Ingrese al bar y fruncí el ceño cuando Charo elevo su mano en señal de que quería que me acercara. Se encontraba sentada con un joven, bastante apuesto. Al parecer parecía de mi edad.
- Mey, hija
- Hola – sonreí levemente
- Qué bueno es verte – comento – te presento a Diego Ochoa
- Hola Mey
Aquel joven de tez blanca se levantó de su asiento y extendió su mano para que la tomara con gusto.
- Un gusto – sonreí levemente
- Diego es como mi sobrino, sus padres son grandes amigos míos – sonrió Charo de forma triunfal – vino a atender unos negocios de su familia aquí
- Oh vaya
Tome asiento en aquella mesa y la verdad que por un momento había perdido la noción del tiempo. Diego era muy divertido, teníamos la misma edad y por lo poco que pudimos hablar frente a mi madre nos llevábamos bastante bien. Me inspiraba muchísima confianza y eso era raro porque nadie se la ganaba tan rápido.
- ¿Esto es tuyo? – hablo cuando mi madre se fue dejándonos solos
- Si – reí – en realidad, es de mi familia, pero claramente no se encuentran aquí trabajando – observé por todos lados
El rio levemente y tomo un sorbo de su café.
- Nunca supe que mi tía tenía una hija – comento luego
- Yo tampoco sabía que tenía una madre – moví mis hombros y ambos reímos
- Y dime ¿tienes novio? ¿Te encuentras casada? – pregunto divertido
- ¿Acabas de conocerme y ya preguntas estas cosas, Ochoa? – bromee
- Bueno, si vamos a ser familia deberíamos de conocernos más – rio – ¿no lo crees?
- Tienes razón – baje mi mirada en una sonrisa
- ¿Y bien? – abrió sus ojos esperando una respuesta
Iba a intentar explicarle todo lo que me sucedía. ¿Cómo le decía que sí, que me encontraba de novia con alguien que ni siquiera me recordaba? Y para sumar, esperaba un hijo.
- Am hola
Abrí mis ojos cuando escuché su voz. Voltee lentamente, Villa se encontraba observándonos detalladamente. Conocía perfectamente su mirada, apretaba su mandíbula cada vez que había algo que le desagradaba y no podía decirlo.
- ¿Qué haces aquí? – susurre, sorprendida
- ¿Podemos hablar? – pregunto intentando evitar mover su mirada hacia Diego – por favor
- Am si – balbuceaba como una verdadera idiota, pero estaba idiota por el
Camine cabis bajo hasta la oficina del bar mientras Villa me pisaba los talones. Nerviosa lo dejé ingresar antes y luego cerré la puerta tras de mí. Tenerlo cerca hacia que todos mis sentimientos intentaran dominarme y que tuviera que hacer un esfuerzo sobrehumano para contener mis impulsos de querer besarlo a mi antojo.
Voltee lentamente y lo observe esperando alguna reacción de él. Pero solo se acercó a mi rápidamente haciéndome chocar contra la puerta y tomándome de mis mejillas, me beso.
Sentí mariposas en el estómago, esas que hacían descargas eléctricas dentro de mí. Su beso era desesperado, no importaba que tan brusco había sido porque yo también lo necesitaba. Mis manos fueron a su cuello atrayéndolo más a mí.
Por un momento todo se detuvo entre los dos, era como si él hubiera vuelto. Todo tenía sentido en ese beso, todo tenía sentido entre su cuerpo y el mío.
Lentamente el beso disminuyo su velocidad hasta llegar al punto de separarnos. Nuestras respiraciones estaban alteradas. Lentamente mis manos descendieron a su pecho y sentí su frente sobre la mía.
- Esto está mal – susurro – pero no puedo evitarlo, no puedo evitar sentir lo que siento – sentí su respiración pesada sobre mi rostro – ¿Porque siento que te conozco? ¿Porque me siento tan completo cuando estoy contigo? ¿Porque siento que te pertenezco?
Aun no me atrevía a observarlo. Mordí mi labio inferior frente a sus dudas, estaba a nada de decirle quien era el en realidad y explicarle todo. No sabía que tan profundo era lo que el verdaderamente sentía por mí y que en su amnesia aun perdurada.
- Sin embargo, nunca me dices nada, solo te quedas callada y no sé si es por miedo o qué, pero – se separó de mi bruscamente y tomo su cabeza – esto está mal, esto y lo de ayer está muy mal, no puedo hacerle esto a Jessica
- Villa – me acerque a él con desespero
Quería hablar, quería decirle la verdad. Quería responder sus preguntas.
- Basta Mey – levanto la voz – basta, esto no debió haber pasado – tomo su cabeza molesto – te quiero lejos de mí, esta vez va enserio
Camino hacia la puerta, intente pararlo para poder hablar, pero simplemente salió como alma que lleva el diablo dejándome a mí con todas estas palabras atragantadas dentro de mí. Con su verdad en mis manos y con todo el dolor del mundo en saber que era otro día más sin él.
Ya se que lo odian pero ténganle paciencia... y bueno, bienvenido Diego............................ nuestro nuevo protagonista.
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Amarillo - Juan Pablo Villamil
FanfictionEstoy perdida, vivo anclada casi como un pájaro a su cielo azul (T'estimo) Amarillo: me tienes en los bolsillos Primera temporada Segunda temporada Tercera temporada Todos los derechos reservados. QUEDA PROHIBIDA su copia u adaptación de cual...