.43. tercera temporada

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Narrado por María Emilia Luna

- ¿Ya te vas? – pregunté cuando pude fijar mi vista en el

Se encontraba arreglando su corbata frente al espejo, el solo sonrió y volteo

- Sí, tengo que ir a la firma porque hay una reunión importante y luego volveré; Isaza pasara por mi

Volvió su vista al espejo y yo simplemente me detuve a observarlo unos minutos. Tan concentrado en su actividad, fruncía levemente el ceño para prestar atención a lo que hacía y hasta por ahí entre abría sus labios un poco.

Volteo nuevamente para que nuestros ojos se cruzaran. Sonreí levemente, el solo se acercó y se inclinó para besar tiernamente mis labios.

- Buenos días mi amor – susurro con una sonrisa

- Buenos días – sonreí

- ¿No te piensas levantar o qué? – negué rápidamente

- No quiero ir hoy – suspire

El llevo su mano a mi cabellera y la acaricio levemente.

- Todo estará bien – comento

- Lo sé – susurre – solo quiero quedarme aquí hoy, además debo llevar a los niños al colegio

- Está bien – asintió

Se inclinó nuevamente hacia mí, me observo detalladamente para luego acercarse y posicionar sus labios sobre los míos y así iniciar un dulce beso. Su lengua se toqueteaba dulcemente con la mía y ambas recorrían nuestra cavidad bucal. Estire mis brazos hacia su cuello haciendo que el cayera sobre mí y solo riera sonoramente sin dejar de besarme.

Amarre mis brazos a su cuello, mientras que él se dedicaba a remover las sabanas de mi cuerpo para poder acariciarme tiernamente y subir la tela de ceda que me cubría casi todas las noches al dormir.

El sonido del claxon del auto de Isaza hizo que gruñera, lo odiaba en estos precisos momentos. No quería que se fuera. El beso fue disminuyendo lentamente pero aun así no me animaba a soltarlo. Su frente se apoyó sobre la mía y sentí su cálida respiración en mi rostro.

- Odio a Isaza en este momento – susurro y ambos terminamos contagiándonos de la risa producto de su frase

- Estaba pensando justamente lo mismo – murmure

Abrí mis ojos para encontrarme con los suyos, me observaba tiernamente.

- Te amo – susurre

- Y yo a ti – sonrió – te veo luego

Dejo un castro beso en mis labios y rápidamente se levantó, pero aun así tome de su mano. De verdad que no quería que se fuera. Sonrió pícaro y se inclinó a mí para besarme nuevamente para luego levantarse y estirar de mi mano.

- Levántate floja – bromeo

- Ese eres tu – le recordé mientras que él tomaba su saco y salía de la habitación

- Me alegra que mis manías se te hayan pegado con el tiempo, amor – se burló en un grito mientras salía de la habitación

Reí al escuchar su comentario y suspiré luego de escuchar la puerta principal cerrarse. Tenía que levantar a los niños, para llevarlos al colegio. Presentía que hoy iba a ser un día largo.

(...)

Baje del auto y camine rápidamente hasta la puerta del colegio donde pude chocar con mis amigas que venían también a buscar a sus hijos. Max y Alex vinieron hacia mi corriendo. Sonreí emocionada de verlos, como siempre.

Amarillo - Juan Pablo VillamilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora