𝙷𝚒𝚝𝚝𝚘 𝙺𝚊𝚔𝚞𝚌𝚑𝚘

3.9K 277 19
                                    

Female Reader

Mirando atrás, no recuerdo ni un momento en el que él no estuviera.
Conocí a Kakucho cuando cumplí los dieciséis y ahora solo recordaba todo lo que pasé con él.
Borré de mi mente mi vida anterior a eso, aunque a veces recordaba algunos momentos que me marcaron.
Cuando eso pasaba, él siempre se quedaba a mi lado hasta que todo pasaba.

Aunque siempre le había seguido a todas partes, había un límite.
Él pertenecía a una de las organizaciones más peligrosas del mundo.
Bonten era temida por muchos, pero dejando de lado los delitos y asesinatos, sus compañeros no eran tan malos.

A veces, quedaban en algún club nocturno para tomar algo y Kaku me invitaba.

—Nunca voy a volver a ver una película contigo, Ran —dijo Rindō, sentándose en el sofá del reservado donde Kakucho y yo esperábamos.

Su hermano llegó detrás de él, con aspecto molesto.

—De acuerdo... No sé por qué te molesta tanto —dijo con un tono triste muy fingido.

—Sin llorar —se burló de él. Luego nos miró a Kakucho y a mí—. Este idiota se queda dormido cada vez que pongo una película, es odioso.

Por la pequeña riña de hermanos, ambos se sentaron en lados opuestos del sofá.
Kakucho y yo nos miramos, indiferentes, y bebimos de nuestras bebidas.

Él tenía una mezcla algo rara que siempre pedía y que sorprendentemente estaba rica, yo me decidí por algo sencillo y pedí un whisky.

Ran se levantó y poco después llegó con dos copas, ofreciéndole una a su hermano. Su relación era así: se peleaban, dejaban de hablarse unos minutos y luego se reconciliaban sin siquiera hablarlo.

Unos minutos después llegaron otros de sus amigos.
Bebimos y hablamos como si fuéramos conocidos de toda la vida.

Poco a poco, todos fueron marchándose a conocer a alguien que estuviera bailando o en la barra y Kakucho y yo nos quedamos solos.
Charlamos a gusto hasta que él recibió una llamada.

—Es mi jefe —me miró suplicante—. No me odies... ¿podrías salir un momento? No podría hablar con la música tan alta, y aquí-

—No te preocupes —le interrumpí con una sonrisa—, iré con el resto.

Miré fuera del reservado y me abrumó la cantidad de gente que había.

—Vamos, todos saben que estás con nosotros, ningún cabrón te va a tocar.

Salí con cierta seguridad y aproveché para pedir otra copa.
Visualicé a los amigos de Kakucho, todos estaban pasándolo bien, con personas alrededor de ellos que intentaban llamar su atención.
Parecía que todos se peleaban por ver quién se iría a casa con ellos esa noche.

Cuando volví al reservado, Kakucho había terminado su llamada.

—Malas noticias, tengo que irme ya —cogió las llaves de su coche y su chaqueta, luego me miró—, ¿te llevo o te quedas un tiempo más?

—Prefiero irme, estoy cansada.

Él salió de allí y le dijo a Ran que nos íbamos.
El aire frío golpeó con mi piel nada más salir. Miré al cielo y no vi la luna ya que las nubes la tapaban.
El ambiente me hacía recordar a momentos de mi pasado que quería borrar.
Algo me decía que habría una tormenta esa noche.

Kakucho pasó su chaqueta por mis hombros y fuimos a su coche.
Tiempo después, paró junto a mi apartamento. Era modesto ya que decidí pagarlo con mi sueldo por mucho que Kaku insistiera en pagarme el alquiler de otro piso más grande.

𝙏𝙊𝙆𝙔𝙊 𝙍𝙀𝙑𝙀𝙉𝙂𝙀𝙍𝙎 - ᴏɴᴇ ꜱʜᴏᴛꜱDonde viven las historias. Descúbrelo ahora