.23. segunda temporada

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El camino de vuelta a la ciudad fue divertido, otra vez, habíamos pasado un buen momento juntos. Riéndonos de los malos chistes que hacía y de las pésimas canciones que elegía para cantar a todo pulmón.

Cuando aparco fuera de mi casa, fruncí el ceño. Me había encargado de cerrar todo, pero ahora que observaba bien mi casa se encontraba abierta. Voltee a ver a Villa que se encontraba con la misma expresión.

- Iré a ver –dijo abriendo la puerta – quédate aquí

- ¿Que? – hable con sorpresa sorprendida – no, iré contigo

Abrí la puerta para ir tras él.

- Mey – susurro en forma de grito – metete al auto

- No te dejare entrar ahí solo, mira si te golpean otra vez y pierdes la memoria

El solo me observo, relajando sus facciones al darse cuenta que tenía miedo otra vez. Volteé y vi en el tacho de basura del vecino un palo. Lo tomé y volví junto a Villa.

- A demás no tienes esto

Mostré el palo, el rodo los ojos riendo. Beso mi coronilla.

- Detrás mío – me ordeno

- Pero si hay alguien lo golpeo – sonreí

Lentamente ingresamos, mi casa estaba vueltas arriba. Había objetos tirados, algunas de mis fotografías estaban rotas en el suelo. Todo, absolutamente todo, estaba dado vueltas, fuera de lugar.

- ¿Qué sucedió aquí? – susurre

- Sh

Lentamente subimos las escaleras, las primeras habitaciones se encontraban bien pero luego fui a la mía. Mi ropa se encontraba toda revuelta, algunas rotas.

El colchón se encontraba roto al igual que las sabanas. Pero lo que más me había roto el corazón fue encontrar el baúl donde había guardado todas las fotografías con Juan Pablo, abierto. Me arrodille junto a él y tome las fotografías que se encontraban rotas por la mitad, algunas estaban ralladas con gran enojo.

- Son nuestros recuerdos – susurre y lo observe con gran confusión

Mire hacia un costado y mis ojos se llenaron de lágrimas. Mi primera ecografía se encontraba también en la misma situación que nuestras fotografías

- Ay no – me levante de ahí y camine hacia aquel pedazo de papel – ¿quién fue? – me senté en el suelo y tape mi rostro

Habían roto el único recuerdo que me había quedado de mi hijo. Sentí tanta angustia dentro de mí que comencé a llorar otra vez. Sentí sus brazos rodearme, sus labios besaron mi coronilla mientras intentaba calmarme, pero aún no había consuelo para tanta ausencia que sentía dentro de mí.

- Lo rompieron – susurre con mucho dolor

Villa intento tomar de mi mano para levantarme, lentamente lo hice. Con las pocas fuerzas que me quedaban del día de hoy y bajamos a la planta baja. Podía notar el desorden, lo roto, lo acabado, pero no podía reaccionar. Me obligo a sentarme en el sillón y tomo una de las pequeñas mantas que guardaba en los cajones de decoración para acurrucarme en el sillón. Beso mi coronilla y luego comencé a escuchar como cerró la puerta y las ventanas, comenzó a juntar algunas cosas y colocarlas en su lugar.

Perdí la noción del tiempo por unos instantes.

- Toma

Parpadee y voltee hacia villa, el me ofrecía una taza. Me senté en el sillón y pude notar que era te. Ambos nos encontrábamos sentados frente a la chimenea artificial. Deje de lado por unos minutos aquella taza y abrace mis piernas como una niña.

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora