𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙺𝚒𝚜𝚊𝚔𝚒 𝚃𝚎𝚝𝚝𝚊

·Maniac - Conan Gray·
Parte 2/2 (continuación del OS con la canción What a shame)
⚠️Abuso de alcohol⚠️
Female Reader

Cuando conocí al novio de Hina, me sorprendió que fuera de una pandilla, él no tenía pinta de pandillero.

Tras unos días, la pandilla de Takemichi, la ToMan, celebraría una reunión. Aunque luego harían una pequeña fiesta, así que Hina me invitó para que despejase mi mente y me divirtiera.

A decir verdad, mi estado de animo había variado mucho en los últimos días. A veces sentía que necesitaba a Kisaki de nuevo y después pensaba que él no me merecía y que alejarse de él había sido lo mejor.

Estaba algo intimidada. El aparcamiento estaba vacío, pero había un montón de motos.

—Ellos están reuniéndose ahora, supongo que en unos minutos volverán.

Esperamos pacientemente y comenzaron a aparecer chicos, todos con un uniforme negro. Solo con su presencia hacían saber que podían derrotar a cualquiera que se pusiera por delante.
Hina me presentó a algunos de los chicos, aunque de lejos pude ver a Kisaki.

Él estaba sentado junto a su moto, con una botella la cual se bebía a cada sorbo.
Esperé que no fuera alcohol, pero algo me decía que si lo era.

Apareció un chico muy alto y se lo llevó, hablando sobre una fiesta y más alcohol.
No quise prestarle atención, ya le había superado.

No volví muy tarde a casa, aunque la encontré vacía. Recordé que mis padres habían salido unos días para visitar a unos amigos.

Caminé a mi habitación y apenas entré, mi móvil sonó.
Descolgué y lo pegué a mi oreja.

—¿Si?

—Hola, [Tn]... Quiero que vuelvas... Te echo de menos...

—¿Crees que soy un chiste?

Colgué de inmediato. Era la voz de Kisaki, aunque se escuchaba ebrio. El alcohol había hecho ya su efecto.
Recibí unas cuantas llamadas más de él, pero las ignoré.

Me duché y cuando estuve con mi pijama sobre la cama, escuché el sonido del timbre.
Caminé lentamente hacia la puerta.

—¡[Tn], soy yo...! —la voz de Kisaki me hizo erizar la piel—. Creerás que soy un psicópata o un acosador, pero vi luz en la ventana de tu habitación y quise venir a hablar contigo.

Abrí al puerta un poco, lo suficiente para verle. Se había presentado completamente solo y con su ropa algo descolocada

—¿Por qué me llamas y me dices que quieres que vuelva? Fuiste tú quien me rechazó desde un principio. Será mejor que te vayas.

Él apoyó su brazo en la puerta y acercó su cara al pequeño espacio por el que me asomaba.

—¿Ya le has dicho a tus nuevos amigos que estoy loco y te vuelvo loca? —susurró.

—Quiero que te vayas, Kisaki —dije nerviosa.

Hice fuerza para cerrar la puerta, pero apoyó su cuerpo contra ella y la abrió completamente, cayendo al suelo.

Él rio un poco e intentó levantarse, pero tras unos intentos se conformó con recostarse contra la pared.
Me miró a través del cristal de sus gafas y sus ojos se volvieron llorosos.

—Lo siento... debería irme.

Se levantó sin más y se fue, dejándome confundida.

Volví a mi habitación, pero no pude conciliar el sueño.
Maldito Kisaki, me tenía preocupada.
Aunque ya le había superado, fue mi amigo durante muchos años.

Recibí una llamada, esta vez de un número diferente, era la madre del rubio.

—Hola, [Tn]-chan. Siento llamar tan tarde, pero mi hijo acaba de llegar a casa y está muy mal, no para de decir tu nombre, ¿pasó algo?

—Yo... Tranquila, me pasaré de inmediato para ver cómo está.

En apenas unos minutos, ya estaba en la puerta de su casa. Su madre me agradeció que viniera y me dijo que estaba en su habitación.

Abrí la puerta lentamente y le vi tirado en el suelo junto a su cama. Estaba a oscuras, la única fuente de luz provenía de la puerta abierta.
Su espalda estaba apoyada en su cama y miraba al techo. Desvió la vista hacia mí y unas lágrimas se derramaron por sus mejillas.

—¿Por qué estás aquí? —dijo con la voz cansada.

—No sabía que estabas tan mal —dije agachándome a su lado.

La puerta se fue cerrando debido al viento que se colaba por la ventana y nos quedamos a oscuras.

—[Tn] —me llamó llorando en la oscuridad.

Me rompió el corazón verle así, ¿realmente estaba tan mal?

—Dime qué ocurre.

—Yo... estoy cansado... de estar solo.

Su mano se encontró con la mía y me sorprendí.

—Por favor, no te vayas...

Mi mano llegó a su rostro y limpié sus lágrimas.
Me levanté y le ayudé a sentarse sobre su cama. Se recostó y le quité las gafas.

—Debí haber correspondido tus sentimientos, lo siento... Fui un estúpido... Contigo no me sentía solo en absoluto.

—No sentías nada por mí, me habría dolido más que-

—Lo siento —sollozó agarrando mi mano y acercándola a su pecho.

Nunca le había visto tan vulnerable, el alcohol había causado esto.
Le quité sus botas y me alejé, caminando hacia la puerta.

—[Tn], no puedo vivir sin ti —sollozó.

—No seas tan dramático —sonreí antes de salir de la habitación.

Caminé hacia la puerta y suspiré, caminando de nuevo a mi casa.
Espero que después de esto todo mejorara.

Él no volvió a buscarme y yo me acostumbré con el tiempo a que no estuviera de nuevo en mi vida.