilleo en su estómago. Sin embargo, quería estar con Brendan. Su cuerpo lo seguía por cuenta propia y su mano estaba caliente y acalambrada al sentir su tacto. Brendan había agarrado su mano para así guiarlo fuera del salón y a pesar de que ya estaban fuera, aún no la había soltado.

Jun podía sentir la mirada de alguien fija en su espalda, pero no volteó a mirar, que estaba seguro de que la animosidad provenía de uno de los amigos de Brendan.

Se detuvieron frente al lujoso auto del Alfa, el cual estaba aislado de los demás junto a dos lujosos carros más. Parecía ser un espacio exclusivo para cierto grupo de personas. Uno de los carros llamaba mucho la atención—era dorado y parecía que lo habían comprado meras horas atrás. Aris continuó caminado y se detuvo frente al ostentoso vehículo y Jun no estaba sorprendido en lo absoluto porque era totalmente su personalidad.

Dos chicos se unieron a Aris, la chica se fue con Caín y un bonito Omega con el cabello ondulado y ojos verdes se quedó atrás, junto a Jun y Brendan.

El Alfa soltó su mano y se dirigió hacia el lado de conductor de su carro. Jun frunció el ceño y observó su mano, pensativo, al perder la calidez del Alfa, pero recobró sus sentidos rápidamente.

"Hoy haremos algo un poco diferente," Brendan sonrió y lo miró fijamente a los ojos. "Entren... ambos."

El chico pasó por su lado y chocó bruscamente con Jun para así sentarse en el asiento del copiloto. Jun no trató de reclamarle y simplemente entró al auto y se sentó tranquilamente en el amplio asiento trasero.

El Omega trataba de romper el hielo y llamar la atención de Brendan haciéndole preguntas innecesarias. Diciendo que estaba feliz de que lo haya elegido, y de lo emocionado que estaba.

Jun estaba confundido, no entendía por qué Brendan había traído al chico y mucho menos por qué los tres iban de camino a su propiedad. Después de visitar el lugar tantas veces, ya prácticamente conocía el camino.

Pasaron el portón, y se detuvieron frente a la enorme y elegante propiedad—donde varios guardaespaldas merodeaban. Jun aún se sorprendía con la gran cantidad de seguridad que tenía el Alfa. Incluso en el trabajo había al menos cinco guardaespaldas esparcidos por el edificio, sin contar a Samuel y Kevin—y la seguridad del edificio. Es decir, era un hombre muy reconocido y poderoso, además de ser un Alfa dominante, pero a veces pensaba que era un poco exagerado.

Brendan salió del auto y el Omega siguió sus pasos. Jun salió lentamente, tratando de no tropezar y caer debido al estado en que se encontraba. Quizás era porque estuvo estático sentado en el vehículo por al menos veinte minutos, pero los síntomas parecían haber empeorado—bastante.

"¿Qué haces?"

"Uhm... creo que el alcohol se me fue a la cabeza." Respondió apenado después de unos segundos.

La grave voz de Brendan lo hizo reaccionar y se dio cuenta de que estaba recostado del auto, con la cabeza inclinada e inmóvil. No había dado un solo paso para entrar a la casa y por su postura cualquiera pensaría que no planeaba hacerlo.

El chico giró los ojos, irritado ante su respuesta, y era obvio que preferiría que Jun no estuviera allí. Seguro creía que era una actuación para llamar la atención del Alfa. Jun notó que Brendan no le había dirigido la mirada por un solo momento al bonito chico desde que se fueron del evento y eso lo hacía feliz.

Brendan se acercó a Jun mientras estaba distraído y lo levantó con sus fuertes y gruesos brazos—para así llevarlo cargado.  Jun tuvo un sentimiento de Déjà vu por un momento y luego recordó que algo así ya había pasado anteriormente.

"¡Espera! ¡Ah—yo puedo caminar!"

"Evidentemente." Respondió sarcásticamente.

Dejó de moverse al darse cuenta de que no podría zafarse de su agarre y permitió que lo llevara dentro. Pudo ver algunas reacciones entre los empleados, algunos se veían sorprendidos y otros—extremadamente confundidos.

¡Agh, que vergüenza!

Jun podía escuchar pasos detrás, de ellos, y pensó que probablemente provenían del chico que Brendan había traído.

Entraron a su recámara y Brendan lo lanzó bruscamente en la cama. Jun soltó un quejido, y se sentó rápidamente. Su piel le ardía y estaba seguro de que debía tener una fiebre de al menos 40 °C.

Jun observó al chico, quien entró al cuarto con una bonita, pero forzada sonrisa en su cara, la cual estaba extrañamente sonrojada. Parecía estar confundido con la situación, al igual que Jun.

"¿Qué hacemos aquí?" Preguntó, mirando a Brendan preparar un trago.

"Deberías saber, ya has venido varias veces."

Jun frunció el ceño, enojado.

"...me refiero a los tres. ¿Por qué lo trajiste a él?"

"Lo había olvidado." Sonrió y miró al Omega por primera vez esa noche—delante de Jun al menos. "El invitado de esta noche."

El chico sonrió hermosamente al recibir su atención y Jun pudo jurar que incluso su sonrojó se profundizó y luego lo entendió—el Omega estaba en celo.

"Si," respondió fingiendo timidez y con las pupilas dilatadas. "Mi nombre es Oliver."

"¿... Brendan?" Cuestionó nuevamente. Sintiéndose peor a medida que pasaban los minutos.

"Oliver nos acompañará esta noche." Respondió indiferente.

"Oh..."

Las palabras se sintieron como una puñalada en el pecho. Llegó a pensar que quizás no era el único con sentimientos encontrados—tenía esperanzas, y le dolió confirmar que no era recíproco.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora