Capítulo 58: Prejuicios

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La noche avanzó tranquilamente. Los Alfas conversaban mientras los Omegas solo sonreían, agregando comentarios superficiales—lo que dejaba en evidencia que los temas a discutir no eran su fuerte, así que simplemente continuaban comiendo de sus platos elegantemente.

El único que se atrevía hablar era Aidan, quien liberaba un aire de confianza y parecía que muchos en la mesa lo respetaban hasta cierto punto. A excepción de los dos Omegas que Jun había conocido en el jardín—Josua y Riz—y al igual que sus compañeros. Jun no entendía a que se debía la actitud tan despectiva del grupo.

Josua estaba sentado al lado de Franco, y no paraba de tocarlo de forma seductora y un tanto exagerada. Lucia—la madre de los gemelos—se veía incómoda y evitaba mirar en su dirección.

Riz miraba a Jun con animosidad, al lado de Raffaele—quien parecía ser su acompañante, pero Jun pudo notar las miradas acaloradas que le lanzaba a Brendan.

Increíble.

Aidan continuaba hablando animadamente, esta vez con su padre—Salvatore. Quien lo escuchaba con interés mientras hablaba de nuevos proyectos y experimentos musicales. Franco solo giraba los ojos—un tanto cabreado, ya que al parecer no le interesaba la conversación.

Dante hizo algunos chistes, y esta vez fue Noah quien se veía desinteresado, y solo bebía de su copa de vino—bastante distraído.

Jun se exaltó al sentir un apretón en su rodilla—sintiéndose aliviado al saber que era Brendan. Lo miró y sonrió cálidamente, luego continuó devorando su comida tranquilamente.

Sus mejillas estaban muy sonrojadas. Entendió que debía parar de observar a los demás y prestar más atención a la conversación.

Salvatore se rió ante un comentario de Aidan y luego aclaró au garganta.

"Brendan," Dijo mientras miraba en su dirección. "Preséntame a tu invitado... estaba tan distraído que por un momento olvidé los buenos modales."

Brendan aun tenía su mano en su pierna, lo que hacia que Jun sintiera el área calentarse ante el contacto. Ignoró el sentimiento y miró a Salvatore con una leve sonrisa en sus labios.

"Este es Junne Castillo. Es el Director de publicidad y mercadeo—y también mi secretario... temporal." Agregó, dándole un suave apretón.

"Es un placer conocerlo, Señor Salvatore." Expresó Jun sinceramente. "Su reputación le precede."

"Es así..." Comentó el Alfa, con una expresión de interés y picardía en su rostro. "¿Y cuál es mi reputación?" Preguntó en un tono mordaz.

Algunos en la mesa se rieron ante la pregunta—la risa de Josua y Riz se escuchó con más fuerza. Al parecer pensaban que Jun solo lo elogiaba para así ganarse su favor, y no sabría como responderle al impetuoso Alfa.

"En mis clases de negocios, uno de los ejemplos que se mencionaban eran las empresas Russeu&Andrianno." Jun lo miró fijamente, pero con respeto. "Usted empezó a invertir en proyectos de los que nadie tenía esperanzas y solo después de usted apoyarlos, pudieron zarpar y ser ahora uno de los mejores en cada área. Piedras preciosas, tecnología, medicina—sólo para mencionar algunas. Su empresa es una de las pocas con conocimientos en amplios y diferentes campos. Son considerados grandes inversionistas, y una de las familias más influyentes y valoradas en los negocios."

Salvatore sonrió, y Jun tomó su silencio como aviso para que continuara. Aidan tenía una extraña mirada en su rostro, y Ambrose parecía estar orgulloso a medida que hablaba.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora