.28. segunda temporada

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El ruido de un vidrio que se rompió y el llanto de Max hizo que abriera mis ojos de forma alarmante. Voltee a ver a Villa, él se había sentado y ambos salimos de nuestra cama para ir hasta la habitación de nuestro hijo. Lo tome en brazos, lloraba tan fuerte que hasta me daba miedo que se haya lastimado.

- Ya mi amor, ya – susurre acunándolo para que se calmara

Villa se acercó hacia la ventana de la habitación que se encontraba rota, se inclinó a tomar la piedra que hizo que tremendo estruendo. Fruncí el ceño cuando la vi.

- Alguien quiso llamar nuestra atención – susurro con el ceño fruncido observándola

El sonido de un auto arrancando fuertemente y yéndose de ahí hizo que se me erizara la piel, el sabor al miedo y al temor que nos hicieran daño corría por mi boca. No podía hablar.

Villa se acercó un poco más a la ventana para observar aquel auto que se alejaba de ahí.

- Debemos irnos – hablo aun observando la ventana

- ¿Qué? – pregunte sorprendida

- Tenemos que irnos, Mey – volteo a verme – no están seguros aquí

- Es nuestra casa, Juan Pablo – hable en un tono algo alterado

- Amor – se acercó a mi dejando la piedra a un lado y tomo de mis mejillas – de verdad que no siento que estemos seguros aquí, no quiero que les pase nada. Por favor – suplico

Su mirada emanaba terror, miedo a que nos sucediera algo. Asentí no muy convencida, este solo beso mi frente.

- Estaremos bien – susurro acariciando mis mejillas

(...)

Villa toco el timbre de la casa de mi madre. Era al único lugar donde podíamos acudir a las casi dos de la mañana. La puerta se abrió haciendo visible a Charo algo despeinada y con el ceño fruncido, confundida de vernos a altas horas de la noche en su puerta.

- ¿Qué hacen aquí? – pregunto preocupada y haciéndose a un lado para que podamos ingresar

- Es muy largo de explicar – comente, no quería entrar en detalles ya que ella también entraría en pánico - ¿podemos quedarnos por hoy?

- Claro que si – asintió confundida y se acercó a tomar a Max

Luego de acomodarnos en una de las habitaciones de la casa de Charo y de hacerlo dormir nuevamente a Max, nos encontrábamos acostados en la cama. Juan Pablo me abrazaba con fuerza por la cintura mientras que yo tomaba de sus manos. Todavía estaba temblando. Tenía miedo. ¿Quiénes eran esas personas que había roto el vidrio en medio de la noche y habían escapado sin dejar rastros?,¿Qué querían?,¿Qué buscaban?

- ¿En qué piensas? – susurro en mi oído lo que me provoco que un escalofrío recorriera mi espina dorsal

Voltee a verlo, necesitaba observarlo para tener un poco de paz y así poder dormir. Acaricie su mejilla tiernamente, al llegar a la comisura de sus labios dejo un tierno beso en ellas.

- En lo que sucedió, ¿Quién haría esto? – fruncí el ceño

- No lo sé amor, no lo se

- No me siento segura – afirme

- Yo tampoco siento que estén seguros, mañana iré a la policía a pedir que investiguen

Se quedó pensativo unos minutos.

- ¿Qué sucede? – fruncí el ceño confundida

- Conozco ese auto, pero no sé dónde lo vi

- ¿No serán aquellas personas que entraron una vez a casa y destruyeron todo?, no quiero que les pase nada, ni a ti ni a Max

- No sucederá nada, no voy a dejar que nos hagan daño. Solo quédate aquí y no salgas hasta que de verdad sepa que estamos bien – me acerco a su pecho para acurrucarme y besar mi coronilla – descansa amor, aquí estamos seguros, te amo

- Y yo a ti – Susurre

Bese su barbilla y me acomode nuevamente en su pecho para conciliar el sueño.

A la mañana siguiente Villa dejo la casa de mi madre temprano para ir a la policía a pedir que investiguen que había sucedido anoche y que intenten dar con el paradero de esas personas para evitar que nos hagan daño.

Yo solo me quede a desayunar tranquila junto a Max y Charo. Aunque no del todo fue tranquilidad, tuve que explicarle a mi madre el porqué de nuestra repentina presencia a altas horas de la noche en su casa, como era de esperarse puso el grito en el cielo.

- ¿Quieres que vaya a la revista y resuelva esto? – pregunte a mi madre que intentaba darle la leche a mi bebe

- ¿Estas segura? – levanto la vista para observarme

- Necesito salir a despejarme un rato, tu puedes quedarte con tu nieto y mimarlo en mi ausencia – reí - será rápido

Ella hizo un vaivén de miradas entre Max y yo.

- Me gusta esa idea – sonrió – No cierto que si mi pequeño – beso la mejilla de mi hijo e hizo que este sonriera tiernamente

- Bien, entonces me iré a cambiar – sonreí levantándome de la silla y luego besar la mejilla de mi bebe – te amo

(...)

Había terminado todo lo que mi madre tenía pendiente en la oficina de la revista. Salude a Marcus y a Nath que también se encontraba haciendo un par de fotos para la nueva temporada de Charo. Baje las escaleras de aquel lugar y camine hacia la parada de taxis, sentí que alguien me observaba. Mire para todos lados, no había nadie. Acelere mis pasos hasta llegar a aquella esquina donde siempre había autos esperando por pasajeros.

Esperé unos minutos, para ver si alguno se dignaba a aparecer y en un abrir y cerrar de ojos sentí que pusieron en mi nariz un pañuelo y me tomaban fuertemente del cuerpo. Me retorcí como puede en aquellos brazos, pero poco a poco iba perdiendo las fuerzas, poco a poco sentí que aquel liquido fuerte que tenía aquel pedazo de tela hacia efecto haciendo que caiga en un lugar oscuro y frio. 

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora