Amarillo - Juan Pablo Villamil

.34. tercera temporada

Vi a los niños entrar al colegio, felices en parte por ser un nuevo día, pero sabía que su día seria más luminoso si su padre estuviera aquí.

Suspire y arranque el auto para encaminarme hacia la revista de Sebastián.

El día anterior había apagado mi teléfono ya que no quería escuchar a nadie, quería estar sola con mis hijos y con mi dolor. Tenía un millón de llamadas de aquel hombre.

Creo que comprendí que era momento de terminar todo esto, aunque era demasiado tarde. No pensaba decirle nada a Villa sobre que no cumpliría lo que me había pedido. Pensaba hacerme cargo sola de todo, no necesitaba de ningún hombre a mi lado para hacerlo. Me había cerrado, estaba dolida y triste nuevamente porque el ya no volvería a mí.

Camine decidida hacia su oficina cuando su secretaria me dijo que lo podía encontrar ahí.

- ¿Cómo puedes hacer eso? – escuche la voz de Sebastián gritar – tuve que sobornar a muchas personas para que todo se acelere y pagar una buena suma de dinero, también

Fruncí el ceño y me acerqué a la puerta para intentar entender que era lo que sucedía.

- Mey tiene razón, él no se merece estar ahí – abrí mis ojos sorprendida cuando escuché la voz de Lindsay

- ¿Vas a echar todo a perder? Él se merece eso y mucho más – Sebastián se encontraba enfurecido

- Él no se merece esto – respondió nuevamente la rubia

- ¿Pero que eres estúpida? ¿Ahora te acuerdas de él, cuando el solo te humillo y te dejo por mey?

- El la ama

- Yo también la amo – contesto enojado

- Pero no tanto como el, Villa pelea de forma limpia – lo defendió – tú en cambio mira lo que me hiciste

Abrí mis ojos impactada frente a esa última frase.

- Mira como me dejaste para incriminar a Juan Pablo – mi corazón solo palpitaba de forma acelerada y sentía un calor subir por mi cuerpo – ella ni siquiera me cree, él es inocente para sus ojos y siempre lo será, porque es la verdad

- Ay por favor – su voz seguía molesta – cuando sepa que hay un testigo lo odiara y no me dejara

- ¿Acaso eres idiota? – grito la rubia – Mey no te amara nunca porque Juan Pablo es el amor de su vida, entiéndelo

- Cállate

El grito de Sebastián y luego un golpe junto con un gemido de dolor hizo que rápidamente ingresara a aquella oficina. Lindsay se encontraba en el suelo con su mano en la mejilla y Sebastián algo más que alterado sin darse cuenta que me encontraba escuchando y observándolo detalladamente. Estaba enfurecida, más que enojada, quería matarlo con mis propias manos.

- ¿Cómo te atreves a golpearla? – grite mientras lo empujaba con fuerzas

- Mey – susurro impactado – no es lo que tú crees, ella

- Ella nada Sebastián, lo escuche todo – lo observe furiosa poniéndome frente a Lindsay – solo un cobarde gilipollas haría lo que hiciste tú con esta mujer, ¿para qué? ¿para llamar mi atención? – fruncí el ceño – eres un miserable

- Mi amor, no sabes lo que dices – intento contener la situación de forma nerviosa

- ¿No sé lo que digo? Te creí un hombre bueno, pero te metiste con lo que más amo en el mundo. Quisiste ensuciarlo de la peor manera, pero ya lo descubrí todo – enojada grite en su cara – quiero que sepas que por más que intentes un millón de cosas yo amo a Villa, este o no con él y eso no va a cambiar estando contigo