.19. I

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Narrado por María Emilia Luna

Dos horas faltaban para la inauguración del bar, me encontraba demasiado ansiosa y nerviosa. Era un evento demasiado grande gracias Charo y el que salga bien iba a repercutir en el futuro de este lugar. Me encontraba parada en la entrada, saludando a los invitados y observando que todo se encontrara en su lugar. Todos iban y venían aun, las modelos se encontraban arreglándose y peinándose para la pasarela.

- Mey – Flor apareció a mi lado con una sonrisa fingida para los invitados

- ¿Qué sucede?

- ¿Es mi imaginación o el que se encuentra allá es Pedro? – lo señalo levemente con la cabeza

- Si – sonreí riéndome por su reacción

- Pero – aun hablaba sin entender

- Se quedará aquí ahora – sonreí a las personas que ingresaban

- Pero volvió más bueno de lo que se fue – hablo en susurro

- Florencia – voltee rápidamente frunciendo el ceño

- Ya lo miraste – comenzó a reírse de mi reacción

- No voy a contestarte – mostré mi dedo rápidamente con obviedad

- Eso es que si – susurro con victoria

Reí negando, Florencia de vez en cuando era especial.

- Buenas noches preciosas – Isaza sonrió frente a nosotras

- Amigas – Lucy nos abrazó a ambas con emoción – me encanta este lugar

- Espero que vengas seguido entonces – bromeo flor

- Buenas noches

Trague saliva, su voz me hizo temblar y lentamente voltee a verlo. Se encontraba tan hermoso con su pantalón beige y una remera negra con sus zapatos de vestir. Tan casual y tan fuera de mi mundo otra vez.

- Hola – susurre sin dejar de observarlo a los ojos

- ¿Porque no pasan? Pueden pedir lo que quieran, la casa invita – dijo flor tranquilamente

- ¿De verdad puedo pedir lo que quiera? – villa murmuro observándome a los ojos

- Hablaba de lo que es gastronomía y bebidas – aclaro Florencia

- Si, también – murmuro y rio levemente

- ¿Porque no vamos a la barra? – Isaza tomo el brazo de villa con rapidez, estábamos que nos sacábamos chispas entre los dos – y tan solo dejemos a las mujeres hablar de lo que les compete a ellas, ¿no?

- Si, en la barra esta Pedro – recordé al rubio

- ¿pedro? Pero ¿Qué hace aquí? – Lucy frunció el ceño con confusión

- Digamos que se quedara aquí – sonreí

- Trata de no sonreír tanto porque puedes terminar como el guasón – villa murmuro de mala gana

- ¿Porque eres tan insoportable? – voltee a mirarlo directo con seriedad

- Porque te gusta ese modelito – me observo con seriedad

- ¿y eso a ti que te importa? – fruncí el ceño

Voltee molesta y camine hacia la parte trasera del local. Cuando se lo proponía podía hacerme enojar, pero me encantaba que se sintiera así porque se lo merecía por todo lo que me había hecho. Me recosté sobre la pared y suspiré. Recordé lo hermoso que se encontraba y mis sueños comenzaron a decirme que debía volver y aclarar que lo amaba, pero eso no iba a suceder porque nada cambiaria nuestra realidad.

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora