𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙷𝚒𝚝𝚝𝚘 𝙺𝚊𝚔𝚞𝚌𝚑𝚘

·Moth to a flame - The Weeknd·
Línea temporal de Bonten
Female Reader

Parecía que al fin había conseguido una vida tranquila. Con una casa y un prometido que me trataba como debía ser tratada y me hacía sentir muy bien a su lado. Aún así, algo en mi interior aún quemaba. Lo deseaba a él.

Anhelaba aquella época... La vida de fiesta en fiesta, sin preocuparme por nada. Apenas recordaba algunas noches por la cantidad de droga que consumía. Mi entorno me decía que ellos eran una mala influencia para mí y que hice bien en alejarme, pero la verdad era que a veces deseaba volver a ese tiempo.

—¿Cariño? 

Salí de mis pensamientos por la voz de mi madre. Ella ojeaba algunas revistas de vestidos de novia mientras yo bebía algo de wiskey.

—¿Estás bien? Te has quedado muy callada.

—Si, estoy bien...

Acerqué el vaso a mis labios, pero ella lo apartó.

—Ya sabes que no me gusta que bebas ese tipo de alcohol.

Yo la miré desafiante mientras terminaba de verter aquel líquido en mi garganta.

—Ah, Daiki, dile algo a tu prometida —intentó encontrar un apoyo en mi prometido que recién entraba a la sala.

—Está bien, a ella le encanta beber wiskey —él se acercó a mí y dejó un beso en mi frente.

Yo sonreí, con algo de culpa dentro. Aún no sabía por qué sentía eso. O quizá si, pero intentaba ignorarlo.

Los días pasaban y cada vez estaba más cerca la fecha de mi boda. Me alegraba, pero estaba muy asustada. ¿De verdad la vida de esposa feliz y normal era la que encajaba conmigo?

Mis amigas me decían que tener tantas dudas antes del matrimonio era bueno, así no aparecerían cuando ya estuviéramos casados. No paraban de repetir que él era el indicado, que era bueno para mí. Yo no tenía duda alguna, pero...

Mi despedida de soltera al fin llegó. Después de aquella noche de fiesta, despertaría y pasaría un día tranquilo en casa con mi inminente esposo. Al día siguiente a las diez de la mañana caminaría hacia el altar, donde Daiki me esperaría con una gran sonrisa y ojos llorosos.

Tomé un último chupito para despejar mi mente antes de agarrar las llaves y salir de casa con el resto de mis amigas.

—¡Vamos, [Tn]! ¡Es tu última noche de fiesta!

—Lo dices como si me fuera a morir —respondí.

—Te vas a casar, y eso es algo parecido —respondió mi mejor amiga, a lo que yo sonreí. Ella nunca estaría preparada para comprometerse, y ni lo necesitaba. Vivía su mejor vida.

Todas íbamos muy guapas y algunas se retocaban el pelo mientras esperábamos a una limusina que nos llevaría al centro de Roppongi, cortesía de Daiki.

Después de un par de copas de champán, la limusina paró y todas comenzamos a caminar hacia el club donde pasaría mi última noche antes de casarme. Por el camino me pusieron un velo blanco y corto de novia en la cabeza.

Me quedé atrás mientras mis amigas iban coqueteando con la gente que pasaba.
Mi mejor amiga, Linda, se quedó a mi lado.

—¿En qué piensas? ¿Aún tienes dudas?