𝚁𝚢𝚞𝚐𝚞𝚓𝚒 𝙺𝚎𝚗🔥

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⚠️Smut (sexo explícito)⚠️
Male Reader

Mordí levemente mi labio inferior mientras le veía.
Draken estaba junto a Mikey, quien presidía una reunión de ToMan. El enano hablaba, con las manos en los bolsillos, pero apenas le estaba prestando atención. Yo solo miraba a Draken.
Parecía tan imponente allí arriba... Se me dibujó una sonrisa en el rostro al recordar cómo rogaba por más en la cama el otro día.

Hubo un momento en el que cruzamos miradas. Pasó su mirada por mi cuerpo y luego apartó la vista.
Un sentimiento crecía en mi interior, calentándome por dentro lentamente.
Me imaginé cómo sería acostarme con él mientras llevaba el uniforme... Ese pensamiento no me ayudó a calmar mi excitación.

—Doy por terminada esta reunión. Espero que todos hayáis entendido lo que he dicho.

Tras las palabras de Mikey, todos dejaron paso para que se marchara. Luego comenzaron a bajar las escaleras del templo.

Sentí una mano en mi cintura y una respiración en mi cuello.

—Hola —susurró Draken. Yo subí mi mano para acariciar su mejilla—. Estás caliente, ¿eh?

Asentí y me di la vuelta.
Le di un corto beso antes de coger su mano y llevarlo hacia el bosque que había al lado.

—¿Dónde vais? —preguntó Mitsuya, que andaba junto a Hakkai hacia las escaleras.

—¡Enseguida vamos! —dijo Draken mientras nos alejábamos cada vez más.

No paré hasta que las conversaciones de los miembros de ToMan no fueron más que murmullos.
Entonces acorralé a Draken contra un árbol y le besé. Le besé con hambre, con deseo.

—Vaya —dijo cuando me separé después de unos minutos y comenzaba a besar su cuello.

—Quiero hacerlo.

—¿Aquí? —preguntó con un tono inseguro mientras yo desabotonaba su uniforme, dejándome ver su trabajado torso.

—Si, lo haremos rápido. Luego bajaremos y nadie se habrá dado cuenta —dije, aún besando su piel.

—No sé... Sigue siendo muy peligroso.

—Así te gusta —susurré, tocando su miembro erecto a través de sus pantalones—. Mira lo duro que estás...

Al levantar la vista para verle, un notable sonrojo adornaba sus mejillas y nariz. Sonreí al verle así.
Metí mi mano en su pantalón tras desabrocharlo y pasé mis dedos por su miembro, esta vez sin tela en medio.

—Ah —reprimió un gemido y echó un poco la cabeza para atrás—. Para, nos pueden descubrir...

—Si me lo pides, me detendré —susurré en su oído—. Pero tú y yo sabemos que realmente no quieres que pare...

Me miró a los ojos unos segundos hasta que me besó.

—Hagámoslo rápido —dijo él, desabrochando mi pantalón y agachándose.

Antes de que pudiera contestar, metió mi longitud en su boca, entero, hasta el fondo.
Luego lo sacó, volvió a meterlo. Repitió esas acciones hasta que lubricó mi miembro lo suficiente.

—Date la vuelta —dije.

Él obedeció, se levantó, apoyó su pecho en el árbol y acercó su trasero a mí. Bajé sus pantalones y el cinturón chocó contra el suelo. Bajé también su ropa interior y pasé mi miembro por su entrada, provocándole.

—Por favor, entra ya —rogó con un pequeño gemido.

Enseguida entré en él, permaneciendo dentro un par de segundos.
Nuestras respiraciones ya estaban algo irregulares.

Comencé a moverme despacio, acariciando su abdomen hasta llegar a su miembro, el cual masejeé mientras aumentaba el ritmo.
Él reprimía sus gemidos, al igual que yo. Intentaba no chocar tan fuerte contra él para no hacer mucho ruido, pero se sentía tan bien...

Clavé mis dedos en sus caderas mientras aceleraba el ritmo.
Justo en ese momento escuchamos unas voces, pero aún lejanas.

—¿Qué ha sido eso? —preguntó.

—No lo sé —respondí sin dejar de moverme. Comencé a besar el cuello de Draken mientras pasaba de nuevo mis manos por su longitud.

Él se apoyó un poco más contra el árbol cuando sus piernas comenzaron a temblar.
Me dio una vista perfecta de su espalda, cubierta con la camisa de su uniforme, que se había resbalado un poco por sus hombros.

Yo seguí arremetiendo contra él, sin importarme ya el ruido. Lo notaba presionando sus paredes alrededor de mi miembro.

—¡Ah, [Tn]! —a Draken se le escapó un gemido más alto de la cuenta, enseguida se arrepintió y siguió gimiendo más bajo.

Miró hacia atrás y me sonrió. Yo besé sus labios mientras sentía que estaba cerca.
La sensación de que podríamos ser descubiertos hervía en nuestro interior, era una dosis de adrenalina que me hacía ir más rápido.

Draken se corrió primero, luego saqué mi miembro a tiempo y me corrí fuera.

Respiramos pesadamente mientras nos acomodamos la ropa.

—¿Vamos? —le ofrecí mi mano para salir del bosque.

Cuando ya caminábamos hacia muestras motos, la mayoría se había marchado.
Sentí la mirada de Mitsuya sobre mí. Él sabía lo que habíamos hecho, o al menos lo intuía.

Draken se montó en su moto con un pequeño gesto de molestia.

—¿Te duele? —susurré

—Un poco.

Le di un beso rápido y me acerqué a su oído.

—La próxima vez puedes pedirme que vaya más suave.

—Pero así me gusta —sonrió e hizo sonar su moto.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora