Voltee lentamente, se suponía que me encontraba sola y que lo que había escuchado era solo mi imaginación. Trague saliva, sentía mi corazón latir con fuerza. Cerré mis ojos con fuerza, quizá solo alucinaba, pero no, él era tan real como yo en ese momento.
Su semblante era tranquilo, sus ojos verdes se encontraban perdidos en el atardecer.
- ¿Qué haces aquí? – balbucee con nerviosismo
El me observo por primera vez. Un escalofrío recorrió mi espina dorsal.
- Vine a cumplir mis promesas
Fruncí el ceño, pensé que las promesas se las había llevado el mar.
- Te dije que íbamos a estar juntos – sonrió levemente
- ¿Disculpa? – no quería mas juegos, fruncí el ceño – tu deberías de estar en Estados Unidos con tu estúpida esposa
Me golpee mentalmente, no podía ser tan estúpida y sentir celos al pronunciar aquello.
- Tenías razón – bajo su mirada levemente - Tenias razón, siempre la tuviste y yo fui el idiota que no te creyó – se acercó lentamente a mí – lo lamento
Fruncí el ceño enojada, ahora después de todo descubría que lo que le dije era verdad. Después de que me tratara de mentirosa, caprichosa, después de haberme rebajado al nivel de suplicarle que se quedara conmigo que no me dejara. Después de romperme mil veces más.
- ¿Lo lamento? ¿Es lo único que tienes para decirme? – me acerque a él con gran enojo y lo empuje levemente – eres un imbécil, ¿Crees que con un simple lo siento, te perdonare? – lo volví a empujar, mi tono de voz empezó a elevarse – ¿Crees que por el simple hecho de que desee que vuelvas por mí, te perdonare? ¿Así de fácil? – lo empuje nuevamente – eres un idiota, un imbécil, ¿Dónde estuviste todo este tiempo que llore por ti? – grite, estaba más que furiosa – ¿Cómo te atreves a volver a iluminar mi vida así? – lo empuje – eres el peor ser humano que he conocido, Juan Pablo
- ¿Te encuentras enojada?
- ¿Que si estoy enojada? Estoy furiosa contigo – volví a empujarlo
- ¿Porque? Estoy admitiendo que soy un idiota, el más vil de todos por no haberte creído, por no haberme quedado contigo, por todo lo que te hice pasar – dijo defendiéndose casi con el mismo tono de voz que el mío
- ¿Porque? ¿De verdad lo preguntas? – golpee su pecho - Porque te amo y vendería mi alma por ti y a ti te vale madre Juan Pablo – volví a empujarlo
- Yo te doy mi vida si la quieres – respondió tomando mis muñecas para evitar que lo golpeara
- Eres un imbécil – dije intentando separarme de él, ya que estábamos muy cerca
- Y este imbécil te ama, está enamorado de ti – susurro cerca de mí, algo que hizo que mis oídos se deleitaran por escucharlo, me observo detalladamente - te amo tanto que vine hasta aquí para suplicar tu perdón, sé que te lastime pero sé que a pesar de todo lo que pasamos tú me amas de la misma manera que yo – se acercó más a mí, yo me encontraba perdida en sus ojos – vine por ti porque siempre vuelvo a ti, porque siempre voy a estar detrás de ti aunque no lo quieras así, siempre voy a cuidarte
Trague saliva, me debilitaba tanto frente a su amor.
- te vendo mi alma a cambio de que te quedes conmigo y me perdones – suplico – puedes esclavizarme, golpearme, hacer de mi lo que tú quieras, pero perdóname, quédate tu conmigo esta vez y te aseguro que no habrá día que no lo pinte de amarillo para ti, te aseguro que no habrá día que no quiera estar amarrado a ti, aunque quieras lo contrario, porque, aunque me alejes ahora, sabes que voy a volver porque tú también vuelves a mí, somos un espiral
- ¿Lo que yo quiera? – susurre, ya estaba más que perdida
- Lo que tú quieras, mi amor
- Bésame – suplique – y es una orden
Él sonrió con victoria y sin dejar de mirarme soltó mis muñecas tomo mi cintura con una de sus manos, la otra viajo a mi cuello. Me atrajo más hacia el acortando la distancia entre nuestros labios.
Por fin volvía a sentirlo mío, solo mío. Sus labios acariciaron los míos como si fuera lo más delicado que tocaba, mis manos viajaron a su cuello para como siempre atraerlo a mi más. No quería ninguna separación más, necesitaba de él, lo quería conmigo y ahora que lo tenía podía disfrutarlo con plenitud como siempre quise.
El beso siguió su curso como si el tiempo se hubiera detenido, él tenía ese poder. Detener todo a mi alrededor, el hacía que la felicidad se estancara en mi porque él era todo. Hacía que perdiera el aliento. Le daba luz a mi vida.
Nos separamos lentamente, abrí mis ojos y parpadeé un par de veces. Me era imposible creer que él sea real.
- ¿Lo prometes? – susurre
- No quiero prometerlo, quiero hacerlo
Volvió a besarme como si no fuera un mañana, porque eso se había terminado. Ya no había un futuro incierto, un quizás. Ahora era el presente y el futuro nuestro, de los dos juntos, por fin.
Volvió para iluminar mi vida, volvió a ser el sol de mi vida y esta vez no me iba a volver a separar de él.
Este capitulo esta dedicado con mucho amor a Dramma Grumpy Queens (por aguantarme todo el santo día)
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Amarillo - Juan Pablo Villamil
FanfictionEstoy perdida, vivo anclada casi como un pájaro a su cielo azul (T'estimo) Amarillo: me tienes en los bolsillos Primera temporada Segunda temporada Tercera temporada Todos los derechos reservados. QUEDA PROHIBIDA su copia u adaptación de cual...