.46. tercera temporada

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Ya era de noche, luego de haber hecho todo lo correspondiente con respecto a lo que había sucedido volvimos a casa junto a nuestros hijos.

Nos encontrábamos acostados en nuestra cama, los niños estaban a nuestro alrededor. No había nada mejor momento que este. Isabella había vuelto a estar con nosotros y tenía el pecho lleno de alegría.

- Tenemos que pedirles algo – comento Max

- Aquí vamos otra vez – villa rodo sus ojos divertido

- ¿Qué es lo que quieren? – fruncí el ceño confundida

Isabella se sentó en la cama y nos observó a ambos.

- Se acerca mi cumpleaños – sonrió emocionada

- Ajam – asintió villa – cumplirás seis años, cada vez más vieja

- Te saldrán arrugas – bromeo Alex – y luego canas

- Cállate – frunció el ceño Bella enojada – si no, no lo pediré

- Ya Isabella, diles – animo Max

- ¿Qué cosa? – frunció el ceño villa

- Queremos otro hermanito

Abrí mis ojos sorprendida al igual que villa. Mis hijos querían otro hermanito y yo simplemente sentí que uno de mis deseos se iban a hacer realidad si es que el aceptaba. Voltee a verlo y el aún continuaba sorprendido o asombrado, ansiaba que diga: Esta bien, un hermanito más les haría bien. Pero no.

- Los dulces solo hacen que pidan incoherencias – comento, eso me dolió el corazón

Observe hacia otro lado, eso solo significaba que ya no quería otro hijo. De verdad ansiaba volver a ser mama.

- Pero papa – se quejó Bella – quiero dejar de ser la más pequeña

- Tu siempre serás una bebe – bromeo - ¿No es cierto amor?

Me quede estática mientras recordaba mis anteriores embarazos, como era tener un bebe en los brazos y aunque me levantaran a las dos de la mañana no había nada más lindo que enseñarles las cosas y que cada día te sorprendan más.

- ¿amor? – la mano de Villa en mi mejilla hizo que volteara a verlo

- ¿Qué sucede? – susurre

- ¿Te encuentras bien? – frunció el ceño preocupado, yo solo asentí

- Si. Solo estoy cansada – moví mis hombros y sonreí levemente

El solo se quedó en silencio, no se había quedado conforme con la respuesta.

- Bien – golpeo sus manos – es hora de ir a dormir – observo a los niños

- Ay no – se quejó Alex – estábamos bien

- Es tarde, mama está cansada y ustedes tienen que ir mañana al colegio – cargo a Isabella en sus brazos – vamos, saluden a mama

Sonreí levemente mientras Alex y Max se acercaban con caras largas a besar mi mejilla, Isabella bajo de los brazos de su padre y se subió nuevamente a la cama para abrazarme. Beso mi mejilla tiernamente y me susurro un "te quiero mami" antes de desaparecer junto con sus hermanos.

- Voy a acostarlos – sonrió villa, yo solo asentí. Se acercó a mí y beso mis labios tiernamente

Cuando desapareció, suspire triste. Camine hacia el baño con mi pijama para cambiarme. Me observe en el espejo, ¿Qué tan fea me podía volver con un bebe nuevamente? ¿O acaso era porque no estaba dispuesto otra vez a pasar por lo mismo de siempre?

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora