𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙷𝚊𝚗𝚖𝚊 𝚂𝚑𝚞𝚓𝚒

·Bitches broken hearts - Billie Eilish·
Male Reader

Conocía a ese pequeño diablo desde que éramos críos y nunca me había hecho tanto daño como aquel día.
El día en el que le pillé besándose con otro chico.
Él me rogaba y lloraba porque le dejara explicarse, pero solo pude decirle que se divirtiera con aquel chico porque ya me había perdido.

Hanma Shuji podía llegar a ser muy apasionado, me había demostrado que no podía ser fiel, y eso es algo que me es difícil de perdonar.

No volví a verle hasta unos meses después. 
Había ido de fiesta con un amigo y, saliendo de la discoteca para fumar, me lo encontré con algunos de sus amigos. 

Yo había tomado un par de copas de más, así que me acerqué sin vergüenza alguna.

—Hola —sonreí—, ¿pasando un buen rato, Hanma?

—[Tn] —sonrió y se acercó a mí—. Te había visto, pero no creí que te acercarías.

Miró a sus amigos y les hizo una señal. Estos se fueron al instante.

Él se veía contento de verme, ilusionado. Pero lo ocultaba detrás de ese tono burlón y una sonrisa pícara, siempre tan orgulloso.

—Te equivocas, si que me he acercado —me apoyé en su moto y robé el cigarro que llevaba en su mano. Di una calada y lo mantuve en mis labios—. ¿Qué tal? ¿Has roto algún corazón últimamente? Aparte del mío, claro.

—¿Por qué estás aquí, [Tn]? ¿Acaso me extrañas? —dijo con una sonrisa ladina y su tono burlón de siempre.

—No me importas, Hanma. Ya no —ni yo me creía eso—. Solo quería verte... Recordar viejos tiempos... Recordar como rogabas aquel día... Eres tú el que me extraña.

Mi tono había bajado a cada palabra, ya que él se había estado acercando más y más. Estaba a un par de centímetros de mi rostro cuando me arrebató el cigarro.

—Ya sabes que no me gusta que fumes —susurró, luego miró mi pecho, que se veía a través de mi camisa abierta, después se centró en mis labios.

—Tienes unas ganas horribles de besarme, ¿verdad? —dije algo burlón.

—No sabes cuánto —se lamió los labios y me miró a los ojos antes de apartarse—. Pero ya estoy bien. No te extraño, [Tn].

—Mentir es malo, Hanma —reí y volví a cogerle el cigarro.

—Poner caliente a tu ex también lo es.

Nos miramos unos segundos, con unas pequeñas sonrisas. 
Estos momentos de tensión siempre estaban presentes en nuestra relación, era algo que me volvía loco, pero no tanto como a él.

—¿Y qué te trae por aquí? —eché mi cabeza para atrás después de dar una calada, soltando así el humo por encima de mi cabeza.

—Acabo de ganar una pelea y vengo a celebrarlo, ¿y tú?

—He venido con Draken de fiesta, para pasar el rato.

—Sabes que nunca me cayó bien.

—Tú a él tampoco —di otra calada y ladeé la cabeza—, pero eso ya da igual, ya no estamos juntos, ¿no?

Él resopló y me arrebató el cigarro de nuevo para darle un par de caladas, después me lo dio.

—¿Qué pretendes?

—Nada —respondí con una sonrisa.

—Te ves genial, a pesar de que te haya puesto los cuernos.

—Ese no es mi problema —contesté rudo, sintiendo unas punzadas en el pecho. Unas ganas terribles de llorar hicieron que me temblara un poco la voz. El alcohol me ponía sensible—. No es mi problema que tú no seas capaz de ser fiel a una persona que te amaba.

—Y aún lo sigues haciendo, ¿no? Si no, no te hubieras acercado a mí esta noche —no respondí, así que él se aceró un poco—. ¿Me equivoco?

Apoyó sus manos en la moto para quedar más pegado a mi cuerpo. Tenía que mirar un poco hacia arriba para mantener el contacto visual.

—¿Me equivoco o no?

—No te equivocas —cuando dije eso, él suspiró y me echó el humo en la cara.

Aparté la mirada, con algunas lágrimas a punto de salir.

—¿Y qué hacemos, [Tn]? ¿Qué coño estamos haciendo? Ambos seguimos enamorados del otro.

—Es difícil...

—¿El qué?

—No podría volver a confiar en ti... Lo siento.

—No jodas, [Tn]. No volvería a hacerte eso, lo prometo. Sé que estuvo mal.

—La primera vez no pareciste ser consciente de lo que hacías hasta que te descubrí. Si pasó una vez volverá a pasar —dejé fluir las lágrimas mientras hablaba.

—[Tn], por favor...

—Será lo mejor, Hanma. Pronto encontrarás a alguien nuevo que te consolará. 

—No, [Tn]...

Su voz era temblorosa, sus ojos llorosos y sus manos comenzaron a temblar un poco.

—No me dejes —susurró antes de apoyar su cabeza en mi hombro—. No otra vez...

—Lo siento, Hanma —intenté moverme, pero él me agarró para mantenerme quieto.

—Quédate.

—Hanma, yo...

—Solo unos minutos. Esta será nuestra última despedida y quiero alargarla.

—Eso no es bueno, Hanma.

—Lo sé...

Aún así, me quedé. Acaricié su pelo mientras sollozaba sobre mi hombro.
Unos minutos después se apartó, se limpió las lágrimas y yo me aparté de su moto, donde poco después él se montó.

—Adiós, [Tn]. Espero que te vaya bien —dijo antes de arrancar e irse.

Me quedé ahí. Ya no tenía ganas de volver a la discoteca, pero me obligué. Necesitaba algo de alcohol para olvidar ese triste momento de tenerlo por última vez en mis brazos.