𝚂𝚑𝚒𝚋𝚊 𝚈𝚞𝚣𝚞𝚑𝚊 𝙰𝚄

9.8K 454 80
                                    

·Ain't shit - Doja Cat·
En este AU (Universo Alternativo), Emma, Yuzuha y Hina son amigas de rayis y están en la Universidad. 
Female Reader

Llegué a casa, agotada después de unas horas de trabajo y toda la mañana en la Universidad. Lo único que esperaba era que la cena estuviera lista, ducharme y dormir unas horas antes de estudiar. Aún estaba de mal humor por un problema del trabajo, pero intenté controlarme al entrar en casa.

—Hola, nena —saludó mi novio, tumbado en el sofá mientras veía la tele.

Me asomé a la cocina y vi que estaba todo sucio y ni siquiera estaba la cena hecha.

—¿No has hecho nada?

—Llegué cansado de trabajar, luego lo haré.

Suspiré y me metí en el baño para comenzar a ducharme. Él me siguió.

—¿Quieres hacerlo hoy? —dijo con una sonrisa, apoyado en la puerta, mientras veía como desabrochaba mi camisa.

—No tengo ganas, y menos contigo —se me escapó eso, pero al decirlo me sentí aliviada.

—¿Qué has dicho?

—Sé que te acostaste con la vecina. Guardas secretos, pero tu prima me los dijo.

Frunció el ceño y cruzó los brazos.

—Cuando lo hice nos habíamos peleado, en ese tiempo no éramos pareja.

—Si lo éramos, solo que a ti ni siquiera te importaba.

—Quieres discutir, ¿verdad? Siempre estás igual.

—Solo estoy harta, Taichi. Ni siquiera pagas el alquiler, dudo que tengas trabajo, sinceramente. Hay días en los que solo vienes a saquear mi nevera y te vas, ni si quiera sé dónde.

—Yo-

—No quiero escusas. Quiero que te vayas.

—¿Me estás echando? —dijo enfadado, acercándose a mí.

Agarré su muñeca y la retorcí en su espalda. Le llevé hasta la puerta y le saqué.

—Ven mañana por tus cosas, si no las tiraré.

Cerré la puerta y suspiré, aliviada.
Llamé a mis amigas y estuvieron en mi puerta en menos de cinco minutos.

—Qué rapidez —dije al abrir la puerta.

—¡Por fin has echado a ese tío!

—Te lo dije cuando empezaste a salir con él, no valía la pena.

—Te traje algo de alcohol.

Hina, Yuzuha y Emma entraron en mi piso y se apropiaron de la cocina.

—No has cenado todavía, ¿verdad? —preguntó Yuzuha y yo asentí—. Te haré algo.

Las otras dos chicas me animaron a que me duchara y me calmara y ellas hicieron todo por mí.

Cuando estuve con mi pijama y me acomodé en el sofá, ellas me trajeron la cena y comimos juntas, hablando de cualquier cosa.

Como se hizo tarde, las invité a quedarse a dormir y me ayudaron a poner todas las cosas de Taichi en unas cajas para dárselas.

—Deberías tirarlo todo —dijo Hina, cogiendo una chaqueta con la punta de sus dedos.

—Ella no es así —dijo Yuzuha, trayendo otra caja—. Aunque podríamos hacerlo nosotras mientras [Tn] duerme.

Reímos y seguimos con la tarea. Al terminar, volvimos a la sala y vimos películas hasta quedarnos dormidas.

A la mañana siguiente, Emma y Hina se marcharon con sus novios, pero Yuzuha insistió en quedarse.

—Si vuelve a por sus cosas podría ponerse agresivo, no quiero que te toque —dijo dándome un beso en la frente.

Me sonrojé un poco y ella se marchó para dejar las cajas al lado de la puerta. La abrió y las dejó a un lado antes de volver a cerrar. Un tiempo después, alguien llamó a la puerta.

—Soy yo —una voz ronca habló desde el otro lado.

—Tu mierda está en el vestíbulo —dijo Yuzuha.

—Tú no eres [Tn]. ¿Y quién eres tú?

—Alguien que si la quiere. Deberías irte antes de que salga a por ti.

—¿Ya me has sustituido, [Tn]? Serás-

Yuzuha abrió al puerta y le plantó cara.

—Ni si quiera pienses en terminar esa frase.

—¿Esta es tu perra, [Tn]? —dijo mirándome.

Antes de que pudiera acercarme a él, Yuzuha ya le había dado una patada, tumbándole.

—Coge tus cosas antes de que me arrepienta de no quemarlas.

Él se levantó y se tropezó de camino al ascensor, cargando sus cajas.

Cuando se fue, ella se giró a verme con una sonrisa.

—¿Volvemos dentro?

—C-claro.

Se sentó a mi lado en el sofá y apoyé mi cabeza en su hombro. Acarició mi pelo suavemente y sonreí.

—Debías habernos escuchado cuando te dijimos que los hombres no valen para nada. Y menos ese tío.

—¿Y... las mujeres?

—¿A qué te refieres?

Me incorporé y la miré, avergonzada de confesar eso en voz alta.

—Hace poco me he dado cuenta de que... me gustan también las chicas.

—¿Eres bisexual? No debes avergonzarte, es algo normal en este tiempo. Cada uno es libre en sus preferencias.

Estuve unos segundos en silencio, pensando en las palabras perfectas para expresarme.

—¿En qué piensas? Te ves preocupada.

—Yo... ¿Es malo que me guste una amiga?

Me miró unos segundos, algo sorprendida.

—Es normal, tranquila —sonrió con ternura.

—¿A ti... te ha pasado alguna vez?

La miré, inquieta. Ella me sonrió y asintió.
Mi corazón comenzó a latir más rápido y fue casi un impulso acortar la distancia entre nosotras.

Apenas rocé sus labios unos segundos, pero me separé, muy sonrojada.

—L-lo siento, yo...

—¿Te gusto?

Asentí y fue ella la que se acercó de nuevo. Movió sus labios dulcemente sobre los míos y sentí que tocaba el cielo. Fue la mejor sensación que tuve en mucho tiempo.

—Te quiero —susurró cuando se separó de mí.

—Yo también te quiero.

Sonreímos y volvimos a juntar nuestros labios.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora