𝚂𝚑𝚒𝚋𝚊 𝙷𝚊𝚔𝚔𝚊𝚒

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LEER NOTA DEL FINAL
·I wanna be your slave - Måneskin·
Male Reader

Siempre supe que aquel chico era tímido con las chicas, pero no sabía que lo era también conmigo, un chico.

Conocía a Shiba Hakkai por un amigo en común. Mitsuya nos presentó hace unos meses, ya que comenzaríamos a estar en la misma escuela. También me presento a Takemicchi y Peyan.
Todos serían mis nuevos compañeros.

A Mitsuya le conocía porque vivimos relativamente cerca y desde pequeños jugábamos en el parque y le ayudaba con sus hermanas algunos días.
Además, nuestras madres son amigas.

Volviendo al tema de Hakkai, me sorprendía la torpeza con la que hablaba conmigo, los nervios que mostraba cuando yo estaba a su alrededor.

—Vámonos, Taka-chan —susurró, con los hombros encogidos, su espalda algo encorvada y con la mirada gacha, sin querer mirarme.

—Cierto, tengo que recoger a mis hermanas —dijo él—. ¿Te pasas luego por mi casa? Estaremos todos.

—Claro —sonreí y me despedí de ambos.

Mientras veía como se alejaban, miré la figura de Hakkai, que volvía a su normalidad. Parecía un niño pequeño y vergonzoso cuando yo estaba a su lado.

Quiero ser un buen chico, pero me encanta ver que se siente nervioso a mi lado —pensé.

Desde que nos conocimos, comencé a sentir algo por él. Fue amor a primera vista y luego, dia a día, me enamoré más de él.
Todo en él me hacía quererle.

Volví a casa, tomando el camino más largo. No quería llegar a casa, ya que me quedaría solo. Mi madre no llegaría hasta tarde y mi padre no era alguien con quien quisiera relacionarme todos los días.

Llegando casi al edificio donde residía Mitsuya, escuché a alguien alzar la voz.
Caminé hacia allá y me encontré a Hakkai, Takashi y sus hermanas, discutiendo con un hombre muy alto y de aspecto robusto.

Me acerqué corriendo y vi a Hakkai llorando mientras veía la escena. Mitsuya y el hombre estaban discutiendo.

—¿Qué pasa aquí? —pregunté. Hakkai me miró y al verle lleno de lágrimas, me entraron ganas de llorar. Él no se merecía eso.

—¡¿Y quién mierda es este?! ¡¿Otro de tus amiguitos, Hakkai?! ¡Te dije que no te juntaras con ellos!

—No eres su amo, déjale en paz. Hace años que te fuiste, ¿por qué has vuelto? —le defendió Mitsuya.

Al parecer, no le asustaba que aquel hombre fuera mucho más corpulento que él.

—Sé que me tienes miedo, mejor apártate —dijo, en un tono calmado, pero que asustaba igual. Luego miró a Hakkai—. Solo busco redención.

—Eres un maldito monstruo, hiciste un infierno la vida de tus hermanos —dijo Mitsuya, con desprecio. Después me miró—. Lleva a Hakkai y mis hermanas a mi casa, yo me ocupo de esto.

Cargué a Mana y ella se agarró de mi nuca, escondiendose en mi cuello. Agarré a Luna y a Hakkai de la mano. Aceleré el paso, dejando a Mistuya atrás. Confiaba en él, sabía que no tendría problemas en encargarse de aquel hombre.

Llegamos a casa de Takashi y abrí con la llave que él guardaba en un escondite junto a la puerta.

Las chicas estaban llorando, al igual que Hakkai.

—¿Nuestro hermano estará bien? —dijo Luna, secando sus lágrimas y abrazando a su hermana.

—Seguro que sí, no conozco a persona más fuerte cuando se trata de proteger a alguien.

Las tranquilicé un poco y lo logré. Aunque Hakkai seguía alterado. Se levantó y entró en la cocina.
Le seguí, extrañado, y le encontré recargando sus manos en la encimera y mirando hacia abajo. Su espalda se movía al ritmo de sus sollozos.

Me acerqué a él y acaricié su espalda.
Él me miró y se secó las lágrimas.

—¿Estás bien? ¿Quién era él?

—E-estoy llorando mucho, debo verme jodidamente patético —dijo, evadiendo mi pregunta.

Me acerqué a él y sequé una lágrima que rodaba por su mejilla.

—Cuéntame qué pasó.

Él arrugó su entrecejo e hizo un pequeño puchero.
Se acercó a mí y me abrazó, comenzando a sollozar de nuevo.

Pasé mi mano suavemente por su espalda para tranquilizarle y esperé que se calmara, no le presioné.

—Era mi hermano mayor, Taiju...

Comenzó a contar su historia, de cómo se quedaron solos con su hermano en casa tantos años, sufriendo sus abusos. Aunque sobre todo su hermana, ella solo quería protegerle.
Me contó lo que pasó en la Iglesia en Navidad y lo genial que se veía Mitsuya luchando para proteger a él y a su hermana, Yuzuha.

—Pensarás que soy un cobarde... Pensé que ya lo había superado, pero parece que no es así.

—No digas eso. Es normal que aún sigas con miedo... Es muy difícil ser valiente en momentos así.

—Pero solo he llorado como un idiota mientras le veía, estaba paralizado...

Le abracé y acaricié su cabello para calmarle. Me sentía demasiado mal al verle así.

—Tranquilo... Ya se fue...

Sollozó durante unos minutos más hasta que se separó de mí y me miró a los ojos, con un pequeño sonrojo.
Sus ojos llorosos me analizaron unos segundos.

—Te quiero y... quiero hacer que me ames, [Tn] —susurró y luego volvió a abrazarme.

No supe cómo reaccionar, solo le devolví el abrazo.

—¿Tú...? ¿Acabas de decir que me quieres?

Asintió con su cabeza y noté el pequeño movimiento sobre mi hombro, ya que se negaba a alzar la mirada. Sentía su corazón latir en su pecho, lo hacía muy rápidamente.

Sonreí y apreté mi agarre, él se puso bastante nervioso.

—Te amo —susurré, provocando que él retrocediera, nervioso. Me miró y me sonrió con un pequeño sonrojo.

—Quiero besarte —murmuró algo avergonzado.

Agarré sus manos y las puse en mi cintura, acercándole a mí.
Sus dedos se movieron sobre la ropa y la apartó. Sentí una corriente jodidamente electrizante y contuve el aliento.

—Lo siento...

Me acerqué sin más y le besé. No teníamos experiencia, pero fue especial.

Nos separamos al escuchar la puerta principal abrirse.
Mitsuya apareció con apenas un golpe en el rostro.
Abrazó a sus hermanas, quienes corrieron hacia él, preocupadas.

—¿Qué pasó? ¿Estás bien?

—Estoy bien —dijo, luego se acercó a Hakkai y palmeó su espalda—. Taiju no volverá por aquí, me he encargado de dejárselo claro.

Hakkai sonrió con los ojos un poco llorosos.
Cogí el botiquín y curé el corte del labio que tenía Mitsuya.

Una hora después llegaron nuestros amigos, aunque hicieron tanto jaleo que Mitsuya los mandó fuera y acabamos dando una vuelta en las motos.

Hakkai desviaba la mirada hacia mí de vez en cuando y yo le dedicaba una sonrisa, entonces él desviaba la mirada, con un leve sonrojo y una pequeña sonrisa.
Ese chico me daba un sentimiento cálido en el corazón. Quería protegerle.


IMPORTANTE
Me da mucha rabia que me pidan Male Reader y después haya gente que se queje de ello o viceversa.

APARTE DE QUE DEBE HABER DIVERSIDAD, yo voy haciendo lo que se me vaya ocurriendo.
Es verdad que he hecho pocos de Male Reader, así que intentaré hacer más.
Sé que no debería molestarme, pero no lo puedo evitar.

SI NO ESTÁS COMODO/A LEYENDO CON CUALQUIER TIPO DE READER SIMPLEMENTE NO LEAS

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora