𝚂𝚊𝚗𝚘 𝙴𝚖𝚖𝚊🔥

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·Confident - Justin Bieber ft. Chance The Rapper·
La ToMan sigue unida, nadie murió y todos son mayores de edad
⚠️Smut (sexo explícito)⚠️
Female Reader

Sabía perfectamente lo que me encontraría en una fiesta de la ToMan, sin embargo, el ambiente me agobiaba.

Fui arrastrada a una discoteca clandestina por mi novia, Emma, quien quería salir de fiesta, aunque al final ella se la pasó bailando todo el rato y yo me quedé en una mesa junto a algunos de los chicos.

—Iré con Chifuyu —dijo Baji, terminando su copa de un trago y dejando el vaso sobre la mesa.

—Suerte —dije levantando mi vaso antes de tomar un sorbo.

Hablé un poco con Smiley, Draken y Mitsuya, quienes bebían junto a mí hasta que se acercó una chica, algo borracha. No me sorprendía verla allí, muchos chicos de ToMan invitaron a gente de fuera de la pandilla.

—¿Quieres bailar, chica? —dijo por encima de la música.

Miré hacia el centro del local, donde Emma bailaba, se divertía y reía. Me quedé hipnotizada por unos segundos por la forma en la que se movía.
Me lo pensé unos segundos y me levanté.

—Vamos.

Ella sonrió y me llevó hacia el cúmulo de gente que se reunía en el centro. 
Comencé a bailar con ella, algo incómoda al principio, hasta que agarré confianza. Empecé a bailar sensualmente, moviendo mis caderas de un lado a otro.

Estaba tan concentrada en mi baile y en la música que no me di cuenta cuando la chica agarró mi cintura y me pegó a ella.

Sonreí y seguí bailando, olvidando todo.

Sin embargo, alguien más tenía mi atención. Emma seguía bailando hasta que conectamos miradas.

Su mirada pasó de mí a la chica y de nuevo a mí.
Se acercó a paso ligero y agarró mi mano, haciendo caso omiso de las quejas de la chica, la cual dejábamos atrás.

—¿Emma? ¿Qué pasa?

Ella no contestó, solo subió a su coche y condujo en silencio.

—Siento si te molestó que bailara con ella, pero tú te divertías y yo... también quería diversión.

—También siento si te molestó que no te invitara a bailar, pero creí que no querías —su tono denotaba que estaba molesta.

Me callé unos segundos hasta que ella giró bruscamente, entrando en un aparcamiento subterráneo que había visitado muchas veces.

—¿Estamos en tu casa? 

—Si —dijo, bajando del coche.

—¿Qué vamos a hacer? 

Se acercó a mí y me acorraló contra el coche. Me besó profundamente y agarró mis caderas.
Se separó de la nada y me guio hasta la planta superior, donde se encontraba su salón y cocina. Pasó de largo y subió otro piso, llegando a su cuarto unos segundos después.

Me empujó sobre el colchón y se quitó su vestido, confiada.
Admiré su cuerpo por unos segundos hasta que se cernió cobre mí, volviendo a besarme, luego bajó por mi cuello.

—Estás celosa, ¿verdad?

Ella asintió y siguió besándome.
Adoraba cuando ella tomaba el mando, lo hacía muy bien. Sin embargo, yo estaba insegura, Habíamos llegado a momentos así antes, pero nunca llegamos más lejos, ¿querría llegar hoy?

—Emma —gemí cuando una de sus manos tocó mi clítoris por encima de la ropa.

Ella bajó los tirantes de mi camiseta y besó mis hombros.
Terminó de desnudarme y me miró desde arriba con una sonrisa. Bajó mi ropa interior lentamente y besó el interior de mis muslos.

—Emma... Es mi primera vez —dije, al notar sus dedos cerca de mi entrada.

Ella sonrió de lado y comenzó a besar mi clítoris mientras metía sus dedos dentro de mí.
Me quejé y moví mis caderas, molesta.

—Lo sé, mi amor... Ya te acostumbrarás, tranquila —susurró, acariciando mis muslos para tranquilizarme.

Comenzó lento y luego aceleró el ritmo. Comencé a sentir placer y además añadía su lengua, estimulando mi clítoris.

Agarró mi cintura y me dio la vuelta, alzando mis caderas para seguir besando mi zona.
Me volvía adicta cuanto más tiempo pasaba.

Unos minutos después, paró. Yo levanté el rostro de la cama, viendo que manché sus sábanas de labial.
Ella se tumbó a mi lado, y agarró mis piernas para guiar mi intimidad a su cara, siguiendo con su trabajo.

Seguí gimiendo hasta que abrí un poco los ojos, viendo su entrada. La acaricié con mis dedos, haciendo círculos y moviéndolos de arriba a abajo.

Era tan excitante escuchar sus gemidos que acabé corriéndome sobre su cara, ella lo hizo unos segundos después.

Me desplomé a su lado, con la respiración agitada.
Se incorporó en apenas unos segundos y me besó de nuevo, acariciando mis pechos.

Se puso de rodillas frente a mí y, en un rápido movimiento, se puso encima de mí, rozando nuestras intimidades.
Gemí, agarrando las sábanas de la cama.

Fue agresiva, moviendo sus caderas en varias direcciones rápidamente. Luego siguió un ritmo lento, casi haciéndome sufrir.

Acaricié sus muslos y ella sonrió, volviendo a acelerar el ritmo.
Finalmente, llegamos al orgasmo casi al mismo tiempo y Emma se acostó a mi lado.

Se incorporó unos minutos después y me ayudó a llegar al baño, ya que me temblaban las piernas.

Nos duchamos y volvimos a la cama, durmiendo abrazadas.

Por la mañana, me estiré sobre la cama. Rocé el brazo de Emma y me giré a verla, con una sonrisa.

Olía su perfume, suave y fresco. Acaricié sus mejillas delicadamente y dejé un beso sobre sus labios. Volví a acostarme, abrazándola, y me quedé dormida de nuevo. 

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora