Baje las escaleras rápidamente, los niños se encontraban desayunando mientras Villa acomodaba unos papeles en un par de carpetas.
- Buenos días – sonreí y besé la coronilla de cada uno de mis hijos
- Buenos días mami – sonrió Bella
- Hola ma – Alex y Max hablaron en coro
Villa me observo solo unos minutos.
- ¿Qué? – pregunte con curiosidad
- ¿Por qué para ellos hay beso de buenos días y para mí no? – pregunto con el ceño fruncido.
Reí frente a su ocurrencia y me acerqué a él, abrazándolo por la cintura.
- Buenos días a ti también, mi amor – bese sus labios
- Mama, papa estamos desayunando – suplico Alex rápidamente
- Ya vamos a ver cuándo te enamores – bromeo Villa
- Eso nunca pasara – hablo con orgullo nuestro hijo del medio, también tenía ojos verdes como los de villa
- ¿Por qué no? – fruncí el ceño confundida
- Porque yo solo puedo querer a una sola mujer y es mi mama
- Ay mi amor – su comentario hizo que se derritiera mi corazón, me acerque a él y lo abrace con fuerza besando su coronilla
- No quiero que te sientas mal pa, pero fíjate que a mí me quiere más – sonrió con victoria
Villa solo enarco una ceja y asintió sin darle más importancia a lo que decía. Alex solo comenzó a reírse de él, nuevamente. A veces me preguntaba si tenía tres hijos o cuatro. Villa se empeñaba en ser un niño más de vez en cuando.
- Los amo, a todos por igual – aclare
- Pero a mí me quieren más ¿verdad?
Bella, al ser la única niña, era la más consentida. Lo que quería, lo tenía y solo por ir y abrazar a villa. Tenía mis ojos celestes y cabellera casi tirando a un rubio casi oro. Según Juan Pablo, era la viva imagen mía en versión pequeña.
- Tu calla y come – hablo villa rápidamente – niña cambiadora
- Papito, sabes que ti te quiero más que a cualquiera – sonrió tiernamente
¿Niña compradora? Sí que lo había. Isabella sabia como comprar a su padre con tan solo una frase, era una carta a su favor. Rodeé los ojos en el momento que vi a Villa caer en sus redes, era un ser tan débil frente a nuestros hijos que por estas obvias razones se me imposibilitaba dejarlo tanto tiempo solo.
Mis hijos decían que querían ir a la luna y el además de conseguirles el cohete, se sumaría a la aventura sin pensar en las consecuencias. Pero amaba el padre que era, el compañero de sus hijos, el que todo hacía por ellos, porque así era yo y así éramos entre nosotros.
Intente comentar algo a esta charla tan familiar pero el timbre sonó. Mire mi muñeca y el reloj indicaba que Nath estaba afuera.
- Niños apuren, la tía Nath se encuentra esperándolos
camine hacia la puerta de entrada encontrándome con mi amiga con una sonrisa gigante. Simón y Nath habían tenido dos niños de la edad de Alex y de Isabella, como era de esperarse todos terminaron en el mismo colegio, al igual que Joaco.
Una vez que los niños desaparecieron con ella, no sin antes haberles dado un par de indicaciones, cerré la puerta y volteé, Villa se encontraba detrás de mí. Me acerque a él y lo abrace por su cintura. A pesar de todos estos años juntos no había descubierto nada mejor que estar entre sus brazos.
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Amarillo - Juan Pablo Villamil
FanfictionEstoy perdida, vivo anclada casi como un pájaro a su cielo azul (T'estimo) Amarillo: me tienes en los bolsillos Primera temporada Segunda temporada Tercera temporada Todos los derechos reservados. QUEDA PROHIBIDA su copia u adaptación de cual...