Capítulo 89: Rivales

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Al entrar nuevamente al salón, pudo percibir las miradas curiosas de algunos invitados, pero su único propósito en ese momento era encontrar a Jun entre la multitud.

Con una expresión nivelada, recorrió el lugar con sus ojos y lo vio de pie junto a Kevin cerca de una mesa. Se fijó en como atraía la atención de algunos a su alrededor y esto le dejó un sabor amargo en su boca. Últimamente, se veía más seductor y delicado, y el hecho de que mostraran interés tan descaradamente—sabiendo que era su acompañante, lo tenía un tanto cabreado.

"Debo admitir que tienes buen gusto." Nolan entonó a su lado—claramente refiriéndose a Jun, sacándolo de sus pensamientos.

Brendan lo miró con un rostro inexpresivo—pero sus ojos se agudizaron, causando que su amigo se riera a carcajadas al notar el cambio. Sonido que muy probablemente haya atraído a unos cuántos curiosos. 

Ignorando su reacción, Brendan arregló elegantemente su traje para dirigirse a su destino. Mientras que Nolan caminó hacia un pequeño grupo donde una hermosa pelirroja le brindó una despampanante sonrisa al verlo acercarse.

El Alfa avanzó hacia donde estaba la razón de su enojo y este desvió su mirada—sonrojado, al momento de sus ojos encontrarse.

Sí, hay algo diferente.

Era como si todo lo que hiciera le cautivase—a veces hasta pensaba que era encantador. El pensamiento le generó una contrariedad, ya que no era algo que usualmente le sucedía, y el sentimiento se sentía forastero.

La realidad de la situación era que había bajado su guardia, y parecía que de alguna forma incluso su confianza se inclinaba un poco a su favor, a pesar del poco tiempo que llevaba conociéndolo.

Cruzó miradas con Kevin y este se alejó unos pasos para así darles privacidad.

Brendan se percató de que no tenían tragos en la mesa, solo una botella de agua medio vacía yacía allí. El guardaespaldas no podía tomar en horario de trabajo, por lo que era lógico que no hubiera alcohol a su cercanía. 

Levantó su mano, llamando a uno de los camareros que justo pasaba por el lugar, quien llevaba una bandeja con champaña y tomó dos.

No era muy fan del vino espumoso, pero decidió tomar un poco esa noche. Le pasó una de las bebidas a Jun y este lo miró un tanto avergonzado. Dudó un momento, y luego recibió la copa de su mano.

El Alfa lo observó con perspicacia mientras la aproximaba a sus labios, al ver que no daba un sorbo. Examinándolo con intención, se cabreó aún más al notar las similitudes que había entre los hermanos Fiore. 

Era muy aparente que estaban relacionados—compartían incluso lunares en el rostro, a pesar de que se encontraban en puntos diferentes. El mismo tono de cabello y similar color de ojos. Aunque los de Jun eran más hermosos y cautivadores, ambos eran de un llamativo e hipnotizante azul cielo.

No entendía como lo había podido pasar por alto, ya que era tan evidente. Sin embargo, quizás hubiese creído que era solo una coincidencia al no saber que podía haber una conexión.

Debió admitir que le hicieron una buena jugada, pero esa sería la última. Se encargaría de enseñarles una lección para que entendiesen que nadie podía cruzarse con su familia.

"¿Está todo bien?" Preguntó el sujeto principal de su enfado, viéndose preocupado. Gesto que ahora se veía falso ante el Alfa.

"Perfecto." Respondió, mirándolo con realce a los ojos, y con una sutil sonrisa en sus labios.

Le pareció que Jun se sintió intimidado ante su postura, debido a que desvío su mirada inmediatamente y aclaró su garganta.

"No se han alejado de Emma en toda la noche. Me parece que estará muy ocupado a partir de ahora." Señaló a la distancia, cambiando de tema.

Laureles y PeoníasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora