𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙺𝚊𝚣𝚞𝚝𝚘𝚛𝚊 𝙷𝚊𝚗𝚎𝚖𝚒𝚢𝚊

·Copycat - Billie Eilish·
Female Reader

Odiaba las cenas elegantes a las que mis padres me obligaban a ir.
Nunca pasaba nada interesante y tenía que aguantar a otras personas de mi edad.

Entre ellas estaba Hanami Riko, una chica que adoraba imitarme y molestarme a cualquier hora. Además siempre repetía frases que yo había dicho solo para quedar bien.

Al menos, mis padres me dejaron invitar a alguien, ¿y quién mejor que mi novio pandillero para asistir a una fiesta pija?

Les dije que iría con él, así que me mandaron la ubicación y él me llevó en su moto.

Al llegar, la chica que revisaba la lista de invitados nos dejó pasar.
Caminamos por esa mansión hasta llegar a la sala de la fiesta. Antes de entrar le paré.

—Kazu, no seas cauteloso ni amable, no me gusta estar aquí así que vamos a molestar a estos ricos.

Él sonrió de lado y entramos en la sala.
Lo hicimos riendo escandalosamente y llamando la atención de todos.

Nos sentamos en una de las esquinas, en un sofá enorme y comiendo alguna cosa que había por ahí.

Estábamos charlando cuando se acercó una niña de unos diez años. Era Hanami.

Vi su ropa y era una copia exacta al vestido que llevé en la anterior fiesta.
Siempre imitando mi estilo.

—¿Quién es? —susurró a mi oído.

—Hanami —le susurré de vuelta.

—¿Esa Hanami? ¿La que odias?

—Llámame cruel o fría, pero si. Odio a una niña de diez años —seguí susurrando.

—Hola, Azumane-san —dijo ella, después de toser para llamar nuestra atención—, ¿quién es... este chico?

—Mi novio —dije abrazando su brazo—, y es pandillero.

A ella se le iluminaron los ojos.
Supe que intentaría acercarse a Kazutora.

Hanami se marchó y no volví a verla hasta un tiempo después.
Estaba hablando con unos amigos de mis padres, obviamente obligada, cuando vi que Hanami se volvió a acercar a Kazutora.

Me excusé y fui hacia ellos. Ella parecía enfadada y él me sonrió apenas vine.

—¿Qué pasa, amor?

—Ella... me estaba pidiendo salir. Le he rechazado, obviamente.

Ella se enfurruñó más y le sonreí.

—¿Por qué tan trsite? No pudiste tener lo mío, ¿verdad?

Ella se fue, orgullosa y con la cabeza bien alta. Kazu y yo reímos.

—Es cierto, parece tu clon —le golpeé y él rió más fuerte.

—¿Sabes lo peor? Qué nunca está invitada. Siempre entra del brazo de su padre y hace una rabieta hasta que la dejan entrar.

Reímos, pero antes de poder seguir hablando, se acercó un chico de mi edad.
Lo había visto un par de veces, pero nunca se había acercado.

—Buenas noches, señorita [Tn], yo-

—Sigue tu camino, ella es mía.

Se fue algo avergonzado y yo miré a Kazutora con el ceño fruncido.

—Yo no pertenezco a nadie.

—Lo siento, solo quería alejar a ese tipo —dijo besando mi frente—. ¿Te conoce? ¿Cómo es que conoce tu nombre?

—Todos aquí saben mi nombre. En mi familia soy la única chica, así que todos se interesan mucho por la hija de los Azumane.

Él agachó la mirada y cogió mi mano.

La fiesta siguió como siempre, aunque nosotros nos fuimos antes que terminara, ya que estos ricos se quedaban hasta la madrugada bebiendo y hablando.

Él se apoyó en su moto cuando llegamos junto a ella.

—¿Pasa algo, Kazu?

—¿Por qué...? Tienes mejores chicos ahí dentro que estarían felices saliendo contigo, ¿por qué me elegiste a mí?

—Porque solo te quiero a ti —dije sin dudar, acercándome a él—. Odiaría verte ir, porque quiero estar contigo.

Él sonrió y besó mis labios antes de montarse en la moto y conducir hasta casa.

No era tan lujosa como la mansión que acabábamos de dejar, pero era grande.
Me dejó en la puerta y se despidió de mí.

—Mañana vendré para llevarte a la escuela, ¿vale?

—Gracias, amor —le di un último beso antes de que se fuera.

Entré en casa y me encontré a uno de mis hermanos mayores, Kōtarō.

—¿Cómo te lo has pasado? Espero que no hayas ligado con ningún ricachón.

—Ya tengo novio, Ko.

—Es verdad. Lo llevaste a la fiesta, ¿cierto? —asentí—. ¿Algún día me lo presentarás?

—Algún día —sonreí.

Fui a mi habitación, me duché y me fui a la cama.

Por la mañana, estaba desayunando cuando Kōtarō entró en el comedor, todo sudado.

—Mira quién me he encontrado fuera mientras salía a correr.

Detrás de él apareció Kazutora.

—¡Kazu!

—Hola, princesa.

Le abracé y Kōtarō nos miró divertido, bebiendo un vaso de agua.

—¿Este es Kōtarō? —susurró y yo asentí—. Encantado de conocerte, soy Kazutora Hanemiya y...

—Sales con mi hermana. Solo pido que la cuides —dijo con una sonrisa.

—Siempre lo haré.

Agaché la mirada, sonrojada, y cogí la mano de mi novio.

—Se nos ha acabado el tiempo, debemos irnos a la escuela. Adiós, Ko.

—Tened cuidado —se despidió.

Caminamos hasta su moto y le abracé por detrás.
Simplemente estaba feliz por estar a su lado.