Jun sollozó a medida que el Alfa movía sus caderas con precisión, golpeando aquel punto en su interior que descontrolaba su cuerpo. Abrió aún más sus piernas para darle bienvenida a su invasión, totalmente envuelto en la locura.
"Ahh, bésame..." Rogó con ojos llorosos, en un trance mientras observaba el miembro del Alfa entrar y salir de su abertura.
"Mis labios están aquí." Brendan se rio y sostuvo sus mejillas entre sus manos para luego besarlo acaloradamente. El sonido del lujurioso beso y de sus violentas estocadas era lo único que se escuchaba.
Los gemidos ahogados de Jun crecían a medida que el Alfa aumentaba la velocidad. Alejó sus labios al sentir una corriente eléctrica recorrer su cuerpo y dirigirse con vigor a su miembro. Brendan besó repetidamente su cuello, dejando chupones y mordidas en su camino, específicamente en el área que había generado tanta discordia hace unos días.
"Ahhhh," Jun llegó al orgasmo al sentir los colmillos del Alfa enterrarse en su piel con tanta fuerza, que sus ojos se blanquearon.
Su cuerpo se estremecía violentamente mientras el placer circulaba con intensidad. Brendan continuó moviéndose y disparó sus semillas dentro de él como si supiera que era lo que necesitaba, y Jun suspiró complacido al sentir el calor llenar su interior.
La respiración entrecortada de ambos era lo único que se escuchaba una vez que descansaron por unos minutos, sus cuerpos entrelazados sin querer perder el contacto. Se habían comportado como si hubieran estado en abstinencia por un largo tiempo y finalmente habían obtenido la dosis para eliminar sus ansias. Sus músculos y ansiedad se disiparon al finalmente obtener lo que su cuerpo les pedía desde hace días.
Brendan trató de sacar su miembro, pero Jun lo detuvo, situando sus piernas alrededor del Alfa y moviendo sus caderas lascivamente para provocar una reacción. Luego se acercó y lamió sus labios eróticamente, sintiendo como el grande y venoso miembro aumentaba su tamaño en su interior.
"Más... hmm, yo quiero—¡ah!"
"Cazzo!" mierda*
Brendan agarró sus piernas y cambió su posición, colocando a Jun en la orilla de la cama, lo cual daba mejor acceso a su punto más sensible y permitiéndole ir más profundo. Jun sollozó al recibir una vigorosa estocada.
"¿Es esto lo que querías?" Preguntó el Alfa mientras halaba su cabello.
Jun extendió sus brazos y lo inclinó hacia él, uniendo sus labios nuevamente. Había una necesidad en su interior y le urgía más contacto—faltaba algo, pero no sabía qué. Se aferró al cuello del Alfa y lo mordió repetidas veces. El Alfa gruñó al sentirlo y le dio otra violenta estocada, Jun sollozó contra su cuello y luego sintió una plenitud indescriptible. Sus sentidos se distorsionaron y el aire a su alrededor se volvió espeso.
Qué está pasando...
Lloriqueó, esta vez intimidado ante el extraño sentimiento que recorría su cuerpo. Sus latidos aumentaron así como también el inmenso deleite, acompañado de escalofríos, y sentía como perdía el control de su mente a medida que el Alfa continuaba devorándolo.
Sus pupilas se dilataron, y se sentía como si se ahogara, de repente llegó un exquisito aroma como si fuera un golpe para hacerlo reaccionar—cada vez que inhalaba, acaparaba completamente sus sentidos. Nunca había percibido algo tan estimulante, y era bastante abrumador, un olor tan fascinante que solo eso lo hizo eyacular en segundos. Era una fragancia como si se hubiese mezclado el almizcle con sándalo y el toque suave pero picante de la canela— un aroma dulce y leñoso, como un afrodisíaco.
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Laureles y Peonías
RomanceDespués de prácticamente ser ignorado por su familia por ser Beta, Junne se muda a otra ciudad para comenzar una nueva vida lejos de ellos. Pero al tratar de vivir tranquilamente, llama la atención de un Alfa dominante que está más que dispuesto en...