𝙷𝚊𝚗𝚖𝚊 𝚂𝚑𝚞𝚓𝚒 🔥

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·Earned it - Weeknd·
Parte 2/2 (continuación del OS con la canción Ahora de J Balvin)
⚠️Smut (sexo explícito)⚠️
Male Reader

Desde la noche en la que nos conocimos, acordamos que no habría nada de amor.
Sin embargo, sentimos algo.
Lo sentíamos cada vez que nos acostábamos y eso nos hacía creer que solo estábamos nosotros en el mundo.

Me gustaba sentir la emoción de ser el amante de un criminal, pero quería salir con él oficialmente.
Pensé que no habría problema si expresaba mis sentimientos con él y me sinceraba.

Simplemente, un día le llamé por sorpresa.

¿[Tn]? —contestó al descolgar el teléfono. Luego rio—. Vaya, no sueles llamarme.

—Perdona, ¿te molestó?

Para nada, sabes que odio lo previsible. ¿Necesitas algo?

—Quería hablar contigo.

Estoy preparándome para ir a una reunión, pero si es importante puedo pasarme por tu casa —dijo, un poco preocupado.

—No, no es necesario. Tú reunión es más importante.

Tú mereces la pena, [Tn]. Voy para allá.

Colgó y tiré el móvil sobre el sofá.
Suspiré, echando la cabeza hacia atrás. Quizás no pensé bien.

Llegó a mi casa diez minutos después de la llamada. Estaba revisando mis mensajes cuando escuché unos toques a la puerta. A penas la abrí, se echó encima de mí, besándome.

—¿Todo va bien? —dijo, entrando en mi piso con confianza.

Se acomodó en el sofá y me senté a su lado.

—Querías hablar conmigo, ¿no?

Asentí y le miré a los ojos durante unos segundos.

—Siento algo por ti.

Fui directo, quizás demasiado, pero él no se sorprendió. Solo acercó sus labios a los míos y sonrió después de dejar un suave beso sobre ellos.

—Yo también —susurró—. No veo a nadie más que a ti... Siempre estás en mi cabeza, [Tn].

Me recorrió una corriente por la espalda y suspiré, notando sus labios contra mi piel.

—El día que nos conocimos dije que te cambiaría la vida... Lo haré. Voy a cuidarte.

Sus manos se colaron bajo mi camiseta y jadeé ante su toque.
Nos fundimos en un beso cálido y relajado, muy diferente a lo que estaba acostumbrado con él. Sus besos siempre fueron hambrientos y llenos de deseo, sin embargo, me gustó ese cambio.

Mis manos viajaron a su nuca y profundicé el beso, desesperado.
Él se separó y me miró detalladamente.

—Tranquilo —susurró, recostándome en el sofá, posicionando su cuerpo entre mis piernas.

Nuestros miembros rozaron y gemí en voz baja, mientras besaba mi cuello.
Quitó mi camiseta y yo le quité la chaqueta y desabrochaba su camisa mientras él volvía a besarme.

Sentí su lengua dentro de mi boca y suspiré, subiendo mis manos hacia su pelo para acariciarlo.
Quitó sus gafas y las dejó sobre la mesa. Quedó con su torso descubierto y bajó sus besos por mi abdomen hacia mí erección.

—Hanma —jadeé.

—Chico, eres perfecto —susurró con una sonrisa contra mi piel mientras agarraba mis pantalones para bajarlos.

Quedé desnudo y bajé la mirada, viendo cómo miraba mi miembro, deseoso.
Agarré su cabeza y lo guié hacia él. Abrió la boca y gemí cuando lo metió por completo en su boca.

Lo sacó y respiró, luego comenzó a lamer y succionar mi punta, haciéndome suspirar.
Cuando su mano comenzó a moverse por mi longitud no paré de gemir.

Siguió mientras que su mano se dirigió a mi entrada y jugó con ella, provocándome.
Recibí un dedo con placer, agarrando uno de los cojines de mi sofá y abrazándolo en mi pecho, arqueando mi espalda.

Miré hacia abajo y le miré a los ojos. Saber que miraba cada uno de mis movimientos me excitó más.

Por la forma en que manejaba todo, sentí que me correría pronto.
Masturbó mi miembro más rápido y acabé corriéndome, manchando mi abdomen y su mano.

Lamió el semen y se acercó a mi cara, aún con su dedo dentro de mí.

—Hoy vamos a hacerlo lento... No tenemos prisa.

—¿Y tu reunión? —gemí y apreté el cojín de nuevo cuando sacó y metió su dedo.

—Tú eres más importante —susurró, desabrochando su pantalón con una mano.

Sacó su miembro y lo rozó con el mío, frotándolos un poco y después se alejó, yendo a mi habitación. Dejé el cojín de lado y pasé mis manos por mi cintura, acariciando mi piel.

Volvió con lubricante y condones y se echó encima de mí de nuevo, lamiendo mi cuello.
Su mirada pícara me analizó mientras aplicaba algo de lubricante en mi entrada para poder recibir su miembro.

Gemí al sentir cómo me masajeaba y manoseaba.
Moví mis caderas, queriendo sentirle más.

—[Tn] —gimió cuando rocé su miembro con una de mis piernas.

Le coloqué el condón y besé su cuello mientras guiaba su miembro hasta mi entrada. Goteaba algo del lubricante y me provocaba unas cosquillas placenteras.

Entró lentamente y abracé su espalda con mis brazos y sus caderas con mis piernas.
Dio una estocada cuando estuvo dentro y luego lo sacó casi por completo.

—Joder, que bien se siente —jadeó.

Dio una estocada rápida y luego siguió un ritmo lento, volviéndome loco.
No paraba de gemir, nunca lo había disfrutado tanto.
Las otras veces eran maravillosas, él era un dios; pero esta vez lo sentía todo muy diferente, estaba muy sensible bajo él.

Arañé su espalda cuando noté que pronto volvería a correrme. Lo hice mientras él masajeaba mi miembro con rapidez, aunque seguía con sus estocadas lentas.

Se quedó besando mi cuello y volvió a estimularme, tocando mi glande con sus dedos.
Gemí cuando sacó su miembro y quedó de rodillas en el sofá, mirándome desde arriba.

Sonrió de lado y pasó sus manos por mi piel. Besó mi abdomen y pasó sus manos por mi espalda, levantándome. Me dio la vuelta y me apoyó en el respaldo del sofá, quedando ambos de rodillas.

Agarré el mullido sofá entre mis dedos cuando pasó su miembro por mi entrada. Colocó su glande en ella, pero no entró.

—¿Tan desesperado estás? —se burló, acariciando mi miembro, que goteaba líquido preseminal de nuevo.

Empujé mis caderas hacia atrás e hice que entrar en mí. Gemí y moví mis caderas lentamente.

Acercó su boca a mi oído y comenzó a susurrarme cosas que solo me calentaron más.

Jadeé y arqueé mi espalda, sintiendo otro orgasmo. Él pasó sus dedos por mis pezones sensibles y gemí alto.

Su ritmo comenzó a ir más torpe, estaba al borde también.
Salió de mí y se sentó en el sofá. Agarró mis caderas y me sentó sobre él.

Yo comencé a moverme lentamente, provocando que él se corriera y, poco después, lo hice yo.

Me recosté en su pecho, intentando recuperar el aire.

—Te quiero —susurró, acariciando mi pelo y besando mi frente.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora