𝚂𝚊𝚗𝚘 𝚂𝚑𝚒𝚗𝚒𝚌𝚑𝚒𝚛𝚘

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En este OS, rayis morirá y se encontrará con diferentes personajes. Para ello, se hablará de un concepto algo abstracto: el más allá
Lo haré alternando lugares importantes para rayis, ya que no hay un concepto correcto para definirlo
Espero que os guste <3
SPOILERS del manga
Female Reader

Miraba cómo Mikey seguía pegando a South una y otra vez.

Si sigues así lo matarás, Mikey —pensé—. Eso no le gustaría a Draken.

Mi hermano... Eso ya daba igual.
Él estaba muerto y yo seguiría sus pasos en poco tiempo.

Un último golpe en mi cabeza y aquel chico me dejó en paz.
Miré al cielo, con el cuerpo adolorido hasta que comencé a no sentir nada.

Más bien me sentía liviana, como si no pesara, como si no hubiera nada a mi alrededor. Solo flotaba en el aire.

Escuchaba voces en la lejanía gritar mi nombre, pero yo solo comencé a cerrar los ojos y suspiré. Al fin me reuniría con ellos.

Cuando volví a abrir los ojos, me encontraba en mi casa. Más bien el piso que pude alquilar para dejar de vivir en aquel burdel. Mi hermano menor también vivía conmigo.

Desde la ventana se colaba una luz cálida, como la de un día de verano. Sin embargo, no hacía calor.
Estaba tumbada en mi cama y, al abrir la puerta, me topé de frente con la habitación de mi hermano. Estaba tal y cómo la dejó.

Escuché algunos ruidos en la sala y me asomé, sin creerme lo que veía.

Mi hermano estaba tumbado en el sofá con Emma abrazada a su torso. Ambos sonreían mientras veían la televisión.

—¿Draken?

Ambos me miraron, sorprendidos, y se levantaron.

—¿[Tn]?

—No... Tú también has...

Asentí, me acerqué a ellos y los abracé.
Draken sollozó y me abrazó más fuerte.

—Lo siento... Quise proteger a Takemicchi y...

—No pasa nada —le tranquilicé.

Al separarnos, Emma me miró con un pequeño brillo.

—Hay alguien que querrá verte.

—¿Dónde está?

—No lo sabemos —contestó Draken.

—Es raro, aquí vas saltando de recuerdo en recuerdo y a veces te encuentras con alguien. Solo debes ir pasando de recuerdo —explicó Emma.

—¿Y cómo hago eso?

—Debes cruzar alguna puerta y aparecerás en otro lugar de tus recuerdos.

Miré la puerta del piso y caminé hacia ella.
Al abrir la puerta, el exterior se vio borroso.

—Ya nos veremos, hermana —dijo el rubio antes de que cruzara la puerta.

De repente aparecí en el santuario Musashi.
La luz del sol iluminaba todo, pero igualmente no sentía calor, solo una pequeña brisa pasar por mi lado.

—¿Y dónde hay una puerta?

Buscando aquella puerta, encontré a otro conocido que no había visto en un tiempo.

—¿Baji?

Él estaba apoyado contra una barandilla del templo y un pequeño gato rubio jugaba en sus pies. Al escuchar mi voz levantó su cabeza y me miró sorprendido.

—¡[Tn]-chan!

Corrió hacia mí y me abrazó.

—Draken también vino hace poco, ¿tú...?

—También fue en una pelea.

—¿Cómo está Mikey? El pelado no quiso hablar de él.

—Tiene sus problemas, solo espero que Takemicchi le consiga ayudar.

Hablamos durante unos minutos más hasta que le pregunté por la puerta.
Me dijo que no había una como tal, solo había que cruzar entre dos árboles del bosque y aparecería en mi siguiente recuerdo.

Me apresuré a hacerlo y de nuevo me encontraba en otro lugar.

Esta vez era el que yo estaba esperando.
Entré a la tienda, haciendo sonar la campanita.

Primero me encontré con Izana, jugando con una paleta en su boca.

—Hola, [Tn].

Me sonrió levemente y señaló la parte trasera de la tienda, de donde venían algunos ruidos.

Me acerqué lentamente hasta allí.
Ya desde lejos veía una melena negra despeinada moviéndose al mismo tiempo que buscaba algunas herramientas por su mesa de trabajo.

Shinichiro tarareaba una canción mientras movía un pie al mismo ritmo.
Tarareaba nuestra canción. Ambos la escuchábamos sin parar.

No sabía que decir para que supiera que estaba allí con él.
Me quedé muda, simplemente no me salían las palabras.
Tenerle delante después de tanto tiempo me parecía imposible.

Ladeó su cabeza hacia un lado para alcanzar una llave inglesa cuando notó una presencia a su espalda.

Miró de reojo y se giró totalmente al verme.

No dijimos nada, las palabras no salían, así que solo nos miramos unos segundos hasta que pude hablar con un hilo de voz.

—Hola —sonreí con algunas lágrimas en los ojos.

—No puedes ser tú...

—Lo soy —me acerqué a él.

—No puedes haber muerto —sus ojos se volvieron llorosos—. No te merecías eso...

Acaricié sus mejillas y derramé unas lágrimas al mismo tiempo que él.

—Tranquilo... Está bien...

—No, deberías haber vivido más... Te merecías seguir con tu vida, [Tn]...

—No podía seguir sin ti, Shin —susurré, juntando mi frente con la suya.

Unos segundos más de silencio.

—Te he echado de menos —sollozó, atrayéndome a su cuerpo.

—Yo también...

—Has cambiado tu pelo —sonrió, mirándome con cariño—. Te ves hermosa...

No aguanté más y terminé besándole. Nuestras lágrimas se juntaron, humedeciendo nuestras mejillas.

Nos quedamos abrazados un tiempo más.
Miró hacia mi muñeca, donde se encontraba la pulsera que me regaló hace tantos años. Sonrió con nostalgia al verla.

—Nunca te olvidé, Shin.

—Yo tampoco a ti, [Tn].

Al fin y al cabo, yo había sido la única chica que le había correspondido. La única que supo ver lo mucho que valía ese chico.
Porque Shinichiro era el chico más dulce que había conocido, aunque él dijera lo contrario.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora