Jun abrió los ojos al sentirse un tanto incómodo, las sábanas que usualmente eran suaves se sentían pegajosas. Su piel ardía y el dolor en la parte baja de su abdomen volvió y a pesar de ser momentáneo—la intensidad lo había despertado. Miró a su lado, encontrándose con una cama vacía. Recordó que Brendan tuvo que ir a la empresa debido a una importante reunión y suspiró, ya lo extrañaba.
Miró hacia las cerradas cortinas, y tuvo un vistazo del bonito día—la claridad del exterior se filtraba por las brechas de las ventanas, ligeramente iluminando el lugar. El reloj marcaba las once de la mañana, y se lamentó, puesto que acostumbraba a levantarse temprano.
Con esfuerzo, se sentó al borde de la cama y espiró lentamente. Se paró, tambaleándose levemente y se sostuvo de la mesa de noche. Una vez su mente se aclaró, caminó hacia el baño.
Tomó lentamente una ducha, sintiéndose un poco mejor al sentir la temperatura del agua fría en su piel.
Luego se cambió de ropa—a una casual, como acostumbraba. Sintiéndose mejor, se dirigió al comedor—sabiendo que encontraría a Ambrose allí, y poco probable a Kayden a pesar de lo tarde que se había levantado. Su amigo se demoraba despertarse—no era una persona mañanera, por lo que probablemente aún estaba dormido.
"Junne, corazón." Escuchó al Omega decir y sonrió cálidamente. "Por poco te pierdes el desayuno."
Jun se acercó donde estaba, y Ambrose inmediatamente lo guio a una de las sillas, para que estuviera más cómodo. Jun tomó un vaso de agua, y suspiro aliviado al sentir el líquido bajar por su garganta.
"¿Has visto mi celular? No pude encontrarlo en la habitación." Preguntó tocando su vientre con movimientos circulares.
"Hmm no," Ambrose se veía pensativo a medida que organizaba la comida. "¿Revisaste la sala? Quizás lo dejaste allí ayer luego de dibujar."
"Ahh cierto."
"Le diré a una de las chicas que te lo traiga."
"Gracias."
Jun quería llamar a Alessio para una revisión fuera de horario, ya que ciertamente el dolor se había vuelto más frecuente.
A penas el día anterior tuvo la incomodidad y debió admitir que le estaba causando un poco de ansiedad.
Al paso de breves minutos, frente a él había un plato de panqueques con mantequilla de maní recién hechos, y sonrió al recordar a su hermano menor—quien se había retirado con su mamá al apartamento donde residía temporalmente.
Se preguntó cómo estaban, ya que no hablaba con ellos desde hace unos días y prometió que llamaría luego. No tocó el plato, debido a que no tenía apetito.
"¿Te sientes bien?" Preguntó Ambrose, mirándolo con ojos preocupados. "Te ves algo pálido."
"Me desperté un poco indispuesto, pero ya estoy mejor."
Ambrose se sentó frente a él y acercó su silla.
"¿Algún malestar en específico?" Insistió. "¿Dolor?"
"Sí, pero ya pasó. Me sentí un poco mareado y con fiebre."
Ambrose acercó su palma viéndose preocupado, colocándola contra su frente.
"Tu temperatura está bien ahora." Pareció hablar para sí mismo y se paró de repente. "Buscaré un termómetro, vuelvo en unos minutos."
Salió y lo dejó con una de las empleadas, quien lo miró nerviosamente, por lo que le sonrió. "¿Podrías traerme mango rebanado?" Pidió luego de recorrer con su mirada la comida en la mesa.
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Laureles y Peonías
RomanceDespués de prácticamente ser ignorado por su familia por ser Beta, Junne se muda a otra ciudad para comenzar una nueva vida lejos de ellos. Pero al tratar de vivir tranquilamente, llama la atención de un Alfa dominante que está más que dispuesto en...