𝙸𝚖𝚊𝚞𝚜𝚑𝚒 𝚆𝚊𝚔𝚊𝚜𝚊

6.5K 510 23
                                    

·Lovely - Billie Eilish ft. Khalid·
Es medio AU, porque no sale nada relacionado con pandillas, pero Wakasa si es pandillero

Female Reader

Al parecer, nunca podría escapar de él.

Las chicas de mi edad se preocupaban por la Universidad, relaciones y fiestas. Sin embargo, yo debía soportar una vida en casa, sin apenas contacto con el exterior.

Desde que murió mi madre, mi padre me ha mantenido en casa.

Me pasaba el día mirando por la ventana, leyendo o haciendo tareas que mi padre me imponía para que no abandonara mis estudios del todo.
Él repetía que era por mi bien, pero me costaba creerle.

No tenía a nadie fuera de casa con quién hablar, así que no sabía nada más a parte de lo que salía en las noticias.

No iba a negar que era encantador estar completamente sola algunas veces, pero comencé a odiar mi situación.

—Voy a hacer la compra, no salgas, ¿vale? —dijo él, entrando en mi habitación y besando mi frente.

Esperé a escuchar la puerta para levantarme rápidamente.
Hoy quería saltarme sus reglas, hoy quería salir de casa, aunque sólo fuera por unos minutos.

En mi mente se reproducían escenarios desastrosos que desembocaban en lo mismo: mi padre se enteraba de lo ocurrido. No quería pensar que pasaría después.

Esos pensamientos que se venían a mi mente cada noche... "Espero que algún día salga de aquí"... Se hicieron realidad.

Respiré el aire de la ciudad, aunque no fuera del todo limpio, me sentía libre.

Era algo tarde, estaba anocheciendo, así que decidí andar solo unos minutos.
Caminaba por la ciudad, algo siempre rondaba por mi mente, pero era sofocado por la adrenalina que me provocaba desobedecer a mi padre.

El corazón me dio un vuelco cuando vi a un grupo de chicos al final del callejón por el que pasaba. No podía dar la vuelta, otro grupo me tapaba la salida.

—¿Me dejan... pasar?

—Tengo una idea mejor —dijo aquel repugnante chico, tirando un cigarro al suelo y acercándose a mí.

Retrocedí unos pasos conforme avanzaba hacia mí.

—Por favor... Solo quiero volver a casa.

De repente, los chicos que estaban a mi espalda cayeron al suelo rápidamente.

—Vete de aquí, chica —escuché una voz y me giré.

Era un chico con el pelo tintado, ropa holgada y mirada cansada. Entre sus labios descansaba un pequeño palo de madera.

Corrí, escapando de allí y finalmente salí del callejón.
Busqué un lugar cercano para esconderme, pero no encontraba ninguno.

Antes de lo que esperaba, el chico salió del callejón, sacudiendo un poco su chaqueta.
Al mirar detrás de él, vi a todos los chicos tirados en el suelo o sentados contra la pared, inconscientes.

—¿Qué...?

—¿Estás bien?

—S-si... ¿cómo te llamas?

—Soy Imaushi Wakasa.

—Muchas gracias, Wakasa. Soy [Tn].

Él sonrió levemente y se dio la vuelta.
En ese momento me di cuenta de que estaba perdida. Había caminado tanto que no recordaba como volver.

—Perdona —él se dio la vuelta para mirarme—, ¿podrías decirme dónde está el mercado?

—¿Cuál de ellos?

—Pues... no me sé el nombre

—¿Estás perdida?

Asentí y él miró al cielo, dándose cuenta de que había anochecido.

—Te ayudaré, pero no suelo hacer esto —dijo, con poco interés. Sin embargo, agradecí su ayuda.

Caminamos unos minutos hasta que llegamos a una calle concurrida.
Me guío por allí, buscando mi casa.

Él me preguntó el motivo por el que una chica mayor de edad se pierde en su propia ciudad.
Yo tuve que explicarle un poco mi vida y él escuchó.

—Vaya, eso es muy duro. Lo siento —dijo, pasando su mano por su pelo.

—Solo quería salir hoy para sentirme viva. No pensé que fuera tan peligroso.

—Es que te metiste en una calle peligrosa, hay otras muy bonitas.

—Ojalá pudiera verlas...

—Te llevaré —dijo decidido.

—Por favor... ¡Digo, no! Debo llegar a mi casa, si mi padre se entera...

—Tranquila, nos pilla de camino.

Tomó mi mano y me llevó hacia alguna parte.
Quizás hacia todo esto por empatía, le daba pena mi situación, pero lo cierto es que fue la mejor noche que pasé en mucho tiempo.

Paseamos por algunas calles donde había puestos de comida y tiendas. Yo parecía una cría que nunca había salido de casa, aunque si que era el caso.

—¡Mira! ¡Son gatitos! —dije señalando una tienda de mascotas, a lo que él sonrió.

Finalmente, llegué a casa gracias a Wakasa.

—Bueno, debo irme —dijo él, dándose la vuelta.

—Espera —me miró con curiosidad—, quería agradecerte lo que hiciste por mí.

—No es necesario...

Me miró unos segundos y yo agarré mi teléfono y se lo tendí.

—¿Me podrías dar tu número? Si algún día me animo a salir de nuevo... me gustaría volver a verte —él lo cogió, un poco tímido—. Podría invitarte a algo para agradecerte lo que has hecho...

—Me parece perfecto —dijo dándome de nuevo el móvil.

—Me voy ya... ten cuidado, ¿vale?

—Está bien —sonrió.

Entré en mi casa y suspiré con una sonrisa.
Mi padre aún no estaba, así que fui a mi cuarto rápidamente y saqué algunos libros para aparentar que había estado estudiando.

Justo en ese momento, la puerta se abrió.

—Ya llegué —dijo desde la entrada.

Salí de mi cuarto y le ayudé con la compra.

—¿Pasó algo? Te veo muy risueña.

No me había dado cuenta de que estaba sonriendo.

—No, nada —dirigí la vista al suelo y negué con la cabeza.

Desde entonces, me fugaba cada domingo por la noche para encontrarme con Wakasa. Él me ponía al día sobre lo que pasaba en la ciudad y las pandillas que se formaban.

Un día, me animé a montar en su moto. Yo me aferraba a su torso y cerraba los ojos con miedo y él reía por los pequeños gritos que daba cuando aceleraba más de lo debido.
No tardamos mucho en comenzar a salir después de aquello.

Pasaron unos años y mi padre falleció. Obviamente estaba triste porque al fin y al cabo era mi familia que me quedaba, aunque hiciera aquello.

Wakasa me apoyó en todo momento y, llegado el momento, nos mudamos juntos, fuera de la ciudad.

Compramos una casa un poco alejada de la ciudad de Kōtō.
Estaba completamente vacía, pero pronto comenzaríamos a decorarla.

—Bienvenida a casa, amor —dijo, extendiendo los brazos mientras caminaba de espaldas, mostrando la sala.

Sonreí y avancé hasta él, besando sus labios. Él agarró mi cintura y me dio vueltas en el aire, sonriendo.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora