.6. I . segunda temporada

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Narrado por Juan Pablo Villamil

- Eres demasiado joven para serlo y déjame decirte que por un momento pensé que eras un viejo primo de tutankamon – hablo con total sinceridad

Reí con euforia frente a su ocurrencia, tiré mi cabeza hacia atrás mientras continuaba manejando. Se sentía bien este momento presente.

- ¿Le parezco primo de tutankamon? – pregunte observándola de reojo

- Lo siento – levanto su mano en todo de defensa – pero en lo personal, la palabra "jefe" solo me lleva a pensar en una persona con panza, canas y arrugas

Ambos reímos frente a eso.

- Eres demasiado divertida – confesé aun observándola, era hermosa

- Supongo – movió sus hombros

Camine por el pasillo del estudio, salude a mi secretaria e ingrese a mi oficina. Todo me parecía extraño, desde el sueño de anoche. No sabía si eso era un recuerdo o era producto de mi imaginación, no podía recordar a la mujer que viajaba conmigo.

- Buen día

Isaza ingresaba a mi oficina como si nada.

- Se dice ¿permiso, puedo ingresar?

No escuche nada de él, levante mi mirada y él se encontraba estático con sus ojos abiertos.

- ¿Qué? – pregunte preocupado

- ¿Recuerdas eso? – note que comenzó a sonreír levemente

- ¿Qué cosa? – pregunte confundido

- A ti no te gusta que ingrese sin tocar – tomo asiento frente a mi

Pensé un momento, eso lo dije sin pensar. No recordaba que odiaba esas cosas.

- No en realidad solo – rasqué con nerviosismo mi cuello – lo dije sin pensar

- Oh – negó apretando sus labios – ¿Cómo te encuentras hoy?

- Mas confundido que nunca – suspire

- ¿Puedo ayudarte en algo?

Lo observe fijamente, quizás el me diría algo más que simón.

- Tuve un sueño, no sé si fue real o fue producto de mi imaginación – el solo abrió sus ojos sorprendido – había una mujer, estábamos en mi auto y decía que pensó que era el primo de tutankamon, yo decía que era divertida y ambos reíamos

- ¿y?

- Y no recuerdo más – susurre

Isaza sonrió tirándose hacia atrás en aquella silla.

- ¿Qué? – pregunte confundido

- Eso no fue un sueño, eso es un recuerdo – sonrió aún más – tú me contaste sobre ese momento

- ¿Tú conoces a la mujer?

Quería saber quién era ella, sabía que si la encontraba ella iba a contestar todas mis dudas. Quizás podría ayudarme a recordar.

- Si

- Dime quien es – suplique

- Está más cerca de lo que crees, sabes que no puedo decirte todo porque te hará peor

- La laguna mental que tengo dentro de mi cabeza es lo que me está haciendo mal, Isaza – lo observe con seriedad

El suspiro y bajando su vista asintió.

- Debo continuar con mi trabajo, solo traía esto – señalo los papeles frente a mi

Él se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta.

- Oye

Volteo a verme con curiosidad.

- ¿sabes algo de tu amiga Mey?

El lanzo una risa sin responderme nada salió de mi oficina. Golpee el escritorio con gran enojo. Me trataban como si fuera un loco y yo solo quería recordar. Había algo que faltaba, alguien o quizás solo era la sensación de no saber que había sucedido conmigo. Mis amigos no entendían que me encontraba más que desesperado por entender que fue de mi antes de mi accidente porque no me sentía parte de esta vida. No sentía ni siquiera algo de amor por Jessica y eso era lo más extraño.

El día transcurrió tranquilo, el dolor de cabeza desapareció, aunque la laguna seguía intacta. Lo único que me mantenía fuera de esa ansiedad de describir era solucionar la vida de los demás. Que paradójico todo, ni siquiera podía solucionar la mía.

- Lauren – llame la atención de mi secretaria – ¿El señor Isaza?

- El señor Isaza se fue hace un rato, señor. ¿Necesita algo?

- No – negué rápidamente – no se preocupe

Salí de la oficina y tomando mi auto manejé bastante, no sabía porque, pero conocía perfectamente las calles que transitaba.

De pronto vi el auto de mis amigos en bar llamado "mil lunas". Sentí algo extraño al leer la palabra Luna, no sabía porque, pero la curiosidad llego al extremo de manejar mis acciones, que estacione fuera de aquel lugar.

Ingrese de forma temerosa, todo se me hacía familiar. Camine por el lugar que estaba infectado de personas intentando localizar a mis amigos por algún lugar. Camine por los pasillos del lugar observándolos con demasiada curiosidad. Detuve mis pasos cuando vi un dibujo sobre la pared.

- ¿Qué haces ahí?

Abrí mis ojos asustado cuando se percató de mi presencia. Ella se había levantado del suelo.

- Quería verte – confesé rápidamente

Observe su reacción con determinación, volteo hacia la pared inclinándose para continuar con lo que hacía.

- Pues, ya me ves – murmuro

- Está quedando bien – camine hacia ella con las manos en mis bolsillos - ¿lo hiciste tú?

- Si – susurro

- Dibujas bien – hable animado, ella solo elevo su mirada y sonrió

Toque mi cabeza de forma automáticamente, ¿eso era otro recuerdo? Otra vez con la misma mujer y otra vez sin saber quién era. Me tenía confundido, aturdido y hasta el vacío aumentaba de tan solo recordarla.

- Villa, ¿te encuentras bien?

Lleve mi vista hacia la mujer frente a mí.

- Nath ¿verdad? – pregunte confundido

- Sí, soy Nath – sonrió levemente – me recuerdas

- Si, un poco

- ¿te encuentras bien? – su semblante cambio a preocupación

- Sí, no te preocupes – sonreí levemente

- Nath

Esa voz hizo que mi piel se erizara completamente y que un escalofrió recorriera mi cuerpo rápidamente. 

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora