.36. tercera temporada

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Narrado por Juan Pablo Villamil

Camine por el pasillo de la firma, que hermoso era volver a pesar de ser el último día de la semana. Salude a todos y camine hacia mi oficina. Todo estaba como lo había dejado.

Tomé asiento y comencé con mi trabajo. Necesitaba ocupar mi cabeza en algo antes de salir corriendo y hacer una locura frente a lo que sucedería mañana.

- Buenos días – la voz de Simón hizo que saliera de aquella armonía del trabajo – pensé que no ibas a venir en la semana

- Pero ya ves que si – vi como tomaba asiento con un sobre en la mano

- No vi tu auto fuera – frunció el ceño

- Lo cambie – comente – quería pasar desapercibido

El solo me observo con el ceño fruncido.

- ¿Qué?

- Deja de ser tan imbécil por una vez en la vida y ve por tu familia – hablo molesto – toma –tiro el sobre sobre mi escritorio – a ver si con esto vas tras ella

Él se levantó del asiento y camino fuera de mi oficina dejándome a mí con aquel sobre frente a mis ojos. Lo tome con algo de miedo. En el frente solo figuraba "familia Vargas". Lentamente saque el contenido.

Mi corazón se detuvo, sentí mi sangre helarse frente a lo que veía.

Era la invitación del casamiento de Mey con Sebastián. Todo estaba hecho, ella lo haría porque se lo pedí yo y no quería que ella se volviera a sentir mal. Mis ojos fueron hacia mi cajón del escritorio de ahí saque un retrato que había guardado para mí en donde estábamos los dos juntos con Max, en una de las tantas vacaciones que hicimos. Y a un lado una pequeña cajita en donde había guardado la cadenita que alguna vez ella me regalo.

Cerré mis ojos con fuerza al recordar todas las palabras hermosas que me había dicho aquella vez. Yo quería ser eterno para ella, pero al final termine siendo nuevamente un cobarde y deje de ser ese sol que ella quería en su vida, me apague nuevamente y no sabía cómo volver a encenderme.

Tomé una hoja en blanco y una lapicera, comencé a escribir.

(...)

- Simón – dije cuando lo vi caminar por el pasillo - ¿Se iba?

- Si, ¿Por qué? – frunció el ceño confundido

- Quería que me hicieras un favor – apreté mis labios luego esperando una respuesta

- ¿Qué necesitas?

Suspire y observe el sobre, no sabía si esto era lo correcto, pero era lo único que podía hacer ahora.

- ¿Podrías darle esto a Mey? Por favor – suplique

El me observo confundido y temeroso tomo aquel sobre.

- Ten cuidado porque dentro tiene algo muy valioso para mí – susurre, voltee para volver a mi oficina

- ¿Esto es todo? ¿Así terminara todo?

Detuve mis pasos y volteé a verlo. No sabía que más decirle. Suspire y baje mi vista al suelo con agotamiento.

- Solo haz lo que te pido y ni una palabra sobre mi

Dicho esto, entre a mi guarida, cerré la puerta y me arrastré por esta hasta quedar devastado en el suelo de aquel lugar.

Narrado por María Emilia Luna

- Pórtense bien – suplique a mis hijos

- Mama, somos buenos niños – rodo sus ojos Max y yo solo reí besando su coronilla

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora