𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙷𝚒𝚝𝚝𝚘 𝙺𝚊𝚔𝚞𝚌𝚑𝚘 𝙰𝚄

Female Reader

Mis padres celebraban cada año un baile en una de nuestras mansiones en Japón.
Nunca le di mucha importancia hasta este año.
Cumplía la mayoría de edad y ellos me obligaban a abrir el baile con Hattori Riku, el hijo de uno de sus amigos millonarios. El problema era que yo no sabía bailar.

Ya habíamos viajado a Japón para preparar la fiesta, así que allí contrataron a un profesor para que me enseñara y hoy sería mi primera clase.

—Hija, ya ha llegado tu profesor, te espera en la entrada.

—Gracias, mamá.

Caminé hasta el recibidor, donde un hombre me esperaba, de espaldas a mí. Estaba admirando uno de los cuadros que mi padre había comprado recientemente.

—Hola —saludé.

Él se dio la vuelta y me sorprendí por lo lindo que era. Apenas tenía un par de años más que yo.

—Buenos días, soy Hitto Kakucho. Usted debe ser Aoki [Tn], encantado de conocerla.

—Encantada de conocerte, Kakucho —sonreí—, puedes llamarme [Tn].

Él asintió y yo le guié por la casa hasta la sala donde se celebraría la fiesta. Él me seguía en silencio, con las manos detrás de su cuerpo.

—¿Llevas mucho tiempo siendo profesor?

—Solo unos años, pero empecé a bailar cuando era un crío.

—Qué tierno —sonreí.

Al fin llegamos a nuestro destino, la gran sala aún no estaba decorada ni mucho menos, aún faltaban unas semanas para el baile, pero no dudaba en que pronto mis padres se pondrías histéricos y comenzarían a contratar decoradores.

—Bien, tus padres me han dicho que abrirás el baile con un vals.

—Si, qué aburrido —dije, tumbándome en uno de los sofás junto a las grandes ventanas mientras le miraba sacar algo de su mochila.

—¿Preferirías bailar otra cosa? —dijo girándose hacia mí con un pequeño altavoz, que pronto conectó a su móvil.

—Siempre quise aprender a bailar tango —dije con una sonrisa.

—Bueno, si eres una buena alumna y aprendes rápido, te enseñaré algo de tango —dijo, tendiéndome la mano para que me levantara.

—Vale —sonreí y acepté su mano.

Me guio hasta el centro de la sala mientras la música comenzaba a sonar. Me sonrió por el camino. Era la primera vez que veía su sonrisa, y era realmente hermosa.

—Bien, empezaremos con unos pasos básicos. Primero debes colocar tus manos así —pasó una mano por mi cintura y puso la mía sobre su hombro. Mi mano libre se enlazó con la suya en el aire.

Comenzó a explicarme un poco los pasos y cómo contarlos, enfatizando siempre el primero.

—Y un, dos, tres. Y un, dos, tres —repetía mientras practicábamos los pasos laterales—. ¿Ves? Ya vas aprendiendo.

Sonreí y me concentré en no equivocarme. Kakucho era muy lindo y no quería arruinar el momento, creía que le pisaría en cuanto mirara hacia arriba.
Su mano, que agarraba la mía, se dirigió a mi rostro y levantó mi barbilla.

—Debes mirar a tu pareja, confía en que tus pies te guíen.

Sonreí y fijé mi mirada en la suya mientras seguíamos bailando. Me enseñó otro paso, esta vez de delante hacia atrás. Cuando empezamos a añadir giros, comencé a ser más torpe, pero la confianza que él rebosaba mientras bailaba me ayudó a seguirle el ritmo.