𝚂𝚊𝚗𝚘 𝚂𝚑𝚒𝚗𝚒𝚌𝚑𝚒𝚛𝚘

12.9K 962 127
                                    

·Liar - Camila Cabello·
Female Reader

Me repetí una y otra vez que no me importaba si él estaba en casa o no.

Entré en la casa de los Sano y me encontré a Emma, la chica a la cual daba clases particulares en los tiempos libres que me dejaba la universidad.

—¿No está tu hermano?

Soy una mentirosa, claro que me importa ese chico —pensé.

—¿Shinichiro? Está en su taller con Mikey y algunos de sus amigos.

Intenté no preguntar más sobre él, aunque fuese difícil... ¿Cómo llegué a ese punto?

•••

—Shinichiro —susurré—. Nos pueden pillar.

Intenté apartarle de mi cuello, pero agarró mis muñecas.

—No luches —susurró despacio antes de volver a besar mi cuello, haciéndome suspirar.

Se escucharon unos pasos y se apartó quedando apoyado en la pared de enfrente en el pasillo.
Un estudiante pasó entre nosotros, algo incómodo. Cuando se fue, el pelinegro me arrastró de la mano hasta el exterior de la escuela.

—¿Qué haces? —reí—. Las clases empezarán pronto.

—Lo sé, pero iremos rápido —dijo montando en su moto.

Cedí y monté detrás de él. Apenas tardamos unos minutos en parar de nuevo.

—¿Esto querías enseñarme?

—Si —dijo mirando la puerta metálica que cerraba el local—. En unos meses compraré esto y será mi taller de motos. Podrías trabajar conmigo, ¿qué te parece?

Sonreí y besé su mejilla. Volvimos a la escuela y, aunque llegué tarde a clase, me sentí completa, Sinichiro me quería y yo a él.

•••

No me importa, ha pasado mucho tiempo —me repetí una y otra vez en mi cabeza—. No le necesito.

Seguí a Emma hasta su habitación para que cogiera algunas de sus cosas.
A las afueras de la casa se escuchó el rugido del motor de una moto. Unos segundos después, unos pasos que se aproximaban.

—Hola, [Tn] —sonrió Shinichiro.

Ni yo misma me creo cuando digo que no le necesito —pensé. 

Le sonreí de vuelta y miré hacia Emma, quien rebuscaba entre sus cosas.

—Me dejé la mochila en casa de una amiga, [Tn]-san, lo siento.

—No pasa nada —le dije.

—¿Te llevo? —se ofreció su hermano.

—No hace falta, está aquí al lado, volveré en seguida.

Así, me vi obligada a esperar en la sala.
Sinichiro estaba frente a mí, sentado con sus piernas cruzadas sobre el suelo y una revista de motocicletas en las manos. Miré sus manos, sus finos dedos sujetaban la revista, estaban algo magullados por su trabajo. Me imaginé sus manos sobre mí de nuevo.

No pude apartar la vista de él.

—¿Por qué me miras, [Tn]? —dijo con un tono pícaro—. Podrías besarme ya, nadie nos verá.

—No quiero, gracias.

—Oi, ¿por qué actúas así? Fuiste tú quien quiso acabar con lo nuestro y ahora me miras así.

—¿Siempre me lo vas a echar en cara cuando nos vemos? —sonreí con arrogancia.

—Hasta que cambies de idea —sonrió de vuelta.

Se acercó un poco más a mí, rodeando la mesa y quedando sentado a mi lado.

No pierdas el control, no lo hagas. No te acerques demasiado —rogué en mi mente, aún así me acerqué un poco más a él y miré sus labios—. Mierda, ya no puedo parar.

—¿Sabes? Tú fuiste la única chica que no me rechazó.

Dirigí mi mirada a sus ojos, confusa.

—Aún no sé por qué terminaste conmigo.

Se apartó y fruncí el ceño, quería besarle.
Me abalancé sobre él, agarrando sus muñecas y sentándome sobre él.

—Mis padres no aprobaban que saliera con un pandillero.

Se incorporó y agarró mis manos, poniéndolas en mi espalda baja.

—Mentirosa, tus padres me adoraban.

Moví mis caderas sobre él y gruñó.

—No me hagas rogar... por favor. Necesito saberlo —dijo, mirándome a los ojos.

—Yo... tenía miedo de que con el tiempo nos distaciáramos por la universidad y decidí cortar nuestra relación.

—Así que es eso... ¡Eres idiota! No me ibas a perder solo por estudiar en diferentes lugares.

—Bueno ya lo hice, ¿y ahora qué hacemos?

—Yo aún te sigo queriendo y es obvio que tu también, así que... seamos pareja de nuevo.

Eso fue muy repentino, me dejó la mente en blanco.

—Está bien —dije sin más, apenas lo pensé, pero eso era lo que sentía. Quería estar de nuevo con él.

Me acerqué un poco más a él cuando soltó el agarre de mis manos. En su lugar, las posó en mis mejillas y me acercó a él.

—¿Y si me besas ya? —dije impaciente.

—Tranquila... tenemos tiempo.

En ese momento escuchamos unos pasos.
Me bajé de encima suya y volví a mi lugar. 

—Ya estoy lista, [Tn]-san —dijo la rubia, dejando la mochila junto a la mesa—. ¿Te vas a quedar aquí? —dijo mirando su hermano.

—Me voy a mi habitación, puedes pasarte después si quieres, [Tn].

Se marchó de allí, con su revista en la mano.

—¿Qué fue eso? —dijo Emma, con una sonrisa—. ¿Estáis juntos de nuevo?

—Se puede decir que si.

—Por fin, no podía aguantarle más. Hablaba de ti todo el tiempo.

Me sonrojé un poco y aparté la vista.
Le ayudé con algunas tareas y, cuando se hizo tarde, salí de la casa.

—Oi, te estaba esperando.

Me giré y vi a Sinichiro, saliendo se su habitación.

—Acabo de terminar con las tareas de Emma y ya me iba a casa.

—Te llevaré, vamos —tomó mi mano y la besó—. Debemos coger los cascos, están en mi habitación.

Le seguí, sabiendo que pretendía. Apenas entré me acorraló contra la pared, besándome suavemente y agarrando mi cintura. Cuando acaricié su pelo, se alejó con una sonrisa.

—Los tengo —dijo alzando los cascos y saliendo de la habitación

Bufé y salí tras él.
Le miré con una sonrisa cuando le vi sobre su moto, esperándome.
Monté tras él y me coloqué el casco.

—En marcha, princesa —dijo antes de arrancar, alejándonos de su casa.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora