Amarillo - Juan Pablo Villamil

.19. segunda temporada

Narrado por Juan Pablo Villamil

Comencé a tirar la pequeña pelota contra la pared. Mi mente solo divagaba aquel momento en que estuvimos frente a frente. De verdad que había sido un maldito desgraciado y la entendía, no podía luchar contra eso. Pero también, quería y ansiaba remediarlo, aunque no supiera por dónde empezar.

- Hola

De reojo observe a simón que se encontraba en la puerta de mi oficina.

- ¿te encuentras bien? – tomo asiento en la silla frente a mí – ayer desapareciste sin decir nada y

- Vi a Mey – murmuré entre dientes

- Lo sé – suspiro - ¿Cómo te sientes con respecto a eso?

- Mal – confesé – me siento pésimo, sobretodo porque ayer termino por confirmar nuestra separación

El suspiro bajando su mirada, rasco su cabeza con frustración.

- Se encuentra muy lastimada, papo – murmuro – eso lo sabes, no hace falta que te lo explique ¿o sí?

- No sé qué hacer, simón – me pare rápidamente y camine hacia el ventanal de mi oficina – no sé qué hacer

- Ya se te ocurrirá algo, tu siempre tienes buenas ideas – me alentó

- ¿me cree si le digo que de verdad no tengo ni una, más que pedirle perdón? – voltee a verlo con seriedad – nunca tuve en mente perderla y ahora esta con ese tipo que ni siquiera se quién es

- Ya sabremos – movió sus hombros – tu solo, preocúpate por pensar en cómo pedirle perdón y del resto solo se ocupará el destino – el solo se levantó y camino hacia la puerta – debo buscar a Nath, procura no subirte a un auto sin frenos, ni hagas alguna estupidez

Simón desapareció y yo solo me quede ahí observando la ciudad desde arriba. Qué lugar tan inmenso para nosotros que somos míseras células andantes, solitarias y algo aturdidas por nuestros accionares.

¿Cuándo fue el momento en que termino todo? ¿Qué fue lo que me sucedió ese día para que todo terminara tan desastroso? Tenía demasiadas preguntas, pero estaba convencido de que no me rendiría. No con ella.

Mi teléfono sonó, sacándome de mis pensamientos.

- ¿Diga?

- Señor Villamil

- Si, el habla – fruncí el ceño con gran confusión

- Lo llamamos de la clínica en donde atendemos a su madre, queremos informarle que la tuvimos que internar de urgencias

- ¿Que?

Narrado por María Emilia Luna

Me encontraba sentada en aquella terraza. Siempre que necesitaba pensar o estar en paz venía a este lugar, venía con él.

Recordaba cada palabra que había salido de mi boca, había sido cruel pero dentro de mi había demasiadas cosas que necesitaban ser sanadas y hablar de mi gran enojo contra él, era el principio.

Hoy era mi último día en la ciudad, hoy me volvía a España dejando atrás nuevamente todo esto.

Sentí el vibrar de mi teléfono, lo tomé, el nombre de Simón se encontraba en la pantalla.

- Vargas – dije sin dejar de apreciar la metrópoli desde lo alto

- Mey, Villa te necesita – dijo rápidamente

- ¿Le sucedió algo? – dije preocupada

- Clemencia empeoro, la internaron en la clínica donde se atiende