𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙷𝚊𝚗𝚖𝚊 𝚂𝚑𝚞𝚓𝚒

Parte 2/2 (continuación del OS con la canción de Paulo Londra)
Narra rayis
Female Reader

Mi padre, Kimura Katsuro, lideraba una gran empresa internacional en nombre de la familia Kimura, como hacía años lo había hecho mi abuelo, y mi bisabuelo antes que él.

La empresa fue cambiando desde su fundación hasta ahora y la tradición tuvo que cambiar con ella.
Si bien solo un hijo varón podía heredar el mando de la empresa, mi padre solo me tiene a mí como descendencia. Una mujer.

Varios miembros de la empresa no veían esto con buenos ojos, pero él quería lo mejor para mí.
Esto incluía "mejorar" mi futuro buscando un buen esposo.

Kokonoi Hajime fue un buen amigo de la infancia, mi madre me llevaba a menudo al barrio donde ella vivió y allí nos conocimos, siendo grandes amigos con el tiempo.
Al ser ahora un gran ejecutivo, mi padre no dudó en concertar un matrimonio, algo bastante anticuado para la época.

Le rogué que aceptara, al menos así me casaría con alguien que conozco. Además, podíamos fingir frente a mi padre y luego actuar como si nada.

No estábamos enamorados, no quisimos una gran boda. Sólo firmamos unos papeles en un despacho aburrido y de repente estábamos casados.

Según mi padre, ambos vivíamos una vida feliz en el centro de Tokyo.
La realidad era que él vivía en Roppongi con Inupi y yo iba de hotel en hotel, aunque estaba bien, podía permitírmelo.

Gracias a Koko conseguí un trabajo en su organización, no era muy legal, pero conseguiría dinero en lo que mi padre se jubilaba y me encargaba la empresa.

Toda mi vida estaba bien planeada, excepto la llegada de Hanma Shuji a ella.

Ese carismático chico con cara de porreta me enamoró desde el minuto uno.
Sin embargo, no podía defraudar a mi padre.

Hace unos meses tiré eso por la borda y acepté mis sentimientos.
Juntos solucionaríamos el problema, o eso dijo él.

Veía imposible el divorciarme de Koko y salir con Shuji.
No por falta de ganas, Koko quería casarse con Inupi algún día y a mí no me hacía gracia estar casada con mi mejor amigo, sino porque mi padre lo impediría de cualquier manera posible.

—Soy el mejor —dijo Hanma un día al llegar a la habitación del hotel donde me hospedaba ahora.

—Lo sé —sonreí—. ¿Qué pasa?

—Todo lo de tu matrimonio con Koko se va a solucionar este viernes.

Me incorporé sobre la cama y me senté.

—¿Cómo?

—He hablado con Koko sobre esto y quiere ayudar a solucionarlo. Nos da sus bendiciones, por cierto —dijo con una sonrisa.

Yo sonreí y me acerqué a él para abrazarle, poniéndome de puntillas.

Él me agarró por la cintura y me sentó de nuevo en la cama.

—Vamos de compras, tenemos que comprar algo elegante para cenar con tu padre el viernes.

—¿Qué?

—Koko habló con él y ha accedido a cenar con vosotros y otros dos amigos cercanos, es decir, Inui y yo.

—Es una locura...

—Es una genialidad, todo saldrá bien, ya verás. Le explicaremos lo que pasa y me adorará como su nuevo yerno —sonrió y agarró mi mano para levantarme y darme un suave beso—. Vamos, preciosa. Vístete, te espero en el coche.