Las semanas pasaban y con ellas todas mis esperanzas se iban. Cada vez nos separaba más un abismo, pero nos unía algo que el desconocía totalmente: Un hijo.
Camine por el pasillo del hospital, la tristeza me invadía un poco el cuerpo porque estaba haciendo esto sola. Me acerque a la recepción y me anuncie para el turno que tenía para realizar mi primera ecografía. Estaba tan nerviosa.
Tome asiento mientras observaba a las demás mujeres, algunas también solitarias como yo como también con sus parejas. Qué extraño y frio se sentía mi costado sin él.
- Mey
Eleve mi vista hacia Martin, el sonrió con ternura.
- Hola - susurre
- Feliz cumpleaños – se sentó a mi lado
- Gracias – baje mi mirada al suelo
- ¿Cómo te encuentras? – pregunto con curiosidad
Moví mis hombros, no estaba bien, pero al menos tenía algo por cual mantenerme fuerte.
- Ya recordara – me aseguro
- Parece que eso se ve demasiado lejano – confesé – pero también ansío eso
- Lo sé – asintió en un susurro
- Luna, María Emilia
Eleve mi vista hacia la puerta en donde se encontraba la ginecóloga. Observé a Martin nuevamente y sonreí para él. Ingrese con algo de miedo a aquel consultorio, ella muy amable me indico que tomara asiento. Me hizo un par de preguntas y luego de eso me hizo acostar en la camilla, levanto mi remera y puso un gel demasiado frio sobre mi abdomen.
- ¿Lista? – sonrió antes de colocar el ultrasonido sobre mi
- Si – susurre
Observe el techo blanco, no sabía si quería hacerlo sola. No sabía si quería verlo aún, contaba los minutos para que al menos esto terminara.
- Aquí esta – comento la doctora
Eleve mi cabeza y aunque en aquella pantalla se viera casi todo negro, ella mantenía una sonrisa enorme frente a eso.
- ¿Dónde? – pregunte con curiosidad – ahí no se ve nada
- Claro que si, Mey – sonrió aún más – aquí
Señalo la pantalla mostrando un pequeño punto. Parpadee varias veces intentando afinar mi visión, pero era demasiado pequeñito aún.
- ¿quieres escuchar su corazón?
Abrí mis ojos con sorpresa, asentí con demasiado miedo. Ella solo toco un botón y de pronto comencé a escuchar un pequeño latido, mis ojos comenzaron a humedecerse. Era mi bebe, su corazón latía tan fuerte que hasta por un momento sentí que el latía por los dos.
- Es un bebe muy fuerte – comento la doctora con una sonrisa
(...)
Me encontraba sentada en mi oficina con una fotografía de una ecografía de mi bebe y en la otra mano tenía una carta documento de pedido de alejamiento. La puerta sonó de golpe y vi a Charo ingresar a mi oficina con una sonrisa encantadora, yo solo me limite a sonreír levemente, no tenía ni fuerzas
- Hola, mi bebe, feliz cumpleaños – abrió sus brazos y yo solo me levante a devolverle aquello que tanta paz me traía en este último tiempo
- Gracias – susurre
- ¿Cómo te sientes?
Suspire, ¿qué le diría?
- Necesito que vuelva y me sentiré bien – mis ojos se comenzaron a volver rojos
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Amarillo - Juan Pablo Villamil
FanfictionEstoy perdida, vivo anclada casi como un pájaro a su cielo azul (T'estimo) Amarillo: me tienes en los bolsillos Primera temporada Segunda temporada Tercera temporada Todos los derechos reservados. QUEDA PROHIBIDA su copia u adaptación de cual...