𝙱𝚊𝚓𝚒 𝙺𝚎𝚒𝚜𝚞𝚔𝚎

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En este One Shot, Baji sobrevive en el arco de Valhala :'3
Male reader

Mi madre me cogió de la mano y me llevó a rastras fuera de casa.

—Pero no quiero ir, mamá.

—Tienes que ir a tu entrenamiento, me dijiste que querías aprender karate y al fin encontré un Dojo cerca de casa.

—Pero... no conozco a nadie allí.

—Harás amigos, mi amor —dijo con una sonrisa tranquilizadora.

Caminamos por la calle hasta llegar a una casa, al lado había un Dojo y unos niños correteaban antes de entrar por una puerta.
Un anciano esperaba en la puerta y mi madre se acercó, aún cogiendo mi mano.

—¿Señor Sano? Soy Yahaba Mai y este es mi hijo, [Tn].

Jugué con el borde de mi kimono de karate y mi madre me puso delante de ella.

—Puedes entrar y conocer a algunos de los chicos, ahí está mi nieto. ¡Manjiro! —llamó a un pequeño rubio que daba patadas al aire mientras hablaba con un chico de pelo negro.

El chico se acercó con una sonrisa y me miró.

—Él es [Tn] y es nuevo. Sé que os gusta armar jaleo, pero quiero que Baji y tú os portéis bien con él.

—Vale, abuelo... ¡Ven, [Tn]!

Me agarró la mano y me llevó con su otro amigo.

—Este es [Tn] —me presentó ante su amigo y luego me miró—. A mi me puedes llamar Mikey.

—Yo soy Edward —dijo con una sonrisa, dejando ver sus colmillos, que sobresalían en su dentadura.

—No le hagas caso, es idiota. Se llama Baji Keisuke.

—¡Mikey, prometiste que me seguirías el juego! —se veía molesto, pero el chico rubio solo reía.

La clase fue algo difícil, pero lo suponía, ya que era la primera a la que asistía.
A Baji se le daba genial, ya que era cinturón negro, y me ayudó de vez en cuando.

Los días pasaron y los vi más seguido. Nos hicimos amigos y salíamos con otros amigos y acabamos fundando una pandilla.
Mi madre se acabó enterando, pero confió en mí para que no me metiera en muchos problemas.

Ahora estábamos en casa de Mitsuya, quien cogía medidas para hacer el uniforme.

—Menos mal que encontramos un mejor nombre —dijo Baji, sentándose a mi lado con una sonrisa.

Su brazo estaba apoyado cerca de mi hombro y acercó su rostro. Le sonreí de vuelta y seguí viendo como Mitsuya medía la espalda de Draken para su traje.

—¿No es un poco grande? —dijo Mikey, probándose la chaqueta de Pachin.

—Porque no es tuyo, enano —dijo Draken.

—Sigo sin creer que sea nuestro comandante —susurré y Baji se carcajeó.

—¿Quieres que te demuestre por qué lo soy, [Tn]? —preguntó Mikey, provocándome.

Baji se enderezó y miró a Mikey, bastante serio.
El rubio alzó los brazos y se quitó la chaqueta.

Las hermanas de Mitsuya llegaron junto a nosotros e intentaron ayudar a su hermano, pero este solo les dijo que hicieran sus tareas y vieran la tele cuando acabaran.

Casi una hora después, todos nos dirigíamos a nuestras casas en moto.
Mi madre aún no me dejaba tener una, por lo que Baji me llevaba. Mis manos estaban apoyadas en el asiento mientras miraba la calle, donde algunas personas se giraban para vernos. Al fin y al cabo, unos críos en moto llamaban la atención.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora