𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙰𝚔𝚊𝚜𝚑𝚒 𝚃𝚊𝚔𝚎𝚘𝚖𝚒🔥

⚠️Smut (sexo explícito)⚠️
Female Reader

Un día con los fundadores de Black Dragons era una maravilla.

Takeomi y yo llevábamos unos años saliendo, prácticamente desde secundaria, por ello conocía bien a sus amigos.

Me llevaba muy bien con Shinichiro, él era el más tranquilo y siempre le protegía de los demás.
No paraban de meterse con él por sus numerosos rechazos y el hecho de que era virgen.

—Dejadle, es un bebé. No necesita hacerlo todavía —le defendí, mientras él arreglaba un motor en su taller, con una sonrisa.

—Si lo necesita —dijo Takeomi.

—En fin, Shin morirá virgen —dijo Wakasa.

Takeomi miró la escena con una sonrisa, adoraba cómo se metían unos con otros.
Le miré con súplica y él entendió. Debía cambiar de tema.

—He visto que cambiaste el diseño de tu moto, Waka.

—Si —dijo orgulloso—, ha quedado hermosa.

—Es una mierda —se carcajeó Benkei.

—Eso no me lo dices a la cara.

Ambos se levantaron a la vez y se enfrentaron. El peliblanco era mucho más pequeño, pero no se acobardaba.

—Sabes que te vencería en una pelea —dijo Benkei con un tono de burla.

—Eso ya lo veremos.

Estaban amenazándose a centímetros de distancia. Parecía que en cualquier momento romperían la tensión.

—¿Entonces ahora os besáis? —dijo Shinichiro.

Reí junto a Takeomi mientras veía como se separaban. Wakasa lazó una mirada a Shinichiro antes de sentarse de nuevo.
Pasamos un rato charlando y haciendo bromas, Wakasa se fue en ese tiempo para comprar algo para todos.

—Quizá el problema de Shin con más chicas es... que es Shin —se burló Benkei.

—Yo creo que sus amigos de mierda espantan a todas las chicas —dije, provocando una risa en conjunto.

Wakasa llegó en ese momento con unas bolsas donde traía bebidas para todos, además lo seguían unos enanos que corrieron a abrazar a Shinichiro.

—¡Hola! —dijo el pequeño Mikey, subiéndose a la espalda de su hermano. Este se levantó y el rubio quedó pegado a él.

Se dio la vuelta y levantó a Baji, este rio y cuando estuvo de nuevo en el suelo, se acercó a la moto que el pelinegro reparaba.

—Está muy guay, Shinichiro —dijo con una sonrisa, enseñando sus pequeños colmillos.

—¿Verdad? Mi hermano es el mejor con las motos —dijo Mikey orgulloso.

—Pero no con las chicas —se burló Wakasa.

Mikey se rio y Baji palmeó la espalda del pelinegro, consolándolo.
Poco después se fueron, avisando a Shin que regresara a casa temprano para ayudar a su abuelo.

Cuando Shinichiro cerró la tienda, todos se fueron a casa.
Yo vivía cerca de la casa de los Sano, así que Shinichiro acostumbraba a llevarme en su moto.

Cuando me dejó en la puerta de mi casa, él dejó su moto aparcada y no siguió hasta el final de la calle, donde estaba la suya, sino que se sentó en el borde de la calle y sacó un cigarrillo.

Me acerqué, algo confundida y me senté junto a él.

—¿Estás bien? —le miré de reojo, sacando otro cigarrillo.