.21. tercera temporada

726 68 77
                                    

Narrado por María Emilia Luna

Abrí mis ojos, la luz del sol me impedía ver con claridad, escuchaba el sonido de los pájaros y el agua correr. Me levanté lentamente de la cama y asustada abrí más mis ojos cuando pude divisar a lo lejos la playa. Baje mi vista hasta mi cuerpo, estaba vestida de blanco. ¿Me había muerto?

Me pare confundida tomándome la cabeza, intentando recordar que fue el último momento que tenía en ella: estaba en el hospital con Vila, pero ¿Qué hacía aquí? Camine unos metros lejos de aquella cama, el sol aun me impedía ver a lo lejos, no había nubes en el cielo, pero si tranquilidad, mucha tranquilidad. Puse mis manos sobre mis ojos para poder ver a lo lejos y descubrir donde me encontraba. Había logrado divisar la silueta de un hombre sobre la orilla de aquella playa.

Sonreí cuando pude ver que volteo completamente dejándome ver su reluciente sonrisa.

¿Esto era un sueño o era real?

Corrí hasta el emocionada, el solo continuaba de la misma forma, sin moverse con sus manos en los bolsillos de sus vaqueros claros. Su camisa blanca hacia que su sonrisa contra el sol sea más reluciente, más hermosa de lo que recordaba.

- Al fin despertaste – murmuro cuando llegue hasta el

No dije nada, no me salían las palabras. Solo lo abrace con fuerza. Sentir su cuerpo contra el mío hizo que recorriera un escalofrío dentro de mí, mis emociones estaban a flor de piel, no recordaba cuanto era lo que lo extrañaba, de verdad.

- Te extrañe – susurre

- Lo sé – rio levemente, sentí su pecho temblar de forma placentera dándome paz – yo te extrañé también

- Tu siempre me extrañas

Levante mi vista hacia él, sus ojos se encontraban más claros hasta podía ver el mar reflejado en ellos. Me daban paz como su sola presencia. ¿Por qué él nunca se daba cuenta del ser tan maravilloso que era para mí? ¿Por qué simplemente no leía mis pensamientos, para darse cuenta de cuán importante era para mí?

El solo sonrió y yo morí de amor por el nuevamente.

- ¿Me das un beso? – susurre perdida en él, ansiaba con tanto amor sentirlo nuevamente

- ¿Por qué me preguntas eso? – frunció el ceño

- Porque hace mucho no siento tus labios – murmure con timidez

Él sonrió de costado y tomo mis mejillas entre sus manos. Acerco sus labios a los míos haciendo presión sobre estos. Sentí renacer las mariposas en mi estómago, aquellas que creí que se habían muerto con los meses que estuvimos lejos. Su lengua acaricio la mía como si quisiera darle todo el amor del mundo.

Mordió mi labio inferior tiernamente cuando se separó y una sonrisa broto de mí, me sentía en el cielo.

Abrí mis ojos lentamente, no quería que fuera un sueño. Quería que fuera real, que él estaba conmigo de verdad.

- Me encanta este lugar – dije emocionada observando sobre el

- A mí me encantas tu

Volví mi vista a él, me acerque y deje un castro beso sobre sus tiernos labios. ¿Por qué amaba tanto besarlo?

- Te amo – susurre sobre sus labios

- Te amo también – sus ojos penetraron los míos haciendo que mi piel se erizara

Mi mano viajo hacia su mejilla, acariciándola tiernamente. Su piel seguía tan suave como lo recordaba. Los meses no habían cambiado mis sentimientos, mis emociones, todo seguía intacto en mí. Todo lo que tenía era para él.

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora