.20. segunda temporada

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Termine de arreglarme, había decidido por un vestido color bordo al cuerpo. Pero, aunque considerara que debía sentirme hermosa, me faltaban muchas cosas para lograr estar en plenitud como antes.

Nath había enviado un mensaje de que esta noche nos esperaba para cenar. De verdad que ansiaba no ir, pero no tenía otra opción ya que era mi mejor amiga.

Baje las escaleras de aquella casa y me acerque a Diego que esta noche se encontraba casual, pero lindo.

- Te ves bien – dijo mirándome de pies a cabeza

- Tú también – sonreí

- Evitemos las cursilerías por favor – bromeo – y vamos, tengo hambre – camino hasta la puerta – antes – volteo a verme – quiero decirte que Amanda volvió a hablarme

Abrí los ojos con sorpresa, Amanda era el amor de su vida, pero por cosas del destino tuvieron que separarse.

- Vuelve a España – bajo la mirada tímido

- ¿Me estas terminando? – fruncí el ceño confundida

- Nunca – bromeo – eres mi novia preferida

Ambos reímos frente a eso. Diego era especial y a la vez un buen compañero. Nada hubiese salido bien sin su ayuda.

(...)

Habíamos llegado a aquel lugar y buscándolos con la mirada me topé con la de villa. Comencé a temblar cuando con diego comenzamos a caminar hacia ellos. Íbamos a compartir la misma mesa con mi propio novio.

Diego me observo divertido, yo solo quería evaporarme en este momento cuando villa enarco su ceja con seriedad. Esto no se veía para nada bien.

- Bien los hicimos reunir aquí porque – nath observo con una sonrisa a Simón

- Porque nos vamos a casar – simón hablo con emoción

Sonreí emocionada, mi mejor amiga se casaba. Todos se acercaron a felicitarlos con mucha emoción, estaba feliz. Al menos alguien sería feliz, por fin.

- Felicidades – dije una vez que me acerqué a abrazarlos

- Gracias amiga – sonrió emocionada Nath

- Felicidades amigos – Villa también se acercó a saludarlos mientras que yo intentaba entablar una conversación con mis amigos

- Gracias príncipe – Nath abrazo a simón con emoción

- El tren pasa una sola vez, hay que aprovechar – Simón hablo mientras me observaba y el muy ingrato me guiño el ojo con diversión

Bajé mi mirada tímidamente y volví a mi puesto. La cena estuvo divertida, yo solo me dedicaba a reír cuando todos reían, pero en mi mente estaba en Villa que tampoco dejaba de observarme de reojo.

- Todos se están casando – Diego hablo – ¿Para cuándo nosotros? – bromeo

Abrí mis ojos sorprendida, Diego jugaba con fuego. Sabía que lo hacía adrede porque solamente buscaba ponerme en aprietos. Voltee mi mirada nerviosa y observe a Nath que estaba tan impactada como yo por ese comentario, Isaza se tomaba la cabeza y luego mi vista se perdió en el.

Mi respiración aumento cuando sus labios se apretaron fuertemente y bajo su mirada.

- Am – tartamudee y observe mi teléfono, tenía que salir de ahí un momento – creo que iré a atender esta llamada afuera

Rápidamente Salí de aquel restaurante, el aire comenzaba a entrar a mis pulmones con lentitud. Me encontraba tan nerviosa, quería salir corriendo de ahí y esconderme. ¿Qué estaba haciendo? ¿Porque estaba con Diego si ninguno de los dos nos queríamos como para llegar a comprometernos, por más de que solo haya sido de broma? Me abrace el cuerpo por la brisa que empezaba a correr, todo comenzaba a darme vueltas otra vez.

- ¿Cuándo ibas a decirme que pensabas casarte con ese tipo?

Abrí mis ojos con sorpresa cuando lo escuche detrás de mí, lentamente voltee a verlo. El me observaba con seriedad.

- Estas mezclando las cosas – susurre

- ¿Mezclando las cosas? Yo creo que escuche perfectamente cómo te estaba pidiendo matrimonio en mi propia cara

Frunció el ceño enojado, hablábamos en susurro ya que había deseadas personas dando vuelta por la calle.

- Y es una idea de él, Villa – fruncí el ceño – yo ni siquiera respondí

- ¿Y cuándo lo harás? ¿Cuando llegues a casa? ¿A nuestra casa? – hizo énfasis en la última frase

- Que poco me conoces – me acerqué a él con desafío – ¿cuantas veces me pediste matrimonio y me negué? Dime ¿cuántas? – eleve un poco mi voz – ¿y piensas que puede venir cualquiera a pedírmelo y que voy a aceptar así de fácil?

Luego de él, ni siquiera había pensado en casarme. No quería volver a tener hijos, no quería pensar en que podía perder la cabeza una vez más.

El apretó sus labios y bajo su vista enojado. Sabía que tenía razón.

- No puedes venir a reclamarme las cosas, juan pablo – susurre con enojo – tu y yo no estamos juntos y si quiero puedo aceptar

El elevo su mirada hacia mí, partido al medio. Se notaba en su rostro el dolor que le causo mi frase.

- ¿lo harías? – susurro, se acercó un poco más a mí – porque si es así, acabarías conmigo

- ¿y tú no lo hiciste conmigo? – susurre, estaba a punto de llorar

El relamió sus labios y bajo su mirada al suelo.

- ¿Por qué eres egoísta? – pregunte con curiosidad, el me observo nuevamente - ¿Por qué yo tuve que cuidarte de no lastimarte y tu solo quieres venir a destruir toda la paz que me costó construir?, siempre tuve que dar el brazo a torcer por ti y tu

Me quede en silencio, mis palabras eran hirientes, pero era lo que sentía a pesar de todo. Sus ojos verdes comenzaron a ponerse rojos contra la luz de la calle. Esto estaba acabado.

- Déjalo así, ¿quieres? – quería abrazarlo, pero ni siquiera podía moverme

El apretó sus labios con fuerza y observando hacia otro lado termino por asentir en un cruel silencio que nos lastimaba a los dos. Me limpie los ojos, mis lágrimas amenazaban con salir, pero no lo haría aquí. Camine nuevamente hacia la entrada, voltee a verlo, el continuaba perdido en otro lado. Era mejor dejar que todo tomara su curso nuevamente, antes de que termine por acabar con todo de verdad. 

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora