𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱ

𝙷𝚒𝚝𝚝𝚘 𝙺𝚊𝚔𝚞𝚌𝚑𝚘 𝙰𝚄

·Where have you been - Rihanna·
En este AU no están en ninguna pandilla
Male Reader

Caminaba junto a Takemichi hacia casa, hablando sobre cómo fue nuestro día.
Seguía mi camino cuando me choqué con alguien.

—Perdona —dije, mirando hacia atrás.

No me esperaba que fuese él.

—¿Kaku-chan? ¿Eres tú? —dijo Takemichi.

—Takemichi, [Tn]... Cuanto tiempo —sonrió.

Kakucho era nuestro amigo de la infancia. Hace unos años se mudó de ciudad ya que sus padres habían fallecido y se quedaría con sus tíos. No le habíamos visto desde entonces.

Tenía el pelo corto y una cicatriz sobre uno de sus ojos, pero la misma expresión amable.

Yo no había articulado palabra desde que le vi. Era algo impactante volver a ver a tu primer amor.
Nadie lo sabía, pero él fue la razón por la que supe que me gustaban los chicos.

Nos contó que había vuelto a la ciudad porque se mudó de nuevo.
Hablamos para quedar algún día y nos despedimos.

Dejé a Take en su casa y seguí caminando unos minutos más hasta la mía.
Gracias al horario de trabajo de mi madre pude estar solo en casa, pensando en Kakaucho.
La pubertad le había dado fuerte, pasó de ser un niño tierno a un adolescente atractivo aunque igualmente tierno.

Había pasado un tiempo, pero aún sentía esas mariposas al verle. Durante este tiempo intenté buscar a alguien con quién sentir lo mismo, pero solo me pasaba con él.

Llegué a la conclusión de que el tiempo y la distancia no acabaron con mis sentimientos.
Seguía tan enamorado de Kakucho como el primer día.

Paseé por mi casa, dando vueltas al tema hasta que llegó mi madre.
En los días siguientes, se me notaba ausente. No salí de casa, tenía miedo de encontrarme con él.

Miedo no era la palabra. Sentía que le diría lo que siento si le veía, que me pondría a temblar y a tartamudear. 

Aún así, salí con Takemichi y sus amigos un día para dar una vuelta y me sorprendió cuando me llevaron a un parque, donde estaba Kakucho.

—Se me olvidó decirte que vendría Kaku-chan, no te importa, ¿no?

Me puse nervioso mientras veía como nos acercábamos cada vez más a él.

—N-no, está bien.

Nos acercamos y Takemichi presentó a sus amigos. Como Kakucho no los conocía mucho, prefirió quedarse conmigo, al final del grupo, mientras caminábamos.

—No te he visto en unos días, ¿me estabas evitando? —bromeó con una sonrisa.

—¿Qué? N-no —reí nervioso—. Solo estuve ocupado.

Se formó un pequeño silencio que él decidió romper.

—Bueno, ¿pasó algo interesante mientras estuve fuera?

—Bueno... No mucho. Take y yo hicimos algunos amigos en el Instituto...

—Ya veo, ¿y algún interés amoroso?

—Takemichi ha empezado a salir con Hina, una chica de mi clase. Se ven muy felices —sonreí.

—¿Y tú?

Me quedé sin habla unos segundos, debía cuidar mis palabras frente a él a partir de este momento para no soltar alguna tontería.

—N-no, tampoco estoy buscando algo por ahora.

Él tenía la intención de seguir preguntando, pero llegamos a un mercado con diferentes puestos y los chicos se emocionaron, arrastrándonos con ellos hacia la multitud.

Llegó un momento en el que me perdí por la cantidad de gente que había.

Sentí que alguien me agarraba el brazo y, al darme la vuelta, vi que era Kakucho.

—Te he estado buscando.

—¿También te has perdido?

Asintió y caminamos fuera del mercado para esperar al resto.

Nos sentamos en unos bancos, se escuchaba la gente charlar de fondo mientras hablábamos un poco.

—¿Entonces no buscas ninguna relación?

Me volví a poner nervioso por sus preguntas.

Todo lo quieres saber —pensé—. Exacto.

—Es una pena —susurró.

Estuve unos minutos debatiendo internamente por preguntarle por qué dijo eso, pero en el momento en el que me decidí, llegaron los demás.

Pasaron unos días en los que hablamos un poco por mensaje y volvimos a quedar todos para jugar con la pelota en un parque cerca de casa.

Los chicos se pusieron a jugar con ella mientras nosotros nos subimos a una estructura para escalar, quedando en el lugar más alto.

—¿Cómo estuviste estos últimos años? —pregunté.

Kakucho suspiró y sonrió un poco.

—No sabría por dónde empezar, pasaron muchas cosas.

Comenzó a contar cómo conoció a un chico y se hicieron muy amigos, pero se mudó a Filipinas con su familia y se quedó solo.
Me quedé sin palabras cuando dijo que se había enamorado de él.

—Pero ya le superé. Sigo teniéndole aprecio, pero lo nuestro era imposible.

Seguí escuchándole hasta que terminó. Nos quedamos un poco en silencio hasta que decidí hablar.

—¿Entonces eres gay?

—Si, espero que no haya ningún problema —dijo mirando sus pies, que se balanceaban en el aire.

—¡Todo lo contrario! Me alivia encontrar a alguien con los mismos gustos que yo.

Nos miramos unos segundos hasta que escuché que me llamaban.

—¡[Tn]! ¿No vas a jugar? —dijo Yamagishi, jugando con la pelota en sus pies.

—¡Quizás más tarde! —dije, mirando hacia abajo.

Él esquivó a Makoto, quien intentó quitarle la pelota y comenzaron a jugar de nuevo.

Miré con una sonrisa a Kakucho, quien ya me estaba mirando. Me sonrojé un poco y aparté la vista.

—[Tn]... Ahora que sé tus gustos, entiendo algunas cosas —dijo acercándose un poco más a mí.

—¿Como qué? —susurré, acercando un poco mi rostro al suyo.

Agarró mi barbilla y la alzó un poco. Miró mis labios unos segundos antes de dejar un beso suave sobre ellos.

Cerré los ojos, disfrutando de la sensación.
Nos separamos de golpe, literalmente. La pelota había golpeado mi cabeza.

—¡Perdón! —dijo Yamagishi, cogiendo la pelota, que había vuelto al suelo—. ¡Lo siento mucho! ¡Volved a lo vuestro!

Salió corriendo y yo le maldije mentalmente.

Al mirar a Kakucho, le vi sonrojado y jugando con sus dedos.

—Kakucho —le llamé.

Cuando giró su cara, besé sus labios rápidamente y sonreí.
Él se sonrojó aún más, pero sonrió mirando mis ojos.

Agarró mi mano y apoyé mi cabeza en su hombro con un suspiro.

—¿Quieres ir a jugar?

—Quedémonos un rato así, por favor —susurró.

Yo sonreí con un sonrojo y asentí.