.3. segunda temporada

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Mi cuerpo temblaba, mi respiración se encontraba agitada y todos a mi alrededor se dedicaban a decirme frases sin sentido como "tranquila, él está bien", "solo fue el golpe, ya va a recordar". Sin pensar que en este momento saber que él no me recordaba era un balde de agua helada, me sentía tan sola, tan vacía.

- Ven – Isaza tomaba de mi mano – iremos por un café

- No necesito un café

- Vamos Mey, Martin lo está revisando – dijo tranquilo – el estará bien, seguro solo está confundido

- Tú no sabes lo que sentí cuando me pregunto quién era – sentí que me ahogaba al recodar nuevamente ese momento

- Escucha – se agacho para estar a mi altura – Villa jamás se olvidaría de ti porque está profundamente enamorado, solo se encuentra confundido por el golpe – acaricio mi mejilla – ahora vamos

Asentí no muy convencida. Quería volver a entrar a su habitación y ver que se acordaba de mí, que seguía siendo su amor, pero por más que quiera, la realidad era tan distinta a la que Isaza pinto.

(...)

volví rápidamente al hospital, Isaza me entretuvo un gran periodo de tiempo dentro de ese bar ya que Martin le había avisado que lo habían llevado a hacer una tomografía para ver su daño cerebral.

- Martin

- Mey

- ¿Qué tiene? ¿Por qué se encuentra así? – pregunte con gran angustia

- El golpe le produzco una pequeña amnesia – murmuro, cerré mis ojos con fuerzas – es temporal, solo que no sabría decirte cuando recuperara la memoria

- Y hablarle de

- No – negó con rapidez – no sé qué tan dañado esta su cerebro, es mejor que el recuerde por sí solo, cualquier cosa que se le diga podría dañarlo aún mas

La angustia me consumía una vez más y comencé a hacerme pequeña en ese lugar. Martin me observo con tristeza y se acercó a abrazarme con fuerza.

- Solo hay que tener paciencia – aseguro – papo se acordara de usted, de todos

Asentí y al separarse de mi limpio mi rostro. Sonrió levemente para luego desaparecer para continuar con su trabajo. Camine a su habitación. Estaba con demasiado miedo, no quería volver a escuchar aquella cruel pregunta.

Vi salir a una de las enfermeras de su habitación.

- ¿Cómo se encuentra? – pregunte llamando su atención

- Se encuentra muy bien, está estable – sonrió amable – ahora se encuentra con su novia dentro

- ¿Su novia? – fruncí el ceño confundida

- Si, su novia – sonrió – con permiso, debo de ir a ver a otros pacientes

Asentí confundida, algo no andaba bien.

- ¿Qué sucede?

Simón se puso a mi lado observándome con curiosidad. Pero la curiosidad mato al gato dice el dicho, ingrese a la habitación y con gran sorpresa observe la situación. Mis piernas comenzaron a temblar, las defensas cayeron al suelo al ver a Jessica abrazándolo con tanta tranquilidad.

- Ah hola – Villa sonrió al verme – volviste, creí que no te volvería a ver

Voltee a ver a simón, ambos estábamos tan impactados con la escena

- Hola Moncho

Mi corazón se rompió un poquito más cuando a él lo recordó y de mi ni siquiera sabía mi nombre.

- Hola Papo – murmuro simón, me observo de reojo - ¿Cómo te encuentras?

- Confundido – note que se tocó la cabeza

Villa se soltó de Jessica por unos instantes y sonrió levemente.

- No recuerdo bien que sucedió, pero Jess me dijo que fue producto a un accidente pero que estaré bien

- ¿Jess? – dije en un susurro

Mi corazón se estaba rompiendo en mil pedazos.

- Sí, es mi novia – sonrió levemente y luego la observo

Me prendí del brazo de simón, estaba a punto de desmayarme. El aire comenzaba a faltarme y mi alrededor comenzaba a dar vueltas.

- ¿Te encuentras bien? – el tono de villa era de preocupación, pero no podía registrar nada

- Mey

Yo solo intentaba respirar y no perder el conocimiento tan rápido, pero no lo logre y caí en un sueño profundo.

(...)

Abrí mis ojos lentamente, mis parpados pesaban y sentía un dolor terrible de cabeza. Mis ojos viajaron a mi alrededor y pude ver a mi mama y a Simón observándome preocupados.

- ¿Cómo te sientes? – pregunto Charo una vez que se percató que reaccione

- ¿Qué me paso?

- Te desmayaste – susurro Moncho acercándose a la cama

Recordé todo y comencé a sentir una angustia tan fuerte en el pecho.

- Dime que no es verdad - susurre

- Tranquila, hija – Charo tomo de mi mano

- Dime que lo que escuche no es verdad, simón – suplique

Este suspiro y asintió levemente. Mis lágrimas comenzaron a salir sin previo aviso.

- Tranquila hija, solo está confundido – mi madre intentaba calmarme

- Si Mey, te aseguro que ya volverá a ser el

Sus palabras no ingresaban a mi cerebro, solo entraban por un oído y salía por el otro. No tenía muchas esperanzas sobre esto, lo sentía en el fondo de mi corazón. Esto recién empezaba. Mi llanto aumento, esta vez escondí mi cara en la almohada. 

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora