⚠️⚠️Smut (sexo explícito) entre cuatro hombres y consumo de drogas⚠️⚠️
Si crees que este capítulo puede incomodarte, por favor no leas ni comentes de forma ofensiva
Parte 2/2 (continuación del OS de estos dioses que publiqué hace unos días)
Male Reader
—¿Por qué nos miras así, [Tn]? —preguntó Sanzu tras unos minutos.
—Parece que nos quieres comer —bromeó Rindō.
—Sé lo que piensas, [Tn] —dijo Ran—. ¿Crees que es el mejor lugar para hacerlo?
—No... pero lo quiero ahora.
Pasé las manos por mis piernas y por mi pecho hasta llegar a mi camisa y comenzar a desabrocharla.
—Así que quieres estrenar la relación, ¿eh? —dijo el menor de los Haitani con una sonrisa mientras veía mi cuerpo.
Les miré a los ojos uno por uno mientras terminaba de sacar mi camisa.
No pude evitar excitarme ante la situación.
El primero en acercarse fue Sanzu, quien me besó con autoridad y pasó sus dedos algo fríos por mis pezones.
—Cierra la puerta, Rindō —dijo Ran mientras se acercaba y masajeaba mis muslos, acercándose a mi entrepierna.
—¿Por qué? Es más emocionante si nos pueden descubrir.
El tercer hombre se acercó a mí y, desde atrás, comenzó a besar mi cuello y a dejar pequeñas marcas.
Me sentí atendido por todos y solo hizo que mi erección creciera.
El primero en aliviarme fue Ran, moviendo sus dedos por encima de mi ropa. Gemí y cerré los ojos.
Pensé que quizás no podría caminar en unos días después de esto, pero a quién le importa.
Sanzu me levantó y me quité los pantalones por el camino, quedando completamente desnudo.
Ran preparó unas rayas sobre la mesa y Sanzu esnifó una antes de guiarme hasta el sofá.
Me colocó de rodillas contra el respaldo del sofá. Mi trasero pronto sintió la dureza de su miembro a través de la tela de su pantalón. Sus manos agarraron mi cintura para restregarse contra él.
Apreté mis dedos alrededor de un cojín cuando otras manos pasaron por mi abdomen y acariciaron mi miembro.
Al mirar hacia atrás pude ver a Sanzu concentrado en mi cuerpo y a Rindō con la cabeza apoyada en el hombro de Sanzu, mirándome con una sonrisa pícara y con un poco de polvo blanco bajo su nariz.
Ran apareció frente a mí y llevé mis manos a su pantalón, lo desabroché con lentitud para liberar su miembro, mientras él quitaba su camisa, dejando su abdomen tatuado a la vista.
Mientras lo acariciaba, sentí que Sanzu liberaba también el suyo y lo restregaba contra mí.
Hubo una pequeña riña entre susurros entre Sanzu y Rindō que no escuché por el éxtasis que sentía.
Entonces sentí el miembro de Sanzu de golpe, de una sola estocada ya estaba dentro de mí.
Gemí y arqueé mi espalda. Pronto sentí el miembro de Ran en mi boca y comencé a chupar mientras unas lágrimas de placer corrían por mis mejillas.
Sanzu gruñó y agarró mis caderas con más fuerza.
—No tan duro, Rindō —se quejó.
Al mirar atrás, vi como el menor de los Haitani, ya totalmente desnudo y dejando al descubierto su tatuaje, embestía con más suavidad a Sanzu. Eso me calentó de sobremanera.
Escuché una palmada y Sanzu gimió.
—Maldito sádico —dijo antes de agarrar el pelo de Rindō y besarle de manera salvaje.
Sin duda, si no se hubieran drogado, esto no estuviera pasando.
Los tres gemíamos sin pena, disfrutando de cada sensación.
En ese momento recordé que la puerta podía abrirse en cualquier momento y sentí la adrenalina recorrer mi cuerpo.
Comencé a sentir el orgasmo cerca cuando comenzaron a acelerar el ritmo.
Acabé corriéndome sobre el sofá, mientras tragaba el semen de Ran y Sanzu descargaba en mi trasero.
—Dentro no, idiota —dijo Sanzu, apartando a Rindō, quien se acercó a mí y me dio unas estocadas hasta que se corrió.
Me quedé recuperando el aliento hasta que Ran se sentó a mi lado, agarró mis caderas y me sentó sobre él.
El semen que resbalaba de mi interior manchó sus pantalones mientras me besaba suavemente.
Rindō siguió detrás de mí y acarició mi trasero para luego golpearlo. Gemí y me recosté en el pecho de Ran, quien comenzó a entrar dentro de mí.
Unos minutos después, Rindō acercó también su miembro. Sentí que me iban a romper al sentir a los dos hermanos dentro. El menor apretaba mis nalgas entre sus manos con fuerza, ese pequeño dolor me hizo disfrutarlo más.
—Ahora me toca a mí, hijo de puta —dijo Sanzu antes de empujar a Rindō de una estocada, quien gimió y apoyó sus manos en el respaldo del sofá. Sus brazos temblaron un poco.
Yo también sentí mi cuerpo temblar, sentía dolor por el esfuerzo que hacían mis paredes para recibir a los Haitani, pero eso me excitaba más.
Ran limpió las lágrimas que resbalaban por mis mejillas y me besó con suavidad.
Las manos grandes de Sanzu agarraron mi cintura y comenzó a embestir con fuerza a Rindō, quien por inercia siguió su ritmo.
Ran, por su parte, seguía con suavidad, ese contraste me llevó a la locura.
—Aaa-aaaaah —gemí entrecortadamente. Sentía que me faltaba el aire—. Ran, más rápido.
Susurré esas palabras en su oído y se estremeció.
Sonrió y comenzó a dar estocadas certeras cada vez más rápido.
Aunque él fuera algo más delicado, sabía darme duro.
En la habitación solo sonaban nuestros cuerpos chocando y algunos gemidos roncos y suspiros.
La música afuera seguía sonando y por la pequeña ventana que daba hacia la discoteca se filtraban algunas luces parpadeantes, entre azules y moradas.
Sentí de nuevo cómo me desvanecía. Su ritmo fue aumentando y me corrí, seguido de ambos hermanos y por último Sanzu, quien agarró mi cabello y se masturbó hasta descargar su semen en mi boca. Lo tragué y respiré pesadamente, apoyándome sobre el pecho de Ran.
—No ha estado tan mal —dijo el de pelo rosa, subiendo sus pantalones para luego abrochar su camisa.
—Me siento genial, ¿y tú? —dijo Ran, suspirando y abrochando su camisa mientras miraba a su hermano
—También me siento genial.
—¿Ustedes sienten el cuerpo? —dije, con las piernas aún temblando y la respiración algo agitada.
—Te llevaré a casa —dijo Ran.
—Lo haré yo, él es mi novio —dijo Sanzu, celoso.
—Nuestro —rectificó Rindō.
—No peleen ni sean celosos, yo soy del pueblo y para pueblo —bromeé, abrochando mis pantalones y poniendo mi camisa.
—¿Y si el pueblo quiere una tercera ronda? —dijo Rindō, acercándose a mí con una sonrisa coqueta.
—Ahora no, Rindō —le reprendió su hermano—. [Tn] debe estar cansado...
Justo en ese momento entró Koko a la habitación y nos miró.
Alzó las cejas y desvío la mirada.
—Los espero fuera.
Supongo que dedujo lo que había pasado y me consumió la vergüenza, sonrojándose mis mejillas en unos segundos.
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𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ
Fanfiction•Female & Male Reader• One Shots del anime Tokyo Revengers Cada OS con la temática de una canción por la nominación en la historia himawari_360 ⚠️Pueden haber escenas con violencia y/o insultos⚠️ Pueden aparecer las siguientes parejas: Hakkai x Mit...
