Amarillo - Juan Pablo Villamil

.36.

Narrado por Juan Pablo Villamil

Camine por el pasillo del estudio hasta llegar a la oficina de Isaza. Pensé unos minutos si tocar la puerta o darle de su propia medicina, opté por lo segundo. Él debía aprender algo de modales.

- Buenos días – abrí la puerta de golpe

- ¿Qué es este Villamil mal educado que entra sin golpear a mi oficina? – bromeo y siguió mirando unos papeles

- Hoy no fuiste a molestarme y me preocupe – tome asiento frente a el

- Lo siento, es que me entretuve con algo – dijo dejando los papeles en su escritorio y me observo

- ¿Con que? – fruncí el ceño confundido, no sabía que teníamos un nuevo caso

- Con esto

Me entrego los papeles que estaba anteriormente leyendo y comencé a leerlos.

- Estos son datos de Mey – dije mirando uno de los papeles que era el acta de nacimiento

- Sí, me los dio cuando la vi – suspiro

- Pero – intentaba entender porque los tenia

- Accedió a que la ayudáramos a buscar a su madre, por eso los tengo

- ¿Porque no me dijo nada? – fruncí el ceño confundido

El suspiro pesadamente y se tiro hacia atrás en la silla.

- Continuemos con esto ¿quieres?

- ¿Hay algo que no tenga que saber? – pregunte expectante

- Nada que ella no te haya dicho – comento - lo que sí, te voy a hacer este dibujo – tomo su lapicera y sobre el papel dibujo una especie de espiral – hagan lo que hagan ustedes son esto, un espiral, sé que estas confundido por lo que te estoy diciendo pero

- Si estoy bastante confundido – lo interrumpí con rapidez

- Tranquilo, ustedes al final del camino se van a encontrar – sonrió levemente

Le devolví el gesto no tan convencido a Isaza, de verdad que necesitaba creerle un poco así dejaba todo este tormento pasar. Estuvimos casi toda la tarde dentro de su oficina analizando todos los datos que teníamos, nos sentíamos unos detectives especiales. Sin embargo, nos dedicábamos a la parte de crímenes y delitos por esa razón sabíamos cómo hacer este trabajo.

Por un momento se me vino un momento a la mente, algo que hizo que pensara más detalladamente la situación.

Busque rápidamente en la computadora su nombre para luego decirle Isaza que debíamos ir al hospital en donde Mey había nacido. Tenía una corazonada muy grande.

- Tenemos la orden, ¿verdad? – pregunte inseguro

- Tranquilo, hable con Bryan – guiño el ojo

(...)

- Disculpe señorita – Isaza llamaba la atención de la enfermera en la mesa de entrada – tenemos una orden – mostro el papel que nos había hecho Bryan - necesitamos ver los certificados de nacimiento del año 1991, durante el mes de diciembre

La mujer tomo la orden y la observo detalladamente, levanto la vista y con un gesto nos hizo pasar a una pequeña habitación llena de cajas y carpetas. Busco en uno de los estantes una carpeta y la puso sobre una mesada gigante.

- Esta es la carpeta con todas las actas de nacimiento de ese año y ese mes, específicamente ¿de quién están buscando? – frunció el ceño confundida