𝚁𝚢𝚞𝚐𝚞𝚓𝚒 𝙺𝚎𝚗

6.4K 423 9
                                    

·Someone to you - Banners·
Male Reader

—¿Qué haces aquí, chico?

Alcé la mirada y vi a un chico de mi edad, con el pelo rubio rapado por los lados y un tatuaje en uno de ellos.

—Estoy esperando a mi madre.

No tuve que decir nada más, él lo entendió.

La sala de espera era silenciosa y no había nadie más. Un hombre acababa de irse hacía unos minutos con mi madre hacia las habitaciones.

—¿Quieres venir conmigo? Así no estarás solo.

—Pero no sé quién eres.

—Soy Draken —dijo orgulloso—, ¿y tú?

—[Tn].

—Ven conmigo —dijo agarrando mi mano y guiándome por los pasillos.

Al parecer, él había estado mucho tiempo aquí, al contrario que yo. Llegué ayer, cuando mi madre comenzó a trabajar. El dueño nos dejaría vivir aquí, así que no tenía más opción que quedarme.

No quiso hablar mucho de cómo llegó a este sitio, solo supe que estaba solo.

Pasó un tiempo y nos hicimos amigos. 
Pronto entraríamos a la escuela, así que disfrutamos de los últimos días de vacaciones.

Nos fuimos a un parque, lejos del centro de Shibuya.
Subimos a un árbol, compitiendo por quién subía más rápido.

Nos sentamos en una de las ramas más gruesas y miramos el cielo, ya empezaba a anochecer.
Él miraba hacia el frente, sin decir nada. Cuando el cielo ya era totalmente oscuro y las estrellas aparecieron, de sus ojos comenzaron a salir lágrimas.

—¿Qué pasa? Sabes que puedes confiar en mí.

—No tengo a nadie...

Su voz quebrada me hizo preocuparme.

—Solo quiero ser algo para alguien...

—Ya lo eres, eres mi mejor amigo, Draken. Eres alguien, eres importante.

Él me miró y sonrió, secando sus lágrimas.

—Tú también eres mi mejor amigo.

Sonreí y le abracé, aunque casi nos caemos, reímos e hicimos otra carrera para bajar del árbol.

Pasaron unos años, ambos fuimos a la misma escuela e hicimos amigos.

Él se metió en una pandilla, pero yo no podía, no quería decepcionar a mi madre ni preocuparla.
Por lo que nuestros caminos se separaron un poco.

Aunque siempre nos veíamos por la noche, cuando él volvía a su habitación, le esperaba allí y hablábamos un poco.

—Ese tal Mikey suena muy molesto.

—Lo es, pero es un buen amigo —dijo, recostándose en el suelo, con su brazo flexionado detrás de su cabeza.

No iba a mentir, estaba celoso de Mikey.

Desvié la vista a Draken y me sonrojé.
Su camiseta de tirantes dejaba ver sus músculos y además, levantó un poco su camisesta, arrascando su abdomen.

—¿Qué es eso? —me puse bocabajo en la cama y acerqué mi cara a su abdomen—. ¿Es una herida?

—No es nada...

—¿Por eso no pasaste por aquí hace unas semanas? ¿Por qué no me lo contaste?

—No quería preocuparte —dijo, bajando su camiseta y sentándose en el suelo.

—¿Que no...? Es increíble —dije enfadado—. No importa lo que te pase, quiero saberlo, se supone que somos amigos.

—No empieces, [Tn].

—Mikey seguro que lo sabe, ¿verdad?

Él arrugó el entrecejo y se levantó.

—No tengo tiempo para esto.

—¿Para qué, exactamente?

—Pareces un crío.

—Solo no quiero desaparecer de tu vida, pero parece que me apartaste.

—No seas dramático.

Me levanté y me puse frente a él.

—Draken, eres muy importante para mí. Me ha dolido que no me contaras eso.

—No quería preocuparte.

—¿Crees que no me preocupé al no verte durante días?

—Lo siento...

—Creí que no te volvería a ver... Me esperaba lo peor.

—Dije que lo siento —alzó la voz.

Le miré unos segundos y me alejé un poco de él.

—Creo que debería irme.

Él no dijo nada, así que simplemente me fui.
Quise tomar el aire, así que salí a caminar.

La noche ya había caído hace horas y las calles estaban casi vacías.
Pasaba por al lado del metro cuando unos chicos bajaron de él, riendo y gritando.

Caminé un poco más rápido, pero noté que comenzaron a seguirme desde lejos
Me puse nervioso, quería perderles de vista.

Se escuchó un motor y busqué con la mirada el origen, con algo de miedo.

—Draken —le llamé.

Al parar, me acerqué a él y los chicos pasaron de largo, mirándonos sin decir nada.

—Fui a buscarte a tu habitación y no estabas.

—Salí a dar un paseo —dije, arrugando mi entrecejo levemente.

—Estaba preocupado —susurró, dejando caer su cabeza y suspirando—. Monta, vamos a casa.

Lo hice y no hablamos hasta llegar al edificio.

—Sígueme.

Obedecí en silencio y no paré hasta llegar a mi habitación, donde entramos.

Sus brazos me envolvieron de repente y me acurruqué en ellos.
No dijimos nada, no era necesario.
Se separó un poco y me miró.

—Perdona si te sientes apartado de mi vida, pero realmente no quería preocuparte... No quiero perderte.

Le miré a los ojos y sonreí.

—No vas a-

Me interrumpieron sus labios contra los míos.
Me sorprendí, pero reaccioné de inmediato. Cerré los ojos y pasé mis brazos por su nuca.

En ese momento no podía pensar en nada, solo en él.
Haría cualquier cosa por él, haré que la Luna brille solo para que la vea.

—Quiero ser algo para ti. Algo más que un amigo.

—Ya lo eres —dijo, sonriendo mientras unía su frente a la mía—. Llevo enamorado de ti desde hace años, pero sé ocultarlo, al contrario que tú.

—¿Qué insinúas? —reí.

Dejó un beso rápido en mis labios y se separó, caminando hacia la puerta.
Antes de salir, se dio la vuelta.

—¿Quieres venir mañana conmigo? Podrías conocer a mis amigos... ya sabes.

—Ne encantaría —sonreí.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora