.52. II

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Toque la puerta de la habitación de Jessica y sin esperar a que me diera el permiso ingrese.

- ¿Cómo te encuentras? – pregunte antes de que empiece a hablar, la observe con total seriedad. Guarde el papel junto con mis manos en el bolsillo

- Bien – hablo con total nerviosismo

- Me alegra

Si era un gran mentiroso, solo quería decirle la verdad en su cara, pero tenía un mejor plan.

- supongo que te darán el alta por la tarde, vendré por ti

- No te preocupes, mi padre me buscara – respondió rápidamente – tengo que ir a buscar el vestido de novia para mañana

Suspire, estaba tan seguro de lo que iba a hacer que quería tenerlo todo fríamente calculado.

- Como quieras – sonreí levemente – me alegra que estén bien – camine hacia la puerta, pero voltee para observarla – ambos

Dicho esto, Salí de ahí, iba a estrangularla con mis propias manos, pero tenía pensando algo peor.

Volví a mi oficina. Azote la puerta enojado, como siempre. Últimamente descargaba todo en ella. Tome mi teléfono y le mande un mensaje de suma urgencia a Melody. Tenía la sospecha de que ella sabía de esto.

- Señor, la señorita Melody se encuentra aquí – mi secretaria me avisaba por el teléfono

- Déjala pasar

Me levante del asiento y abrí la puerta antes de que ella pudiera hacerlo. Esta me sonrió confundida y yo le indique que pasara.

- ¿Que necesitas? – dijo sentándose

Suspire. Me pregunte a mí mismo si estaba seguro de querer saber que esto era verdad y automáticamente Mey se me vino a la mente.

- Necesito que me cuentes todo – hable serio sentándome frente a ella

- ¿Qué cosa? – frunció el ceño confundida

- Jessica tuvo un accidente hoy, está bien – aclaré antes de que me interrumpiera para saber cómo esta – a raíz de esto descubrí que es mentira el embarazo y sé que tú sabes algo

- Juan Pablo, yo - comenzó a balbucear

- Melody, te lo suplico – implore – esto evitaría perder lo que más amo en el mundo, ¿Lo entiendes? Me voy a casar con ella porque está embarazada, la iba a dejar. Esto es muy importante para mí, le juro que no va a saber que fuiste tu

Ella suspiro pesadamente y me observo expectante.

- Jessica me pidió la primera ecografía que me hice – bajo la mirada – como la prueba de embarazo. Me dijo que era la primera amiga que tenía que quedaba embarazada y quería tener el recuerdo para cuando vuelvan a Estados unidos – movió sus hombros – pensé que era un gesto tierno de su parte, le hice una copia de la ecografía y bueno me había hecho dos test porque no podía creer el estado en el que me encontraba que le di uno – suspiro - Nunca me dijo que estaba embarazada y cuando vi que tenías mi ecografía y me lo dijiste supe que estabas metido en una gran mentira, lo siento amigo yo

- No es tu culpa, tu no sabías y está bien – estire mi brazo y tome su mano – tú fuiste tan víctima como yo Melody

- No es solo Jessica la que nos tiene como su victima

Fruncí el ceño confundido.

- Tu madre también estaba cuando me lo pidió – bajo su mirada nerviosa

- ¿Qué? – susurré, me recosté sobre la silla con total sorpresa

- Supongo que ella también sabía que era para esto – movió los hombros – Ella solo estaba ahí, pero no dijo nada

- Dios mío – me tome la cabeza con las manos

- Y ahora ¿qué harás?

Estaba enojado, demasiado. No se iban a librar tan fácilmente, me las iban a pagar por todo esto.

- Tú no te preocupes, Mel – hable observándola a los ojos – gracias por esto, de verdad

- Lo siento tanto, Villa– volvió a repetir

Una vez que supe todo esto Melody decidió irse. Me dejo solo para pensar exactamente lo que haría, en el fondo sabía que todo esto no fue solo obra de Jessica, su capacidad mental no le daba para tanto. La gran pregunta a todo esto era ¿Por qué? ¿Porque mi madre estaba tan empecinada en que yo me casara con Jessica? Y ahora ya no me creía el cuento de que era su sueño.

Cerré los ojos y tiré mi cabeza hacia atrás. Suspire. Mey siempre me lo dijo todo este maldito tiempo, me lo juro y como un idiota no le creí. La aleje de mí, la trate de mentirosa y de caprichosa, la lastime de la peor forma. Lo peor a todo esto fue recordar sus palabras: "Bajo vas a caer tú, cuando vengas a rogarme que te perdone. Tarde o temprano cuando te des cuenta de que lo que te digo es cierto, no vengas a buscarme y si hay algo que yo no soy es caprichosa"

Y lo peor es que no merecía su perdón. Pero tenía que intentar recuperarla porque ahora sí que no la iba a dejar ir de verdad.

(...)

Me tire sobre mi cama, estaba cansado. El solo hecho de jugar al detective para salvar mi pellejo era un trabajo agotador. Tomé mi teléfono y volví a marcar su número "el número no se encuentra disponible en este momento", era la décima vez que escuchaba aquella voz decirme que Mey no iba a atenderme en estos momentos.

No se encontraba en su trabajo. En la recepción de la entraba me habían dicho que casi en toda la semana no había ido a trabajar y que el día de hoy Marcus tampoco había aparecido. En el bar no había ni rastro de Mey, sus hermanas tampoco se encontraban. En su casa nadie me atendía. Todo me resultaba raro el día de hoy y eso me preocupaba.

Escuche la puerta abrirse y camine rápidamente hacia el living, simón entraba y se tiraba en el sillón.

- ¿Iras a verla a Nath?

- No – respondió tranquilo mientras tomaba su teléfono sin prestarme atención

Fruncí el ceño, él siempre iba a verla por la noche o ella venia aquí.

- ¿No? ¿Se pelearon?, ¿Qué hiciste esta vez Moncho?

- Nada – abrió los ojos con sorpresa observándome

- Y ¿entonces? – tome asiento frente a el

- No la veré hoy nada mas – movió sus hombros y continuo con su teléfono

- ¿Puedes darme una respuesta más concreta? – dije algo irritado

- ¿Qué quieres saber? O, mejor dicho, ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres ir a ver a Mey? – dijo levantándose del sillón, yo me quede mudo. El solo enarco una de sus cejas – eres bastante predecible, de verdad que esa mujer te tiene loco, pero sin embargo elegiste a Jessica

Movió sus hombros como si nada, si tan solo supiera lo que sabía en este momento

- Y no te culpo, ¿Sabes? pero dejaste ir a una gran mujer por tu mal elección – apretó sus labios – mañana iré solo a tu casamiento hermano y no porque haya hecho algo, Nath no quiere ir a ver cómo te arruinas la vida, que descanses 

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora